Tomado de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino:
Evangelio según San Marcos, Cap. 16, Ver. 1-7
Mc 16, 1-7
Y pasada la fiesta del sábado,
María Magdalena y María, madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para ir
a embalsamar a Jesús. Y partiendo muy de madrugada el domingo o primer día de
la semana, llegaron al sepulcro salido ya el sol. Y se decían una a otra:
"¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?" La cual
realmente era muy grande. Mas echando la vista, repararon que la piedra estaba
apartada. Y entrando en el sepulcro, o cueva sepulcral, se hallaron con un
joven sentado al lado derecho, vestido de un blanco ropaje, y se quedaron
pasmadas. Pero él les dijo: "No tenéis que asustaros: vosotras venís a
buscar a Jesús Nazareno, que fue crucificado: ya resucitó: no está aquí: mirad
el lugar donde le pusieron. Pero id, y decid a sus discípulos, especialmente a
Pedro, que El irá delante de vosotros en Galilea, donde le veréis, según os lo
tiene dicho". Ellas, saliendo del sepulcro echaron a huir, como que
estaban sobrecogidas de pavor y espanto; y a nadie dijeron nada en el camino,
tal era su pasmo. (vv. 1-8)
Pseudo - Jerónimo
Después de la tristeza del
sábado brilla un día feliz, el primero entre todos, iluminado con la primera de
las luces, pues en él se realiza el triunfo de la resurrección del Señor.
"Y pasada, dice, la fiesta del sábado, María Magdalena", etc.
Glosa
Sepultado el Señor, se ocuparon
religiosamente las mujeres todo el tiempo que pudieron, es decir, hasta la
puesta del sol, en preparar aromas, como dice San Lucas. Pero como no pudieron
concluir en tan corto tiempo, pasado el sábado, esto es, al ponerse el sol y
pudiendo ya trabajar, se apresuraron a comprar aromas, según refiere San
Marcos, para ir por la mañana a ungir el cuerpo del Señor. No querían ir al
monumento el mismo sábado porque se hacia ya de noche. "Y partiendo muy de
madrugada el domingo", etc.
Severiano
Aquí las mujeres obran con la
devoción propia de ellas, llevando los aromas al sepulcro, no por su fe en
Cristo vivo, sino para embalsamar su cuerpo, al que, muerto, obsequian con su
tristeza, y no con la alegría de los triunfos divinos del que va a resucitar.
Teofilacto
Porque ellas no conocen la
grandeza y dignidad de la Divinidad de Cristo. Fueron, conforme a la costumbre
de los judíos, a ungir el cuerpo de Jesús, para embalsamarle y preservarle de
la humedad, porque los aromas tienen propiedades desecativas, y conservan
incorrupto el cuerpo absorbiendo sus humores.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
Por lo que a nosotros toca,
cuando buscamos al Señor llenos del olor de las virtudes con las buenas obras,
vamos también con aromas a su sepulcro."Y partiendo muy de madrugada el
domingo", etc.
San Agustín, De consensu Evangelistarum 3, 24
San Lucas (24,1) dice que estas
mujeres fueron muy de mañana, y San Juan (20,1) que fueron al amanecer, cuando
todavía estaba oscuro. Con ambas versiones se ajusta la de San Marcos, que dice
fue muy de mañana, salido ya el sol, esto es, cuando empieza a clarear el cielo
por oriente, que es cuando se aproxima la salida del sol, porque es su luz la
que produce lo que llamamos aurora. Así es que no es otro el sentido de las
palabras ( Jn 20,1) cuando estaba aún oscuro, porque, al salir el sol, hay todavía un resto
de tinieblas, que disminuye gradualmene a medida que avanza el sol, y porque el
muy
de mañana, salido ya el sol, de San
Marcos, no quiere decir que se viera ya el sol sobre el horizonte, sino que
estaba cerca de él, y empezaba por tanto su luz naciente a iluminar el cielo.
Pseudo - Jerónimo
San Marcos llama muy de mañana al momento que otro Evangelista ( Lc 24,1) llama amanecer. El amanecer es el instante que media entre las
tinieblas de la noche y la claridad del día, en cuyo instante vino la salvación
del género humano, y se anunció su dichosa proximidad en la Iglesia. Así como
el sol hace preceder su luz naciente de una rosada aurora, así el Señor prepara
nuestros ojos para que puedan ver la gracia de su notable esplendor, cuando
brille la luz de su resurrección. La Iglesia toda, a semejanza de aquellas
mujeres, cantará entonces las alabanzas de Cristo, cuando la primicia de su
resurrección anime al género humano, le dé vida, y le ilumine con la luz de la
fe.
Beda, in Marcum 4, 45
Así como estas mujeres, que van
al amanecer al sepulcro, según la historia, muestran una ferviente caridad; así
en sentido místico, nos dan un ejemplo para que, iluminada la faz y despejadas
las tinieblas de los vicios, veamos el modo de ofrecer al Señor el aroma de las
buenas obras y la suavidad de las oraciones.
Teofilacto
Dice el primer día de los
sábados, o de la semana, porque a toda la semana se le llamaba sábado, y al
primer día se le llamaba el primer día del sábado.
Beda, in Marcum 4, 45
O bien, el primer día de los
sábados era el primero contando desde el descanso, que se observaba el
sábado."Y se decían una a otra: ¿Quién nos quitará la piedra?", etc.
Severiano
Se han cerrado vuestros
corazones y vuestros ojos, y no podéis ver la gloria del sepulcro abierto.
"Mas echando la vista, repararon que la piedra estaba apartada".
Beda, in Marcum 4, 45
San Mateo refiere
minuciosamente cómo fue separada la piedra por el Angel. En sentido místico, la
separación de la piedra significa la aclaración de los misterios de Cristo, que
se mantenían velados por la letra de la ley, y la ley estaba escrita en la
piedra. "La cual realmente era muy grande".
Severiano
Y más grande por su mérito que
por su volumen, puesto que fue suficiente para encerrar y ocultar el cuerpo del
Creador del mundo.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
Las mujeres que fueron con los
aromas ven a los ángeles, porque aquellos que en santos deseos van con sus
virtudes al Señor, son los que ven a los seres de arriba. "Y entrando en
el sepulcro, se hallaron con un joven sentado", etc.
Teofilacto
No es de admirar que San Mateo
diga que el ángel estaba sentado sobre la piedra, mientras que San Marcos dice
que las mujeres que entraron en el sepulcro vieron sentado allí al joven,
porque vieron sentado antes en la piedra al mismo que vieron también después
dentro del sepulcro.
San Agustín, De consensu evangelistarum 3, 24
Podemos entender que San Mateo
guardó silencio sobre el ángel que vieron una vez que entraron, y San Marcos
sobre el que vieron fuera sentado en la piedra.Vieron, por tanto, a los dos, y
oyeron a uno y otro separadamente lo que dijeron de Jesús. También podemos
suponer que las mujeres entraron en un recinto del sepulcro cercado entonces de
tapias, que estaba delante de la peña en que fue abierto el sepulcro; de modo
que vieron sentado en aquel espacio a la derecha al ángel que, según San Mateo,
se hallaba sentado en la piedra.
Teofilacto
Algunos suponen que las mujeres
de las que habla San Mateo, no eran las mismas que cita San Marcos; pero, sea
como fuere, siempre entre ellas aparece María Magdalena, llena de ardiente
afecto y de ferviente diligencia.
Severiano
Entraron, pues, las mujeres en
el sepulcro, a fin de resucitar con Cristo, sepultándose antes con El. Y es un
joven al que ven, porque consideran la edad de nuestra resurrección, no
admitiendo edad el estado del que resucita. Donde el hombre no debe nacer ni
morir no admite cambio la edad, ni necesita incremento. Por tanto, pues, vieron
aquellas mujeres, no a un viejo ni a un niño, sino a un joven, que es la edad
en flor.
Beda, in Marcum 4, 45
Vieron sentado al joven a la
derecha, esto es, a la parte sur del sepulcro; pues yaciendo boca arriba el
cuerpo, tenía la cabeza a occidente, y por consecuencia, su derecha al sur.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
¿Qué significa la izquierda,
sino la vida presente; qué la derecha, sino la vida eterna? Y como el Redentor
había pasado ya de esta vida corruptible, el ángel, que había venido a anunciar
su vida eterna, se sentaba con razón a la derecha.
Severiano
Ven al joven sentado a la
derecha, porque en la resurrección no hay nada de la izquierda, y estaba
cubierto con túnica blanca, que no era un tejido de vellón de lana, sino toda
de fuerza vital, de esplendente de luz celestial, no de color terreno. Por lo
que dice el Profeta: "Cubierto estás de luz como de un ropaje" ( Sal 103,2); y hablando de los justos: "Entonces
los justos resplandecerán como el sol" ( Mt 13,43).
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
O apareció cubierto de una
túnica blanca, porque nos anunciaba las alegrías de nuestra festividad, y
porque la blancura de su vestido anunciaba el esplendor de nuestra solemnidad.
Pseudo - Jerónimo
Este vestido blanco es también
la verdadera alegría, una vez expulsado el enemigo y conquistado el reino, y
buscado y encontrado el rey de la paz para no volver a perderle. Este joven,
pues, manifiesta la forma de la resurrección a los que temen la muerte, y si
quedaron pasmadas, fue porque no vio el ojo, ni oyó el oído, ni subió al
corazón del hombre lo que tiene Dios preparado a los que le aman ( Is 64,4; 1Cor 2,9)."Pero él les dijo", etc.
San Gregorio, homiliae in Evangelia, 21
Como si dijera: Que teman los
que no aman la venida de los habitantes del cielo, y tiemblen los que, presos
en las redes de sus carnales deseos, desesperan de poder llegar a su compañía.
Pero en cuanto a vosotras ¿por qué ha de haceros temblar la vista de vuestros
conciudadanos?
Pseudo - Jerónimo
No hay temor en la caridad ( Jn 1,4) ¿Por qué habían de pasmarse las que
encontraban lo que buscaban?
San Gregorio, homiliae in Evangelia, 21
Pero oigamos al ángel: Vosotras
venís a buscar a Jesús Nazareno. Jesús significa saludable, esto es, Salvador.
Pero como muchos podían llamarse Jesús, no sustancial, sino nominalmente, le
junta el nombre patronímico nazareno, para indicar de qué Jesús se trata. Añade
la razón de que le busquen diciendo que fue crucificado.
Teofilacto
No nos avergoncemos, pues, de
la cruz; que en ella está la salvación del hombre y el principio de la
bienaventuranza.
Pseudo - Jerónimo
Ha desaparecido, pues, la raíz
amarga de la cruz: la flor de la vida brotó con el fruto, es decir, el que
yacía en la muerte se ha levantado glorioso. "Ya resucitó; no está
aquí".
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
No está aquí, dice, en cuanto a
su presencia corporal, porque en cuanto a su majestad divina nunca falta en
ninguna parte.
Teofilacto
Es como si dijera: ¿Queréis
cercioraros de su resurrección? "Mirad, dice, el lugar donde le
pusieron". Y para mostrar que estaba vacío el sepulcro había dado vuelta a
la piedra.
Pseudo - Jerónimo
Se manifiesta la inmortalidad a
los mortales para que rindan la debida acción de gracias y para que conozcamos
lo que hemos sido y sepamos lo que hemos de ser."Pero id, y decid a sus
discípulos", etc. Es a las mujeres a las que dice que se lo anuncien a los
Apóstoles, porque por la mujer fue por quien se anunció la muerte, y la mujer
debe anunciar la vida. "Y especialmente a Pedro", añade, porque por
haber negado tres veces a su Maestro se juzgaba el más indigno de ser Apóstol,
pero no dañan los pecados pasados cuando no agradan.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
Si no le hubiera nombrado
especialmente el ángel, no se hubiese atrevido a volver entre sus discípulos
por haber negado a su Maestro, y nombrándole así, le libra de la desesperación
en que había de caer por su negación.
San Agustín, de consensu evangelistarum, 3,25
Las palabras "que El irá
delante de vosotros a Galilea", dan a entender que no había de presentarse
Jesús a sus discípulos después de la resurrección, sino en Galilea. San Marcos
no hace mención de esta aparición. Primero dice que muy de madrugada el primer
día del sábado se apareció a María Magdalena, y después a otros dos discípulos
que iban al campo, lo que sucedió en Jerusalén el mismo día de la resurrección.
Después refiere la última aparición, que sabemos tuvo lugar en el monte de los
Olivos, no lejos de Jerusalén. San Marcos, pues, no habla nunca de la
realización de la promesa que refiere del ángel. Por el contrario, San Mateo no
refiere ninguna otra aparición del Señor a sus discípulos después de la
resurrección, sino la ocurrida en Galilea, según la predicción del ángel. Pero
como no dijo cuándo había de ocurrir, ni expresa tampoco San Mateo el día ni el
orden de los hechos cuando dice que los discípulos fueron a un monte en
Galilea, lejos de perjudicar su relato al de los otros Evangelistas, da lugar a
que sean entendidos y aprobados. Pero todo fiel debe indagar el misterio que se
encierra en la seguridad que da el Señor de que no se presentará a sus
discípulos en ninguna parte antes que en Galilea, en donde le vieron luego.
San Gregorio, homiliae in Evangelia, 21
La palabra Galilea significa
migración: y verdaderamente que nuestro Redentor pasó de la pasión a la
resurrección, de la muerte a la vida. Nosotros llenos de júbilo contemplaremos
después la gloria de su resurrección, si pasamos ahora de los vicios a la
altura de las virtudes. El que se anuncia, pues, en el sepulcro, se manifiesta
en la transformación, porque es en la transformación de la mente en donde se
reconoce al que se ha reconocido en la mortificación de la carne.
Pseudo Jerónimo
Palabra insignificante por sus
sílabas, pero muy importante por la promesa que anuncia: allí está el manantial
de nuestra alegría y el origen de la salvación eterna; allí se congregarán los
dispersos y sanarán los de corazón contrito ( Sal 146). Allí le veréis, dice el ángel, pero no
como le visteis.
San Agustín, de consensu evangelistarum, 3,24
Se significa también que la
gracia de Cristo había de pasar del pueblo de Israel a los gentiles, los cuales
no hubieran podido de ningún modo recibir la predicación de los Apóstoles, si
antes el Señor no les hubiese abierto camino preparando los corazones.
"Que El irá delante de vosotros a Galilea, donde le veréis", esto es,
donde encontraréis sus miembros."Ellas, saliendo del sepulcro, echaron a
huir como sobrecogidas que estaban de temor y espanto".
Teofilacto
Esto es, el estupor que les
causaba la vista del ángel y la resurrección.
Severiano
El ángel está sentado en el
sepulcro, del cual huyen las mujeres. El confía en su sustancia celestial, y
ellas temen por su condición terrena: pues no sabe temer al sepulcro quien no
puede morir. Pero estas mujeres tiemblan por lo que ven, y como mortales,
sienten el frío de la muerte al aspecto de esta tumba.
Pseudo Jerónimo
Se refiere esto también a la
vida futura, de la que huirán el dolor y el gemido. Huyendo de la muerte y del
pavor, nos ofrecen las mujeres, antes de la resurrección, una idea de lo que
hacen después de ella."Y a nadie dijeron nada: tal era su pasmo".
Teofilacto
Sea a causa de los judíos, sea
por el temor que les produjo aquella visión, no decían nada de lo que habían
oído.
San Agustín. de consensu
evangelistarum, 3,24
Acaso se pregunte cómo dice
esto San Marcos, siendo así que dice San Mateo "que salieron del sepulcro
con temor y grande alegría para anunciarlo a los discípulos" ( Mt 28,8). Tal vez, sin embargo, consiste en que no
se atrevieron ellas a decir a nadie lo que habían oído a los ángeles, ni aún a
los guardias que estaban echados allí. Porque la alegría que dice San Mateo, no
se opone al temor del que habla San Marcos, y deberíamos entender que ambos
sentimientos dominaron en el ánimo de las mujeres, aunque no hablara San Mateo
del temor. Mas como dice él mismo que salieron del sepulcro con temor y grande
alegría, no hay lugar a cuestionar este asunto.
Severiano
Es significativo también que
las mujeres no dijeran nada a nadie, puesto que las mujeres deben oír y no
hablar, aprender y no enseñar.