Tomado de la Catena Aurea, de Santo Tomás de Aquino:
Evangelio Según San Mateo, Cap. 28 Ver. 1-7
Mt 28, 1-7
Mas en la tarde del sábado, al
amanecer el primer día de la semana, vino María Magdalena y la otra María a ver
el sepulcro. Y había habido un gran terremoto: porque un ángel del Señor
descendió del cielo, y llegando, revolvió la piedra, y se sentó sobre ella. Y
su aspecto era como un relámpago, y su vestidura como la nieve. Y de temor de
él se asombraron los guardas, y quedaron como muertos. Mas el ángel, tomando la
palabra, dijo a las mujeres: "No tengáis miedo vosotras, porque sé que
buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, porque ha resucitado
como dijo: Venid, y ved el lugar donde había sido puesto el Señor. E id luego,
decid a sus discípulos que ha resucitado; y he aquí va delante de vosotros a
Galilea: allí le veréis. He aquí os lo he avisado de antemano". (vv. 1-7)
San Agustín, in sermonibus de resurrectione.
Después de las burlas y los
azotes, de la hiel y vinagre mezclados, de los tormentos y las llagas sufridas
en la cruz y, finalmente, después de la muerte y la bajada a los infiernos, resucitó
de su tumba la nueva carne, brotó de lo caduco la nueva vida y resucitó la
salvación de la misma muerte, para volver más pura después del sepulcro.
San Agustín, de consensu evangelistarum, 3,24
La cuestión acerca de la hora
en que las mujeres fueron al sepulcro no resulta trivial. San Mateo dice aquí:
"Mas en la tarde del sábado" ( Mt 16,2) etc., a diferencia de lo que dice San
Marcos: "Y muy de mañana, el primero de los sábados vienen María Magdalena
y la otra María, a ver el sepulcro" ( Mc 16,2) 1. Cuando
San Mateo se refiere a la noche, quiere abarcar desde la primera parte de la
noche (que se llama víspera) hasta el final de la misma, en la que fueron al
sepulcro. Y como en el sábado no les estaba permitido hacer esto, llamó noche a
aquel tiempo en que se podía trabajar y por esto hicieron cuanto pudieron
durante lo que podía llamarse noche.
Y así, se dice: "Mas en la
tarde del sábado", como si se dijese: En la noche del sábado; esto es, en
la noche que sigue al día del sábado 2. Las
mismas palabras así lo indican: "Al amanecer el primer día de la
semana". Lo que no comprenderíamos si la palabra víspera significase tan
sólo la primera parte (esto es, el comienzo) de la noche. Pues no puede decirse
que el principio de la noche es la hora que empieza a brillar antes de amanecer
sino más bien la misma noche, que empieza a desaparecer cuando viene la luz. Es
un modo de hablar común en la Escritura el tomar el todo por la parte. Por lo
tanto, se debe entender noche cuando se trata de la víspera, la cual termina al
amanecer y al amanecer fue cuando vinieron al sepulcro.
Beda
O de otro modo, cuando se dice
que las mujeres vinieron en la tarde del sábado a ver el sepulcro debe
entenderse que empezaron a venir en la víspera y cuando empezó a lucir la
mañana del sábado, llegaron al sepulcro. Esto es, prepararon en la víspera las
aromas con que se proponían ungir el cuerpo del Señor, pero los trajeron al
sepulcro a la mañana siguiente. San Mateo dijo esto mismo, pero con oscuridad,
por querer abreviar. Pero los otros evangelistas lo refieren todo y por orden,
explicándolo mejor. El día viernes el Señor fue colocado en el sepulcro. Cuando
las mujeres regresaron de haberlo dejado sepultado, prepararon los aromas y los
ungüentos, mientras les era lícito trabajar. Durante el sábado no hicieron
nada, según estaba mandado en la Ley y así lo dice claramente San Lucas. Pero
una vez pasado el sábado y terminada la víspera, cuando ya llegaba el momento
de poder obrar, compraron con celeridad lo que les faltaba para satisfacer su
devoción (como refiere San Marcos) para ir a ungir al Señor y muy de mañana
fueron al sepulcro ( Mc 16,1-2).
San Jerónimo
No debemos creer, como quieren
los impíos, que la aparente divergencia entre los relatos de los evangelistas
al citar la hora en que las mujeres vinieron al sepulcro es una prueba de la
falta de historicidad de estos relatos. Más bien debemos ver en ello una gran
ansiedad en las mujeres, repitiendo las visitas, yendo y viniendo y no
decidiéndose a abandonar el sepulcro del Señor, ni ausentarse de él.
Remigio
Debe saberse que hablando en
sentido espiritual, San Mateo se propuso demostrarnos la gran dignidad con que
el honor de la resurrección del Señor favoreció a aquella sacratísima noche
después de vencida la muerte. Por esto dijo: "Mas en la tarde del
sábado", etc. Se expresa de este modo porque tiene en cuenta el orden
observado en aquellos tiempos, en que las vísperas se consideraban
pertenecientes a la noche y no al día. En estas palabras se demuestra que el
Señor convirtió esta noche en festiva y brillante por la luz de su
resurrección.
Beda homilia Aest. I
Desde el principio del mundo
hasta nuestros días, se divide el día de tal modo, que la noche precede a la
mañana. Porque el hombre, por el pecado, cayó de la luz del paraíso a las
enfermedades y tinieblas. Ahora sigue muy oportunamente el día a la noche,
cuando por la fe en la resurrección, hemos vuelto de las tinieblas del pecado y
de la sombra de la muerte, a la luz de la vida que nos ha concedido el Señor.
Crisólogo salmo 75
No desaparece el sábado sino
que es santificado por Jesucristo. No dijo vine a disolver la ley, sino a
cumplirla ( Mt 5,17). Es iluminado para que brille en el día
del Señor y resplandezca en la Iglesia lo que se oscureció en la
inagoga por la obcecación de
los judíos. Sigue: "Vino María Magdalena", etc. Tarde busca el perdón
la que temprano corrió a la culpa. La que había caído en el paraíso, se
apresura a recobrar la fe en el sepulcro. Se precipita a sacar la vida de la
muerte, la que había sacado la muerte de la vida. No dijo, pues, vinieron, sino
vino. Bajo un solo nombre vienen dos, no por casualidad sino misteriosamente:
viene la misma, pero distinta, de modo que se moviese por la virtud y no ya
según su vida pasada. Estas dos mujeres, María Magdalena y la otra María 3, son figuras de la Iglesia que precede a los
apóstoles en el sepulcro del Señor, a saber, María es el nombre de la Madre de
Cristo, mas este nombre pertenece a dos mujeres. Porque aquí está figurada la
unidad de la Iglesia compuesta de los dos pueblos, el gentil y el judío. Vino
María al sepulcro como si viniese al seno de la resurrección, como si
Jesucristo naciese otra vez del sepulcro de la fe. Antes había sido engendrado
en un vientre según la carne. Ahora, Aquél a quien la virginidad cerrada había
traído a esta vida, un sepulcro cerrado lo devolvía a la vida eterna. Es un
prodigio de la divinidad el haber dejado íntegra la virginidad después del
parto y haber salido del sepulcro cerrado con su propio cuerpo.
Sigue: "Y he aquí que hubo
un gran terremoto", etc.
San Jerónimo
Dios nuestro Señor, Hijo al
mismo tiempo de Dios y del hombre, demostrando que participa de estas dos
naturalezas, divina y humana, dio un notable ejemplo de su grandeza y de su
humildad. Por esto, aunque como hombre es crucificado y sepultado, sin embargo,
lo que sucede exteriormente da a conocer que es Hijo de Dios.
San Hilario, in Matthaeum.
El terremoto indica el poder de
la resurrección. Porque una vez vencida la pena de muerte y desterradas sus
tinieblas, se conmovió el infierno cuando resucitó el Señor de los poderes
celestiales.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, 90
Sucedió el terremoto para que
se levantasen y velasen las mujeres, porque como se proponían ir y llevar
ungüento, debían de haberse pasado la noche preparando los aromas y
probablemente se habían quedado dormidas.
Beda., in homilia super Venid Maria Magdalene.
Cuando el Señor salió del
sepulcro hubo un gran terremoto (lo mismo que cuando murió en la cruz) y ello
da a entender que los corazones humanos se conmovieron, primero por la fe en la
pasión y fueron incitados después a hacer penitencia por el santo temor de la
resurrección.
Crisólogo, sermon 77 y 74
Si la tierra tembló así cuando
el Señor resucitó para salvación de los santos, ¿cuánto temblará cuando vuelva
para juzgar a los malvados? Dice el Profeta: "La tierra tembló cuando Dios
se levantó a juzgar" ( Sal 75,9). ¿Cómo podrá soportar la presencia de Dios quien no pudo
soportar la presencia de un ángel? Y sigue: "Porque un ángel del Señor
bajó del cielo". Al resucitar el Señor y destruir la muerte, vuelve a
relacionarse el cielo con la tierra y así como en el principio trató la mujer
con el ángel para perdición de la humanidad, ahora otra mujer trata con otro
ángel para la felicidad.
San Hilario, in Matthaeum
Verdaderamente es grande la
prueba que tenemos de la misericordia de Dios Padre, porque cuando resucita el
Hijo, lo honra con el servicio de los ángeles y por lo tanto, antes de la
resurrección uno es enviado para que la resurrección sea anunciada por un
siervo de la voluntad del Padre.
Beda, in homilia super Venid Maria
Magdalene
Como Jesucristo es Dios y
hombre, incluso en los actos de pura humanidad, no le falta nunca la asistencia
de los ángeles que únicamente se debe a Dios. "Y llegando revolvió la
piedra". No porque fuera necesario abrir la puerta para que saliera el
Señor sino para que su salida demuestre a los hombres la realidad del hecho. El
que dentro del seno de una Virgen, siendo mortal, pudo entrar en el mundo
naciendo, estando cerrado el sepulcro, hecho inmortal pudo salir del mundo
resucitado.
Remigio
La piedra rodada del sepulcro
es figura de los Sacramentos de Cristo que ya venían prefigurándose en el
contexto de la Ley. En efecto, la Ley había sido escrita en piedra y por ello
está representada en ella.
Crisólogo, sermon 74
No dice volvió, sino revolvió
la piedra. Porque la vuelta de la piedra era únicamente señal de muerte; pero
el revolver la piedra daba a conocer la resurrección. Aquí se transforma el
orden de las cosas. El sepulcro destruye la muerte y no descompone al muerto,
la casa de la muerte se transforma en habitación de la vida, aparece la
clausura de un modo nuevo, recibe un muerto y lo devuelve vivo. Sigue: "Y
se sentó sobre ella". No se sentó por cansancio sino como doctor de la fe
y heraldo de la resurrección. Y se sentó sobre la piedra para que la
consistencia del asiento fuese motivo de firmeza para los creyentes. El ángel
colocaba sobre la piedra los cimientos de la fe sobre la que Jesucristo había
de fundar su Iglesia. También puede decirse que la piedra del sepulcro es
figura de la muerte con que todos estaban oprimidos y en cuanto a que el ángel
se sentó sobre la piedra, se da a entender, que Jesucristo venció la muerte con
su poder.
Beda, in homilia super Venid Maria
Magdalene
Y apareció estando de pie el
ángel que anunciaba la venida del Salvador al mundo, porque estando así,
manifestaba que el Señor venía a vencer al príncipe de este mundo. Se dice que
se sentó el que anunciaba la resurrección porque así daba a conocer que
representaba a Aquél que una vez vencido el autor de la muerte, ya se había
sentado en el trono de su reino eterno. Se sentó, pues, sobre la piedra rodada
con la que se había cerrado la puerta del sepulcro dando a conocer que el Señor
había destruido con su poder los antros del infierno.
San Agustín, de consensu evangelitarum 3,24
Puede también llamar la
atención que San Mateo diga que el ángel se sentó sobre la piedra separada del
sepulcro y que San Marcos diga que cuando entraron las mujeres, vieron a un
joven sentado a la derecha. Pero debemos entender que San Mateo no habló del
ángel que vieron las que entraron y que San Marcos se ocupó sólo del que vieron
sentado sobre la piedra. Como vieron dos ángeles, oyeron lo que cada uno de
ellos dijo acerca de Jesús. O bien cuando dice que "entraban en el
sepulcro" ( Mc 16,5), debemos entender que lo hacían a alguna parte cercada que
protegía el sepulcro, o sea, algún espacio que había ante la piedra del
sepulcro y en cuya cavidad se había hecho la excavación para la sepultura. Por
lo tanto, pudieron ver al ángel también en el mismo lugar, pero a la derecha y
sentado sobre la piedra, como dice San Mateo.
Sigue: "Y su aspecto
era", etc.
Crisólogo, sermon 75
Se diferencia el resplandor del
rostro de la blancura de los vestidos y se compara el rostro del ángel con el
relámpago y su vestido con la nieve. Porque el relámpago viene del cielo y la
nieve de la tierra. Por esto dice el Profeta: "Alabad al Señor de la
tierra, fuego, granizo, nieve" ( Sal 148,7), etc. Por lo tanto, en el rostro del
ángel se da a conocer la claridad de naturaleza espiritual y en su vestido está
significada la gracia que ha unido la naturaleza humana a la divinidad y así se
manifiesta la aparición del ángel que habla, con el fin de que los ojos de la
carne puedan soportar el resplandor de la claridad, a la vez que por el
resplandor del relámpago teman y respeten al Autor de cuanto existe.
Crisólogo, sermon 77
¿Para qué aprovecha el vestido,
cuando no hay necesidad de cubrirse? Pero el ángel prefigura nuestro vestido y
nuestra forma en la resurrección, cuando el hombre se vestirá con el brillo
mismo de su cuerpo.
San Jerónimo
También el ángel, con su blanco
vestido, representa la gloria del que triunfa.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia. 21,4
O de otro modo, en el relámpago
aparece el terror del que teme y en la nieve la tranquilidad del candor y como
Nuestro Señor es poderoso y terrible para los pecadores y apacible para los
justos, con mucha oportunidad aparece el ángel testigo de su resurrección con
el resplandor de su semblante y con el candor del vestido blanco, aterrando así
a los malvados y halagando a los buenos; por esto sigue: "Y de temor de
él", etcétera.
Rábano
Los que no confían en su amor
se aterran por la ansiedad del temor y los que no quieren creer la verdad de su
resurrección quedan como muertos.
Crisólogo, sermon 75
Guardaban el sepulcro por
crueldad y no por un acto de piedad. No puede sostenerse aquél a quien la
conciencia abate y el remordimiento precipita. Por eso el ángel aterra a los
impíos y habla y consuela a los buenos.
Sigue: "Mas el ángel
tomando la palabra", etc.
San Jerónimo
Los guardias, aterrados,
cayeron como muertos y el ángel, no los levanta sino que anima a las mujeres,
diciendo: "No tengáis miedo vosotras"; como diciendo: Teman aquellos
que permanecen en la incredulidad. Pero vosotras, como buscáis a Jesucristo
crucificado, oíd que ya resucitó, cumpliendo lo ofrecido. Por esto sigue:
"Porque sé que buscáis a Jesús el que fue crucificado".
Crisólogo, sermon 77
Buscaban al crucificado y
muerto, a pesar de que los terribles acontecimientos de la pasión habían
perturbado en parte su fe. Pero había sido tal el ímpetu de su amor, que
buscaban al Señor del cielo aun en el sepulcro. "No está aquí".
Rábano
Esto es, en cuanto a presencia
corporal porque en cuanto a la Divinidad, está en todas partes. "Porque ha
resucitado como dijo".
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 90
Como diciendo: Y si no me
creéis, acordaos de sus palabras. Y todavía añade una nueva razón, cuando dice:
"Venid y ved el lugar donde había sido puesto el Señor".
San Jerónimo
Y si no creéis en mis palabras,
creed en el sepulcro vacío.
Crisólogo, sermon 76
El ángel menciona primero el
nombre, habla de la cruz y habla de la pasión. Pero luego reconoce la
resurrección y a su Señor. Así el ángel, después de tanto tormento y del
sepulcro, reconoce a su Señor. ¿Por qué el hombre ha de creer rebajado a su
Dios cuando lo ve en carne mortal? ¿o ha de considerar que desfalleció su poder
en la pasión? Dice que fue crucificado y muestra el lugar donde había sido
enterrado el Señor para que no se creyese que era otro, sino el mismo,
resucitado de entre los muertos. Y si el Señor volvió a su propia carne y da
señales evidentes de su resurrección, ¿por qué ha de pensar el hombre que
vendrá en otra carne? ¿O es que el siervo desdeña su propia carne, siendo así
que el Señor no cambió la nuestra?.
Rábano
Por medio de estas palabras, no
sólo se ofreció ocasión de alegría al alma interior, sino que se debió poner de
manifiesto a los que verdaderamente lo amaban. Por ello sigue: "Y
marchando pronto", etc.
Crisólogo, sermon 76
Como diciendo: Mujer ya
santificada, vuelve al hombre; persuádelo a que crea, ya que antes le enseñaste
a pecar; cuéntale cómo es verdad que Jesús ha resucitado, una vez que antes
fuiste la causa de su ruina. "Y he aquí va delante de vosotros, etc.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 90
Les dice esto para asegurarles
que no corren peligro alguno, para que así el temor no enfríe su fe.
San Jerónimo
Estas palabras: "Va
delante de vosotros, a Galilea" quieren decir en sentido espiritual que
iba al país inmundo de los gentiles donde antes habitaba el error y la
corrupción y el pie no hallaba vestigio firme y estable.
Sigue: "Allí le veréis; he
aquí que os lo he avisado de antemano".
Beda, in homilia super Venid Maria
Magdalene
El Señor fue visto en Galilea
por sus discípulos cuando ya había pasado de la muerte a la vida, de la
corrupción a la inmortalidad. Galilea quiere decir migración. ¡Felices las
mujeres, que merecieron anunciar al mundo el triunfo de la resurrección! Y más
felices las almas que en el día del juicio (mientras los réprobos se aterran)
merezcan entrar en el goce de la bienaventurada resurrección.