Si vamos a hablar del inicio de la resistencia, habría que distinguir que hubo primero una resistencia interna dentro del seno mismo de la Fraternidad San Pio X, pues todo comenzó a hacerse visible con el jubileo del 2000, y a través de expresiones de Monseñor Fellay como que: “si me llaman a Roma voy corriendo”, “aceptó el 95% del Concilio Vaticano II”, además de todo su doble lenguaje, de la pérdida de la energía en el combate, el surgimiento de los grupos acuerdistas como el GREC y todo lo que alrededor de eso se tejía; después, los dos años de tratativas con Roma, hasta que surge el Motu Proprio y el levantamiento de las pretendidas excomuniones, ante todo lo cual Monseñor Williamson nada dijo ni hizo en contra para denunciar el error, como era su deber, alertando a los fieles e incluso a los mismos sacerdotes, por todo lo cual se prestó vil y estúpidamente a todo este juego, que ahora tardíamente denuncia.
Después la resistencia se hace pública y manifiesta, con mi impugnación al Motu Proprio que legitimaba jurídica y teológicamente la Misa Nueva bastarda (como la llamó Mons. Lefebvre) dándole incluso la primacía, mientras que la Misa de siempre quedaba relegada a algo extraordinario (esporádico). Con esto, se legitimó a la concubina con toda su descendencia bastarda y se arrincona, quitándole la primacía, a la única mujer legítima; y ésto lamentablemente no lo vió ni lo denunció en su momento nadie que yo se sepa.
Ahora bien, como lógica consecuencia, a mí se me expulsa en Marzo del 2009, haciéndoseme ver a través de Mons. de Galarreta -en una visita que le hiciera al Priorato de Orizaba por lo menos un año antes- que evidentemente les estorbaba, diciéndome que “por qué no me retiraba de la Fraternidad”.
Aunque antes de mi eyección, el Padre Abrahamowicz se había separado, aunque sin manifestar con un escrito los motivos y razones teológicos del caso. Después reaccionaron dimitiendo, el P. Ceriani, el P. Turco y el P. Grosso, por no aceptar el Motu Proprio ni el levantamiento de las excomuniones; y hasta ahora, nadie chistaba, todos callaban y aceptaban, nadie decía nada.
Y mientras la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, era teológicamente destruida, a los que habían reaccionado, se los consideraba viles parias, leprosos desechables y hasta loquitos, deshonrados, al punto que los que ahora reaccionaron, como el Padre Trincado, negaban el saludo; incluso en el Priorato de Bogotá por miedo al Padre Bouchacourt el Prior temía confesarme, dada esa política de manipulación de los sacramentos, que como se sabe, se le han negado y se le niegan a los fieles no están de acuerdo.
Es así como han sucedido las cosas, y si ahora han reaccionado valientemente muchos el año pasado, como lo hizo el Padre Trincado (enfrentando a Monseñor Fellay y haciéndole casi salir lágrimas cuando le repitió tres veces en su cara ¡que renuncie!), actuando valerosa y enérgicamente, como corresponde a un militar de pura sepa, eso no hace, sin embargo, que ahora esa resistencia que se agrupa alrededor de Monseñor Williamson, sea la primigenia; en el mejor de los casos sería la continuación de la que ya había comenzado mucho tiempo atrás, después de que se le caen las escamas de los ojos (como le pasó a San Pablo) ven lo que antes no veían.
Por eso, es una canallada, si es que no se trata de un simple desliz de memoria o de despiste, que Monseñor Williamson diga que le Resistencia comenzó el año pasado en los Estados Unidos. Y si él insiste en así considerarlo y decirlo, la única resistencia que podría haber comenzado el año pasado, sería la de una falsa resistencia que él de algún modo dirige y encabeza, para eclipsar, vituperar y desacreditar a los verdaderos intransigentes y resistentes de la primera hora; y ésto no sería más que el juego feroz y criminal de la judeomasonería vaticana, para destruir lo poco que verdaderamente le pueda resistir.
Esto es lo que Monseñor Williamson tiene que aclarar, pues como es sabido, todo su actuar ambiguo, incoherente y estrafalario, haciendo declaraciones que distraen la mirada del verdadero problema, porque sus declaraciones en Alemania, parecen más el fuego que se propicia fuera del castillo, para distraer la atención y penetrar en la fortaleza, al igual que un fuego de artificio que nos distrae la mirada del verdadero problema, es como nos presentar un falso blanco para que no se apunte al verdadero; y el blanco aquí era el baluarte de la Fraternidad San Pio X que había que destruir vil y traidoramente como está haciendo Mons. Fellay y su sequito.
Por eso Mons. Williamson debe dar respuesta a los cargos que en el siguiente escrito se le imputan y aclarar las cosas. Y si no lo hace, su silencio confirmará lo allí dicho; todo depende de él, y de ello el juicio que deberemos formular.
P. Basilio Méramo
Bogotá, 5 de agosto de 2013.
QUIEN ES DE VERDAD M. WILLIAMSON
Vistos los últimos acontecimientos acaecidos en
Lo primero que salta a la vista es que el
propio interesado ha tenido un cuidado extremo en esconder cualquier
información referente a su nacimiento, padres, infancia y primeros años de vida
adulta, por lo que nos encontramos con distintas versiones no necesariamente
coincidentes:
Richard Nelson Williamson nace el 8 de Marzo 1940,
en un lugar indeterminado del Buckinghamshire, según unos, (quizás
Beaconsfield), y en un igualmente imprecisable lugar de Londres, según otros.
Es hijo de un pastor anglicano del Hampshire,
es decir, de uno de esos presuntos sacerdotes que hablan, visten y celebran
como los sacerdotes católicos, pero cuya ordenación fue declarada inválida por
el Papa León XIII a fines del S. XIX.
Según otras versiones, su padre habría sido un
protestante escocés, jefe de compras en los famosos almacenes Mark and Spencer,
que terminó su carrera frustrado por no haber obtenido el puesto que
ambicionaba, por causa, al parecer, de su ascendencia Goyim.
Su madre, Helen, cuyo apellido de soltera no
nos ha sido facilitado, debía de ser una real hembra, gobernadora absoluta de
su casa, de fuerte carácter y firmes convicciones, además de pianista de cierto
renombre. Tendrá dos hijos más, el uno empleado financiero en la City de Londres, mientras el
último se construía una carrera cinematográfica en Nueva Zelanda.
Las afinidades religiosas de la madre son
interesantes en la medida en que los grabará a fuego en la mente y el corazón
de Richard y sus dos otros hijos:
Ésta era adepta del movimiento religioso
conocido como “Christian Science”, basado en la protestante Sola Scriptura, que
se caracterizaba por predicar que el pecado dejaba al pecador indemne de toda
falta y responsabilidad, y que “una comprensión verdaderamente espiritual
expulsaba al mal como algo irreal”. Esa “Salvación a través de la comprensión
no era otra cosa que el trasunto del gnóstico “Salvarse a través del
Conocimiento”, reservado a una élite de elegidos.
El error intelectual no se curaba gracias a la
lógica y al estudio, sino gracias a la oración y comprensión universal, más
allá del principio de no-contradicción.
No faltaba ni siquiera la consideración de
Dios como un ser andrógino, Padre y Madre al mismo tiempo, y por debajo, la
cabalística afirmación de que en Dios coinciden los contrarios, blanco y negro,
luz y oscuridad, error y verdad, Bien y Mal.
Todo esto tan típico de las logias rosacruces
tan importantes en el desarrollo del Imperio Británico desde el S. XVII.
No en vano, e importante para lo que luego
diremos, la Christian Science
ha sido definida como una especie de Hegelianismo bíblico, en que los
contrarios son útiles para que se desarrolle el plan de la Sabiduría divina, sin
importar las desgracias y pecados que ello ocasione, al fin y al cabo ilusorios
e inexistentes, puesto que pertenecen al mundo de la materia.
Más interesante aún es considerar las
conexiones que esa doctrina mantenía con influyentes sociedades secretas como la Round Table , fundada en 1890
por Cecil Rhodes con el fin de federar todos los pueblos anglófonos del mundo
para que fueran capaces de asentar el dominio del Imperio Británico por
siempre.
Para ello, éste último dotó de su propio (y
enorme) peculio unas cotizadísimas bolsas de estudios en las Universidades de
Oxford – Cambridge y Colleges afiliados.
Asociado con Lord Alfred Milner, y algo más
tarde, con el clan Rothschild, y con la Christian Science
como doctrina oficial, ha constituido uno de los principales vectores de
influencia del Imperio anglo-americano hasta nuestros días.
Todo este conjunto de ideas
esotérico-ocultistas no sólo entrarán el la vida de Richard a través de su
madre, sino que se precisarán durante su escolaridad, nada menos que en el
Winchester College, en el Hampshire, presunto lugar de pastoreo de su padre.
No es un colegio cualquiera, sino que es el
más antiguo del país, con existencia ininterrumpida desde hace más de 600 años,
modelo de Colleges tan elitistas y prestigiosos como el Eton College, o el
King’s College, de Cambridge, por lo que la muy fiable Good Schools Guide no
teme afirmar: “Se podría decir que Winchester College tiene la mejor tradición
educativa de todas las escuelas de Inglaterra”.
Como pueden suponer nuestros inteligentes
lectores, esa clase de internados, en que se inventó la palabra snob, no es
precisamente el sitio en que uno entra, no ya sin excelentes recomendaciones,
sino además, careciendo de ascendientes familiares de cierto y reconocido
pedigree, coronados por eminentes servicios a la causa del Imperio…
Para nosotros, pobres españoles pasados por la
lobotomización prisoica, resulta realmente difícil darse cuenta de lo que
supone una institución educativa de estas características, en que la palabra
Tradición se hace carne, piedra y pergamino, y que va a marcar con el sello
particular de la casa a sus formandos de manera inconcebiblemente profunda, y
ello, para el resto de su vida.
Es allí donde la fuerza oculta que edificó y aun mantiene el Imperio Británico forma todos los aspectos de la personalidad de sus pupilos, hasta convertirlos en útiles y leales servidores de un proyecto viejo de cinco siglos. Particular importancia se da a la formación humanística, artística, y filosófica, pues como decía Winston Churchill, “el día en que los responsables del Imperio ya no sepan latín ni griego, éste habrá llegado a su fin”. Y sabía lo que decía…
Es allí donde la fuerza oculta que edificó y aun mantiene el Imperio Británico forma todos los aspectos de la personalidad de sus pupilos, hasta convertirlos en útiles y leales servidores de un proyecto viejo de cinco siglos. Particular importancia se da a la formación humanística, artística, y filosófica, pues como decía Winston Churchill, “el día en que los responsables del Imperio ya no sepan latín ni griego, éste habrá llegado a su fin”. Y sabía lo que decía…
Más sorprendente todavía para los deshistoriados españoles: La formación religiosa sigue siendo prioritaria, como lo evidencia la prominencia de su capilla.
Ahí es donde el joven Richard asimilará una
cierta visión de la vida que ya no le abandonará nunca más.
¿Será casualidad que a pocos centenares de
metros de ese antiguo y venerable College se encuentra el Great Hall, único
resto del castillo real de Winchester, en el que se conserva la tabla de madera
pintada que representa desde el mismo Siglo de fundación del College la Round Table , la Mesa Redonda del Rey Arturo,
inspiradora de la Sociedad
secreta Round Table-Milner Group?
¿Y que justo al lado de la Mesa , se encuentre un curioso
monumento de la Reina Victoria
coronada y entronizada como Reina del Mundo?
Más tarde, nuestro héroe seguirá ampliando sus
estudios con un grado en literatura inglesa, nada menos que en el Clare College
de Cambridge, filial del Winchester, y situado justo al lado de la maravillosa
capilla del King’s College.
Cuando uno recuerda que esta Universidad fue
junto con Oxford el centro neurálgico de reclutamiento y formación de los muy
experimentados servicios de Inteligencia británicos, es poco creíble que
nuestro Richard no haya colaborado, a sabiendas o no, con los inspiradores del
Sr. Bond, tras haber recorrido un cursus tan definido, y haber demostrado
indudables cualidades personales.
Pero si hacemos un poco más de memoria,
recordaremos que ahí fue donde se formó una gigantesca red de topos que
trabajaban para hacer caer al Imperio británico del lado de la Internacional
comunista, Komintern. Pero había una gran diferencia: Así como la Komintern era una
asociación exotérica, visible, y que actuaba por medios político-ideológicos
igualmente reconocibles, su contraparte esotérica, la Homintern , actuaba por
medios mucho más discretos, y por ende, infinitamente más peligrosos. Entre
éstos, el cultivo de todo tipo de filosofías alternativas, esoterismo, magia
ceremonial o sexual, satanismo, y una especial atención al clero de las
diferentes iglesias cristianas.
Sus miembros se reclutaban básicamente entre
aquellos que sentían un odio feroz por la civilización cristiana y su férreo e
inmutable orden moral, y que se encontraban unidos entre ellos por unos lazos
de fidelidad carnal-espiritual que la misma presión exterior volvía
irrompibles. Era la Internacional
Homosexual , de la que se sirvieron los espías comunistas para
reclutar agentes que se infiltrarían en todas las instituciones, y las
pudrirían y corromperían desde el interior, sin perdonar ni la Iglesia , ni la
Casa Real.
Tenemos un señero ejemplo de lo exitoso del
procedimiento si examinamos el proceso de fundación de ETA, nacida de una
célula comunista desarrollada en el seno del seminario de Derio, en Bilbao, y
cuyas costumbres sexuales vienen evidenciadas hasta por los nombres de guerra
asumidos por sus miembros.
El grupo inicial de doce intelectuales a los
que se conocerá como los Apóstoles de Cambridge será fundado por un George
Tomlinson, que acabará, curiosamente, como obispo de Gibraltar. En el tiempo en
que Richard estaba allí, el grupo copaba casi todo el Establishment, bien
protegido por Lord Mountbatten, su principal patrón.
Cuesta creer que un joven tan prometedor no
fuera aprovechado por los servicios de Su Majestad.
Una vez en posesión de su título, enseñará en
Ghana, y el St Paul School de Londres, en la que se ganará fama de profesor
brillante y muy dado a actividades extra escolares.
Mientras, meditaba seriamente convertirse a la
religión católica, bajo la influencia de un escritor sobre el que nos vamos a
detener un momento:
Su
gran mentor intelectual-espiritual desde los años 60 hasta su muerte fue el
conocido escritor Malcolm Muggeridge, (24 de Marzo 1903-14 de Noviembre 1990),
periodista, satirista, locutor de radio, miembro del MI6, y por último,
apologista cristiano.
Tan es así que Mons. Williamson pronunciará su
oración fúnebre, un 1 de Diciembre 1990, en que recordará al gran escritor
antimoderno que lo guiaría hasta el catolicismo, antes de convertirse él mismo,
junto con su mujer Kitty.
Claro que, cuando examinamos el recorrido de
Malcolm, nos encontramos otra vez con el King’s College de Cambridge, y con su
capellán, el Rev. Alec Vidler, típico exponente de la mezcla entre el High
Churchmen y el iniciado en las logias rosacruces que han constituido la fuerza
conservadora del Imperio, que tanto apreciaba el Nuncio Roncalli en sus tiempos
parisinos.
Volvemos a encontrar a Malcolm bañando en los
secretos de las altas instancias mundialistas, casado con Kathleen Dobbs,
sobrina de Beatrice Webb, autora que junto con su esposo Sydney, será una de
las divulgadoras del marxismo, en su versión soft fabiana, que procurará
introducir en Gran Bretaña por medio de uno de los primeros y más completos
sistemas de Seguridad Social, lo que valió a los esposos ser enterrados en la
abadía de Westminster, y haber sido recordados, por ejemplo, en el show
inaugural de las últimas Olimpiadas de Londres.
Lo que se recuerda menos, es que actuaron como
auténticos espías para la Unión Soviética ,
y que siempre pretendieron acelerar el ineludible triunfo del comunismo a
través de una penetración lenta, perseverante y progresiva de sus agentes en
todos los estamentos de la sociedad.
Esta penetración debía ser hecha según los
principios de la Sociedad Fabiana ,
(de Fabius Cunctator), general romano que se especializó en vencer no combatiendo
de frente, como los bolcheviques, sino siempre por medios ocultos y engañosos,
ganando tiempo para cansar al adversario, (el temporizador), hasta que éste se
rinde casi sin combatir. Uno de sus mejores realizaciones será la muy
influyente London School of Economics, cuyas gloriosas enseñanzas estamos
experimentando actualmente…
Sin olvidar que esa estructura exotérica venía
gobernada por otra interna y esotérica de clara inspiración teosófica.
De ahí su escudo, un lobo revestido de piel de
oveja…
Habiendo Muggeridge conocido gracias a los
informes del matrimonio Webb los increíbles detalles de las hambrunas
organizadas por Lenin y Stalin, éste cambió su postura política por otra
conservadora, pero nunca cambió su visión sobre la necesidad de acompañar el
futuro estado socialista mundial con un suplemento de alma y espiritualidad que
debía hallar su fuente en una especie de amplia Iglesia ecuménica unificada, de
tendencia conservadora y ritualista, como lo que él había conocido en
Cambridge.
Durante la
II Guerra Mundial, sus relaciones del
Intelligence Service lo pusieron en relación con el Movimiento litúrgico belga
que ya preparaba el Concilio., hacia el que adoptaría luego una actitud
crítica, por haberse alejado de su matriz y modelo, la Alta Iglesia de Inglaterra.
Finalmente, se convertirá al nuevo catolicismo
conciliar tan bien representado por una Madre Teresa de Calcuta que no pretendía
convertir a nadie, y que él se encargó de hacer descubrir al público
anglosajón.
Todo ello nos indica que estamos en presencia
de quien introdujo a Richard en los arcanos del sistema mundialista, en su aspecto
primario y más importante, y también más desconocido: El religioso-espiritual.
Ese sistema de dominación definitiva funciona de manera dialéctica, hegeliana,
cabalística: Tesis, a la que se opone una antítesis, que se fundirán en una
síntesis, y así una y otra vez, hasta que todas las resistencias a ese Nuevo
Orden Mundial queden diluidas en un Leviatán mundial muy parecido a lo
reflejado en las obras de esos grandes iniciados rosacruces llamados A. Huxley
y G. Orwell, cuyas advertencias vemos cumplirse bajo nuestros mismos ojos.
Se trata de controlar todos los intervinientes
que se oponen aparentemente, mientras se los lleva sin que lo sepan a una
futura unión de contrarios, por ejemplo, la que se intentó entre la doctrina
católica bimilenaria, y “las mejores conquistas de dos siglos de civilización
liberal” (J. Ratzinger).
Se preparó al joven Richard para ser el
muñidor de uno de los extremos oponentes a la nueva síntesis conciliar, con la
misión de facilitar la incorporación del mayor número posible de sus
adherentes, convenientemente reagrupados en la FSSPX , dentro de la Nueva Iglesia inaugurada por el
Concilio Vaticano II.
Para ello, se había previsto una estrategia
conocida como “la pinza”: Una de las mandíbulas estaría compuesta por un buen
núcleo de infiltrados en la
FSSPX , alumnos del filósofo hegeliano alemán Rainhart Lauth,
y presidido por el teutón Padre Schmidberger, que tenía contactos directos con
el futuro cardenal y papa Ratzinger. Estos debían hacer todo lo posible por
neutralizar los esfuerzos de resistencia de la Fraternidad , sin
parecerlo, evidentemente.
Pero como siempre iba a existir un núcleo de
gentes menos engañables o comprables, era necesario organizar también una “leal
oposición”, aparentemente opuesta a cualquier acuerdo con la Roma conciliar, pero minada
por los mismos errores teológicos y estratégicos que su contraparte acuerdista,
e igualmente controlada por algunos agentes de influencia.
Ese será el papel asignado al joven
Williamson, que se destacó desde sus primeros tiempos en Ecóne como federador
de la facción más dura, y cuasi sedevacantista, sin salirse jamás del guión
elaborado muchos años antes.
Una vez separados los dos anillos, y absorbido
el más numeroso por la Roma
conciliar, neutralizar el otro es un juego de niños, corrientemente practicado
por los Servicios:
Ese joven tan brillante, prometedor y bien
formado adoptó cada vez más un disfraz, aparentando ser un estrafalario inglés,
capaz de salir con las afirmaciones más imprudentes o inoportunas,
incontrolable e inclasificable, gran defensor de la Tradición y paladín de
las esencias, un inofensivo y excéntrico prelado británico que sería sin
embargo capaz de tomar la sucesión de Mons. Lefebvre si lo peor llegaba a
ocurrir.
Lo mismo que Roncalli disfrazándose de
inocente, apolítico e ingenuo párroco de pueblo, iba a conseguir por allí el
envenenamiento intelectual y espiritual de los resistentes, sin que éstos se
dieran siquiera cuenta.
Como veremos, los actos incoherentes de un
excéntrico van a mostrarse de una coherencia absolutamente británica.
Empezando por su gestión del Seminario
norteamericano de Ridgefield, Connecticut.
No por nada, desde sus días de seminarista,
Richard se ganó fama de poco claro, reflejado en el mote que le pusieron:
“Tricky Dickie” o “Tricky Richie”.
Su administración de los seminarios se
caracterizaba por lo siguiente: “Normalmente, antes de llegar, las disensiones
producidas por las incoherencias doctrinales y prácticas de la Fraternidad se
mantenían en un nivel aceptable, dentro de una convivencia pacífica y armoniosa.
Era llegar él, y ver cómo rápidamente, las tensiones aumentaban hasta hacerse
insostenibles, resolviéndose muchas veces con la salida o expulsión de muchos
elementos valiosos y combativos, mientras se prefería a los “piadosos” que eran
capaces de cambiar muchas veces de criterio a la primera insinuación de sus
superiores.”
“El método del P. Williamson era el típico de
un agente provocador: Primero grandes declaraciones excesivas destinadas a
provocar fuertes reacciones de aprobación y oposición entre los seminaristas,
para a continuación identificar los elementos menos maleables e irlos aislando
y humillando hasta que ellos mismos se marchaban, o eran expulsados.” “La Misa del P. Williamson era
tan escandalosa, despachada sin el más mínimo respeto de las rúbricas, que
procuraba no tener que asistir a ella.”
Por no hablar del sistema de auténtico
espionaje que ponía en vigor en los seminarios de los que fue superior, en que
una camarilla de favoritos eran encargados de espiar todos los hechos, dichos y
omisiones de sus compañeros, con informes puntuales y circunstanciados mañana y
tarde, haciendo reinar un auténtico ambiente de terror policíaco tan típico de
la actual FSSPX.
Así ocurrirá en el seminario americano de la Fraternidad , en el que
un grupo de 9 seminaristas empezó a cuestionarse seriamente algunas de las
posiciones más problemáticas de su fundador, como el reconocimiento de unas
autoridades evidentemente heréticas, y por ende, ilegítimas, mientras por otra
parte se les resistía y desobedecía sistemáticamente; o la adopción de las
primeras versiones bugninianas como liturgia oficial, o las crecientes dudas
sobre la validez de las órdenes conferidas con el Ordinal del 18 de Junio 1968,
la aceptación de falsas anulaciones matrimoniales, sólo por apuntar algunas.
Williamson fue haciendo aumentar las
tensiones, hasta que un 27 de Abril 1983, el mismo Mons. Lefebvre,
evidentemente aleccionado por los dos topos hegelianos Schmidberger y
Williamson, rechazó con evasivas enfrentar esas cuestiones, y empezó un largo y
doloroso proceso para hacerse con unas propiedades que los católicos americanos
habían puesto a disposición de la Fraternidad con la condición de mantenerse fuera
del alcance de la Roma
modernista, condición que el arzobispo no parecía dispuesto a cumplir.
Pasando sobre sus años presbiterales, vamos a
fijarnos en su etapa episcopal, en que se irá revelando el auténtico
Williamson:
Por ejemplo, su escudo episcopal, en que, como
es sabido, el electo refleja su personalidad e intenciones:
Como ven, el típico escudo rosacruz, en el que
la rosa de la Sabiduría
y Ciencia Místicas cubre, y domina la
Cruz , formando una RosaCruz!?
Más: Esa rosa-pentáculo que parece doble, (con
otra en el centro), es exactamente la misma que aparece en el escudo Tudor,
reflejado en la Mesa Redonda
iniciática de Winchester.
Y para coronar el todo, un león gladífero, que
todos los iniciados británicos reconocerán como el de Venecia en guerra,
precisamente cuando la facción de los Giovini, sabiendo que la laguna ya no les
ofrecía la protección de antaño, habían elegido a Inglaterra como nueva base de
operaciones, desde la que edificaría el sistema esclavista-usurero anglo
veneciano que aún nos domina.
Lo más curioso del asunto, es el cambio
sobrevenido en el escudo:
Primero, éste publicado por Fideliter en 1988
Fíjense en la escritura romana, y en la forma
de la “rosa”.
Ahora, fíjense en este
escudo:
Es el del MI 5, la casa de James Bond, los
espías fundados por el satanista John Dee, en tiempos de la pérfida y
anticatólica Isabel.
Cuando uno recuerda que el simbolismo de la
rosa sobre la cruz, significa que es el sello del silencio de aniquilación
sobre la obra de la
Redención , que se hace eficaz en primer lugar a través de los
Sacramentos, frutos de la Cruz ,
tal vez ciertas cosas empiecen a tener sentido…Las dos rosas del MI 5
combinadas en un solo escudo, ¿Curioso no?
Sobre todo cuando sabemos que son
especialistas en jugar con las dobles interpretaciones.
“Fidelis inveniatur”, sea hallado fiel,
pero…¿A quién? That is the question.
Cuesta creer que con esos sulfurosos
antecedentes, Mons. Lefebvre haya cometido la grave imprudencia de ordenarlo
sacerdote, tras un tiempo de seminario excepcionalmente breve, y más aún, de
haber promovido al episcopado a un antiguo hereje, cosa que los cánones
prohíben, exigiendo para ello una dispensa especial que Mons. Lefebvre no podía
otorgar.
Creo que ya es más que hora de que nos
asomemos a la obra de saboteador que en el terreno doctrinal ha realizado Mons.
Williamson en su años de episcopado, con perseverancia digna de mejor causa:
Brevemente:
-
Negación de la infalibilidad del
Magisterio ordinario del Papa, o del Magisterio Ordinario Universal, con la
excusa de las famosas e inexistentes “condiciones”.
-
Negación del Papa como Regla
próxima de la Fe ,
sustituido por la regla remota, es decir, la Tradición.
-
Negación de la infalibilidad del
Papa en su aprobación de los ritos litúrgicos, pudiendo un Papa, según él,
aprobar un rito “intrínsecamente nocivo” e incluso gravemente herético, además
de inválido.
-
Afirmar que una definición
dogmática puede ser buena en sí, pero mala per accidens.
-
Esas definiciones serían debidas
únicamente al enfriamiento de la caridad…
-
Et alibi, aliorum, plurimorum, que
suele predicar corrientemente la
FSSPX.
Además, el supuesto contrarrevolucionario
incorruptible es el que hizo apología del Motu Propio-trampa, ya que rebajaba
al Rito Romano auténtico, de ser la liturgia todavía oficial de la Iglesia Romana , a ser una
simple “Forma extraordinaria, es decir, excepcional u museística, mientras el
engendro bugniniano era ascendido oficialmente a Forma oficial ordinaria, y por
ende, obligatoria, del Rito Romano.
Es también el mismo “duro” el que agradece a
Benedicto XVI el levantamiento de unas excomuniones, absolutamente inválidas,
pero que él acepta como válidas, condenándose a sí mismo.
También es el mismo conservador de las
esencias, el que describe a Ratzinger como un hombre sincero, amante de la Tradición católica de la Baviera de su infancia,
pero con una mente liberal que le impide advertir las contradicciones entre esa
Tradición y los errores conciliares. Por esa razón, Williamson pretende que
sólo sería un hereje material, y que esa situación le permitiría seguir siendo
Papa, a pesar de predicar la herejía, y favorecerla por todos los medios. Es lo
que algunos han llamado “mentevacantismo”.
Pero cuando nuestro personaje riza el rizo, es
con su afirmación de que el Papa es Soberano de dos Iglesias contrapuestas: Es
Papa de la nueva iglesia conciliar, pero también de lo que queda de la antigua
Iglesia Católica. Si esto no se parece a la fusión de contrarios de los
cabalistas, que venga Dios y lo vea.
Está claro que W. hace todo lo que debe un
buen quintacolumnista para mantener a todos los fieles aún católicos en las
manos de la iglesia conciliar, bajo apariencias precisamente contrarias, por
medio de declaraciones altisonantes, pero vacías y de ningún crédito.
Como si esto no fuera suficiente, el
interfecto se ha señalado últimamente por su apoyo a una falsa mística
italiana, María Valtorta, previamente condenada por el Santo Oficio por los
graves errores doctrinales y morales inclusos en sus libros.
El iluminismo de Mons. Fellay y sus Cruzadas
del Rosario trucadas se ve ampliamente correspondido por el iluminismo de un
Mons. Williamson, capaz de dar crédito público a cualquier falsa aparición que
pueda favorecer su agenda.
Vista la seguridad doctrinal de nuestro
biografiado, nos costará menos entender por qué se va a convertir en uno de los
principales actores en la obra de ocultamiento de uno de los más graves
problemas de nuestro tiempo: La desaparición de los sacramentos válidos,
obturación de las principales fuentes de esa Gracia que hace nacer y crecer a
los cristianos, a la vez que impide el dominio del demonio sobre nuestro mundo.
Bien decía el rosacruz Martín Lutero (aquí
tienen su escudo)
¿Les suena?
que el principal objetivo a alcanzar si
querían ver desaparecer la Iglesia Católica
era destruir la Misa :
“Cuando hayamos aniquilado la
Misa , habremos aniquilado el Papado en su totalidad. Porque
es sobre la Misa ,
como sobre una Roca que el Papado se apoya con sus monasterios, sus altares,
sus ministros y sus doctrinas. Todo esto caerá cuando su sacrílega Misa hay
sido reducida a polvo”
Y es el mismo Lutero el que confiesa que esas
palabras provenían directamente del diablo, mientras estaba refugiado en el
castillo de Wartburg.
Pero decía a continuación: “Sin embargo, para
conseguir este fin con éxito y sin peligro, será necesario conservar algunas
ceremonias de la Misa
antigua para los de mente débil, quienes se escandalizarían con un cambio más
rápido”
Toda la historia de la Iglesia de Inglaterra va a
ser una ilustración de esa advertencia. Va a ser un gran laboratorio en que
pudo experimentarse cómo desustanciar, protestantizar, cabalizar,
desobrenaturalizar y despojar de sus verdaderos poderes sobrenaturales a la Iglesia , manteniendo al
mismo una apariencia católica y respetable, cosa que no había logrado el
protestantismo clásico, luterano, calvinista o puritano.
Cuando esas experiencias llegaron a plena
maduración, a fines del S. XIX, la siguiente fase debía comenzar: Transformar a
la Iglesia de
Roma según el patrón de lo experimentado en Inglaterra.
Primero se intentó con la “Corporate reunion”,
en que toda la Iglesia
de Inglaterra en bloque se habría reunido con la de Roma, manteniendo sus
peculiaridades. Lo malo es que entre éstas, se encontraban también un ritual de
ordenación de sacerdotes y de consagración de obispos radicalmente inválido,
porque se había extirpado de ellos cualquier referencia a la Misa como sacrificio
expiatorio a favor de vivos y de difuntos.
El Papa León XIII acabó declarando definitiva
e infaliblemente en Apostolicae Curae la nulidad total de sus órdenes, y por
consiguiente, de casi todos los sacramentos conferidos por tales clergymen.
Si ese proyecto hubiera tenido éxito, se
habría seguido para la Iglesia
católica una espantosa confusión en donde ya no habríamos sabido quién estaba
válidamente ordenado, y quien no.
Volvieron a intentarlo después del Concilio,
con motivo de la reforma general de la liturgia imperada por aquél, y esta vez
tuvieron éxito. Por la Constitución
Pontificalis Romani del 18 de Junio de 1968, impusieron a
toda la Iglesia
un nuevo ordinal radicalmente alterado, y absolutamente incapaz de hacer
verdaderos sacerdotes y obispos, a tenor de las normas de León XIII, por
defecto objetivo en el mismo rito.
Mientras los tradicionalistas se fijaban en la
Misa Nueva , también inválida y herética,
pocos se fijaron en que su fuente, el sacerdocio, había sido herida de muerte,
poniendo a la iglesia conciliar en la misma situación que la anglicana. Como
decía el sabio, se fijaron en las manzanas del suelo, sin darse cuenta de que
estaban aserrando el manzano.
Varios fueron los que desde los años 70-80 han
ido dando la voz de alarma ante ese gravísimo problema, del que el mismo Mons.
Lefebvre era consciente, hasta que el dúo infiltrado Schmidberger- Williamson
lo convencieron asegurándole que la forma nueva y perfectamente inválida del
nuevo rito era en verdad una fórmula oriental antiquísima aún en uso en algunas
iglesias como las de los sirios o maronitas.
Desgraciadamente para ellos, el comité de
estudios Rore Sanctifica empezó desde los años 2000 a publicar estudios
sistemáticos que refutaban totalmente esa mentira caracterizada y ponían en
relieve la actuación de las logias masónicas rosa-cruces británicas en la
subversión de la Iglesia Católica
desde el S. XVI.
Casualidad, casualidad, será Mons. Williamson
el que intentará cerrar la boca y las mentes de los miembros de la FSSPX con una verdadera
campaña de terrorismo intelectual y presiones de todo tipo, impidiéndoles
conocer esas investigaciones, y encargando a los dominicos de Avrillé, en su
prestigiosa revista “Le sel de la terre”, una refutación en regla de las
afirmaciones de Rore. Éstos arruinaron completamente su crédito con una
refutación donde no se sabe si sobresale más la ineptitud o la mala fe.
No mejor suerte corrió el estudio publicado
por el P. Calderón, profesor del Seminario argentino de La Reja , del que casualmente era
superior el mismo Mons. Williamson.
Por no hablar de la obrita publicada por el P.
Celier, bien conocido infiltrado que benefició de la protección constante de
Mons. Williamson, hasta cuando publicó una auténtica propeudéutica ocultista
llamada “El dios mortal”.
Como decía antes, el incoherente prelado
demostraba una coherencia absoluta cuando se trataba de proteger a la nueva
iglesia conciliar en los dos “secretos” que ésta más teme ver descubiertos ante
el gran público:
Dos tipos de poderes son los que constituyen
toda jerarquía legítima: Un poder de Orden, sacramental, sobre el alma de los fieles
y las cosas sagradas, a través de las cuales se comunica la Gracia que salva, sana,
eleva, santifica y glorifica al ser humano y lo protege de los ataques de
Mundo, Demonio y Carne.
Y otro, el poder de jurisdicción, que se
recibe por colación de la autoridad superior, en último término, el Papa.
Lo último que les interesa a los prelados
conciliares actuales es que sus fieles comprendan que no sólo no tienen ningún
poder de jurisdicción sobre ellos, por haber salido de la Iglesia hace decenios,
sino que además, tampoco tienen poder de Orden, por haber sido ordenados con un
ordinal infalible y voluntariamente inválido.
Una vez desenmascarados como lo que son, unos
puros laicos (en parte), usurpadores de la autoridad apostólica y del nombre de
católicos, se acaba el chollo, y se verían expulsados de las iglesias que
llevan saqueando y vandalizando desde hace decenios.
Y ya que llegamos a la cumbre de la infamia,
todavía nos queda referirnos a un tema harto espinoso, pero absolutamente
necesario para entender ciertos sucesos eclesiásticos.
Además de proteger a todo tipo de subversivos,
parecería que Mons. Lefebvre también protegía a otro tipo de corruptores, los
sexuales.
Por ejemplo, un cierto Padre Urritigoity,
originario de Mendoza (Argentina), fue denunciado ya en 1987 por el superior
del seminario de La Reja ,
el P. Morello, y recibiendo la especial protección del superior de distrito, el
futuro Mons. De Galarreta, por presiones de la familia Calderón.
Éste organizó el traslado del denunciado al
seminario de Winona, en Estados Unidos, cuyo superior era…¡Mons. Williamson!
Su antiguo superior, el P. Morello, dirigió
entonces a Mons. Williamson un informe canónico donde ponía en evidencia las
graves desviaciones sexuales del encausado, junto con algún que otro ataque e
intento de seducción homosexual perfectamente comprobado y documentado. A la
vista de las pruebas, pedía encarecidamente al obispo británico que no ordenara
a tal sujeto.
No sólo fue ordenado por el mismo W.,en 1989,
sino que el expulsado fue precisamente el denunciante, bajo acusaciones, por
supuesto, de sedevacantismo.
Como era de esperar, el mismo amigo de W. y
entonces superior de la
Fraternidad , P. Schmidberger, fue el que se encargó de
tranquilizar al resto de su organización, que había logrado enterarse de este
vergonzoso asunto.
No bastando con ello, el mismo Williamson
promovió al P. Urritigoity a puestos de influencia y responsabilidad, como los
de profesor de Dogma, Latín y Música Sacra, desde los que pudo con toda
tranquilidad seguir perpetrando sus fechorías, sin que su superior pudiese
alegar desconocimiento, conocido como es por enterarse y llevar registro
escrito de TODO lo que ocurría en el seminario.
Sólo en 1997, cuando el escándalo empezó a
amenazarlo personalmente, se resignó a separarse de ese sacerdote talentuoso
pero un tanto orgulloso, según sus palabras, y aún transcurrieron dos años
hasta que por fin, Mons. Fellay denunciaba oficialmente el comportamiento
criminal del favorito del británico.
Ya en 2001, el P. Urritigoity, que entre
medias había ingresado en la peculiar Sociedad de San Juan, era citado ante los
tribunales por el Doctor Bond, superior de la escuela San Justino, bajo el
cuidado de la citada congregación, y testigo de las reprobables acciones del susodicho.
Pueden alegar que el mejor escribiente echa un
borrón, y que se trata de un fallo aislado, pero será poco creíble si
consideramos que en el mismo año 2001, fue el P, Ensey, sucesor del P.
Urritigoity como director espiritual, el que se vió encausado por asaltos
homosexuales a sus dirigidos.
Máxime cuando los abusos perpetrados por tales
monstruos no parecen haber sido únicamente de naturaleza sexual, sino que eran
vectores de un modernismo litúrgico, doctrinal y espiritual tan escandaloso que
muchos seminaristas tuvieron que abandonar, asqueados ante las complacencias
del obispo que todos aclamaban como ciudadela de la ortodoxia.
Por ejemplo:
“Odiaba el Santísimo Sacramento. Incitaba a
sus dirigidos a evitar la
Bendición con el Santísimo, y a que los que no pudieran
evitarla se quedasen sentados.”
“Despreciaba las estatuas, por lo que organizó
una campaña para retirarlas del seminario y sustituirlas por iconos, tanto en
el mismo seminario como en varias capillas de Estados Unidos.”
“Había formado a sus sacerdotes para que
presidieran una especie de “Comida de Seder” la víspera de su primera Misa.”
“Inducía a los seminaristas a que se bañaran
desnudos en sus excursiones fuera del seminario”
Cuando hemos visto la importancia que la
homosexualidad ha tenido en la formación de redes subversivas dentro del clero
católico de los dos últimos siglos, no menos que en su infiltración por todo
tipo de agentes, entre los cuales los británicos se han revelado los más
hábiles, es difícil no sospechar del Graduado de Cambridge…
Ahorraré a los lectores las descripciones más
explícitas de los ataques a los que se entregaban esos individuos,
perfectamente documentados ante la misma justicia norteamericana.
Finalmente, y ante un cierto número de casos
coincidentes, me pregunto si no habría que investigar la posible existencia de
una conexión vasca-argentina-británica, cosa nada extraña si recordamos las
tramas subversivas que desde el S. XIX se han dirigido contra la América católica, real y
española, primero, y contra las españolísimas y muy católicas Vascongadas,
después, siempre bajo patrocinio británico, según confesó el inventor del
nacionalismo paganizante vasco, y de su bandera, Sabino Arana.
Como han podido comprobar, el obispo
Williamson, tras haber debilitado y corrompido el anillo de los acuerdistas, y
haber engañado a sus integrantes acerca de los verdaderos compromisos
estratégicos en medio de los que se halla la FSSPX , va a especializarse a partir de ahora en
desactivar y reducir a la muerte civil a los integrantes del anillo de los
reacios al acuerdo.
Primero los mantendrá en las mismas posiciones
anticatólicas antes aludidas, gran debilidad de la FSSPX , como se puede
comprobar, por ejemplo, en la serie de posts que le dedicó el Padre Iraburu
hace unos cuantos meses. Sobre todo, que nunca jamás se plantee de manera seria
y rigurosa una posible vacancia de la Santa
Sede , y de las demás cátedras episcopales católicas.
Menos aún, por supuesto, plantear el tema
capital de la invalidez de las órdenes sacerdotales y episcopales conciliares.
Pero sí enredarlos en una espiral de
espiritualidad insana, aparicionismo, falsos mensajes y videntes, e incluso un
cierto profetismo apocalíptico de raíces indudablemente cabalísticas.
En cuanto a su influencia social, ¿Qué se
puede esperar de unas personas, sin duda recomendables por sí mismas, pero a
quien van a colgar el infamante sambenito de Nazi, integrista, negacionista,
ultratradicionalista, locos, etc… que no sólo los convertirá en muertos
civiles, sino que podría fácilmente abrirles las puertas de la cárcel, sin que
nadie se atreva a tomar su defensa?
Asociadas con tan sulfuroso personaje, están
anuladas antes mismo de haber empezado a construir cualquier estructura
organizativa, desde cero, sin bienes, ni casi fieles que los sigan.
Y encima, habrán constituido un absceso de
succión, adonde podrán ser enviados todos los que se opongan a la política de
ralliement a la Roma
modernista, perseverantemente perseguido por el jefe del primer anillo,
Mons.Fellay, gobernado por su eminencia gris, el P. Schmidberger, convecino y
condiscipulo del Papa Ratzinger, a quien visita regularmente…
Ya es hora de que los católicos españoles
empiecen a ensanchar sus horizontes, estudiando las tácticas de subversión
utilizadas por el enemigo desde hace cinco siglos, ellos que han olvidado quién
es ese enemigo contra el que lucharon sus antepasados.
Fuente: Http://moimunanblog.files.wordpress.com/2012/10/quien-es-de-verdad-mons-williamson-17.doc
Robert Filmore. 25 de Octubre de 2012