San Juan Apocaleta
Difundid Señor, benignamente vuestra luz sobre toda la Iglesia, para que, adoctrinada por vuestro Santo Apóstol y evangelista San Juan, podamos alcanzar los bienes Eternos, te lo pedimos por el Mismo. JesuCristo Nuestro Señor, Tu Hijo, que contigo Vive y Reina en unidad del Espíritu Santo, Siendo DIOS por los Siglos de los siglos.
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"Sancte Pio Decime" Gloriose Patrone, ora pro nobis.
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jueves, 30 de agosto de 2012
Pero, ¿Acaso sería factible hoy la Consagración de Rusia?
Es hoy "moneda corriente" dentro de una parte del mundo "católico", incluso dentro de no pocos sectores "tradicionalistas", la pueril ilusión de que aún es posible la consagración de Rusia. A estos nostálgicos, "prestidigitadores" del mensaje de Fátima, que adolecen de conocimientos básicos de la gramática más elemental, pues es evidente que vacan y les faltan conocimientos gramaticales, por lo menos, en lo que al futuro imperfecto se refiere. El futuro imperfecto puede tener diversos matices; uno sería el desiderativo, potencial, es decir inacabado e incierto, por ejemplo: "no matarás; no jurarás en vano", ¿Quiere acaso decir que esa persona o personas a las que se impone el mandamiento, no matarán o no jurarán en vano? También puede contener una conjetura o probabilidad: para indicar el carácter robable o posible de una acción y para formular hipótesis, cuando el hablante no está seguro, utilizando el si condicional. Por otra parte el llamado futuro de mandato, aunque tenga un sentido prospectivo y un carácter modal de obligación, equivalente a un imperativo, utilizado para dar órdenes tajantes y categóricas, aún tratándose de órdenes, leyes, mandamientos, etc., de una inmensa fuerza, que no ofrecen la posibilidad de ser rechazadas o de rebelarse ante ellos, siempre existe la posibilidad de que lo mandado se realice o no. Véase por ejemplo el mandato de Dios en el Paraíso Terrenal a nuestros primeros padres.....
La frase: "el Papa me consagrará Rusia" no quiere decir que aquel no se niegue y no haga caso de lo mandado, donde existe una conjetura, una probabilidad... como así ha sucedido. Además el sentido que da Nuestra Señora a la frase en cuestión, es un sentido cuasi potencial, desiderativo, si no ¿por qué Nuestra Señora deja en el aire la posibilidad de su no cumplimiento? «Vendré a pedir la Consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis deseos Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras... varias naciones serán destruidas.» Errores que ya, desafortunadamente, han sido esparcidos por el mundo, pues hoy tendríamos que plantearnos incluso, si no está más corrompido el Occidente antes Católico que la antigua URSS. Queda claro además, que Nuestra Señora presentó la disyuntiva: si o no.
Puede haber también un futuro imperfecto con valor concesivo: Aunque no cumpláis con lo pedido..... sería el siguiente caso:
“Para salvarlos, el Señor quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Si se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Si no, esparcirá sus errores por el mundo y habrá guerras y persecuciones a la Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Papa tendrá que sufrir mucho. Varias naciones serán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Este último futuro, "triunfará", sí que tiene un valor absolutamente categórico, pues es nada mas y nada menos que la palabra de Nuestra Señora, y de Ella y sólo de Ella depende su realización.
Queda pues de manifiesto que aunque no se cumpla el deseo de Nuestra Señora, al fin su Inmaculado Corazón triunfará. ¿Cuándo? al fin, es decir al unísono con el triunfo de Cristo Rey, muy sencillo: en la Parusía de Nuestro Señor. Todo lo demás no son sino elucubraciones pretenciosas y deducciones ridículas, propias todas ellas de mentes calenturientas, empobrecidas, desestructuradas y faltas de sentido común.
El problema de todo esto sigue siendo que no existe la visión apocalíptica del momento actual y éste es precisamente el centro fundamental del mismo. O se profundiza teológicamente, haciendo una exégesis afortunada y concienzuda del Apocalipsis de S. Juan, que bastante literatura hay al respecto, o llegará la Parusía y seguirán pensando en la ya caduca, anacrónica e imposible consagración actual de Rusia.
Andrés Carballo.
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Esta importante aclaración de Andrés Carballo, ha sido para mí muy reveladora y esclarecedora sobre un problema que desde hace mucho tiempo me planteaba el Tercer Secreto de Fátima, sobre la consagración de Rusia. Pues en realidad había algo que no cerraba, que no encajaba con la situación actual en la que vivimos. Además, a partir del año 1940 los errores que Rusia esparciría por el mundo, comenzaron a desencadenarse, siendo la Segunda Guerra, el inicio de ellos. Con lo cual a partir de esa fecha la consagración sería tardía y por lo tanto la condición no tendría lugar; incluso la consagración de Pío XII en 1952 (7 de julio), como también las otras dos
efectuadas en 1942 (31 de octubre y 8 de diciembre), sin entrar a considerar si fueron hechas según las exigencias de la Santísima Virgen, en si mismas, fueron tardías (post-factum), pretendiendo evitar lo que ya estaba desencadenado, porque el que debió hacerlo era Pío XI y antes del año 1940; cuando precisamente, por no haber cumplido la voluntad expresa de la Señora del cielo, comenzaron los males, y es absurdo pretender evitar esos males cuando ya han comenzado.
El grave problema es que la mayoría del clero y de los fieles tienen una concepción trasnochada sobre Fátima y la consagración de Rusia, pretendiendo que aún hasta el día de hoy ella es posible, como si no estuviéramos sufriendo las últimas consecuencias por no haber cumplido lo requerido por Nuestra Señora, y por piadoso que parezca, es de una estulticia tan asombrosa que no tiene nombre, pues crea falsas expectativas y esperanzas que están fuera de lugar y del contexto histórico, como si no estuviéramos sufriendo todos estos males, que se hubieran podido evitar si la consagración hubiese sido hecha antes de 1940, cuando ya habían comenzado los
males anunciados.
Da pena, pero esto muestra a veces el infantilismo espiritual de la gran mayoría del clero que no sopesa con profundidad y sabiduría el momento histórico en que vivimos, con el agravante de desvirtuar la recta inteligencia e interpretación de los hechos históricos, torciendo el mensaje (profecía apocalíptica) de Fátima que no vino sino a confirmar lo que ya había sido dicho en La Sallete: que la Iglesia sería eclipsada y que Roma perdería la fe y sería la sede del Anticristo; palabras tremendas que muy pocos han podido dilucidar por falta de nitidez y de visión apocalíptica. Todo lo cual tiene el agravante de hacernos vivir una piadosa fantasía pero falsa y desprovista de verdad.
A mí personalmente la frase en cuestión: "El santo padre me consagrará Rusia" nunca me cuadraba o encajaba dentro del contexto histórico que vivimos. Pues de una parte ¿De que servía la consagración después que la hecatombe comenzó? Impedirla era tarde; a lo sumo se obtendría una atenuación pero no una total liberación de los males que de todos modos habría que sufrirlos, por haber desatendido la voz del cielo.
De otra parte ¿Qué clase de consagración se podía esperar de los Papas conciliares y post-conciliares y de todo el episcopado que les sigue en su error? ¡Absurdo!, cuando ellos mismos son parte del gran castigo anunciado en Fátima, puesto que se señalaba una pérdida cuasi total de la fe. Y como ya dijimos, aún si hubiera sido correctamente hecha la consagración por Pío XII, fue ya muy tarde; pues la consagración conseguiría evitar los males, no atenuarlos o rebajarlos, pues lo que quería al parecer la Voluntad Divina era detener milagrosamente, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María y el honor de la Madre de Dios, los males que Rusia esparciría y mostrar al mundo su intercesión milagrosa.
Entonces, con esta aclaración gramatical de Andrés Carballo, se ve que ese futuro no es ni puede ser una infalible realización como hasta ahora todos o casi todos así pensábamos, sino que hay una potencialidad intrínseca como queda explicado muy breve aunque claramente en su escrito.
!Eureka! Me atrevo a proclamar, pues para mí ese “misterio” (problema) que no encajaba por ningún lado, con esto queda completamente superado.
Que Sor Lucía haya dicho que Rusia se convertirá al final, eso no quiere decir que se deba a la consagración, sino que al fin y al cabo, a pesar de todo, Rusia se convertirá como se convertirán los judíos y se convertirán todos los pueblos y habrá un solo pastor y un solo rebaño.
De otra parte, no hay que confundir los males que Rusia propaga e inflige, con los cañones rusos, pues se trata del comunismo que no son esos cañones, sino el humanismo ateo. Claro que este humanismo tiene una versión menos rústica y más pulida, como es la democracia antropoteísta que tanto el capitalismo como el comunismo alaban e incluso es la nueva religión que proclama la neo Iglesia post conciliar y la Roma Modernista Anticristo.
También hay que tener en cuenta que toda profecía está al servicio de la gran profecía pública y escriturística de la Iglesia que es el Apocalipsis, único libro profético del Nuevo Testamento; por lo cual todo tiene que concordar con él. El problema está en que falta una exégesis apocalíptica en los medios clericales, que desde hace mucho tiempo tienen alergia a todo lo que hable de Apocalipsis y Parusía. Y es por eso que la mayoría de los “fatimólogos” no dan en el clavo.
No queda más que el triunfo del Inmaculado Corazón y del Sagrado Corazón de Jesús o sea de los Sagrados Corazones que triunfarán al unísono, al fin y al cabo y a pesar de toda la gran hecatombe apocalíptica, gran tribulación, gran apostasía, abominación en el Lugar Santo y misterio de iniquidad, el día de la Gloriosa Parusía.
Basilio Méramo
Bogotá Agosto 30 de 2012
Fiesta de Santa Rosa de Lima