La gran abominación de la desolación, ajenjo y la bestia bermeja

Como es sabido de algunos, tras la instauración de la abominación desoladora, anunciada por el santo profeta Daniel, el que estuviera en el terrado, no debía volver ni por la túnica, e iban a levantarse falsos profetas y falsos Cristos, si alguien os dijere que esta en el desierto, (Sedevacantismo) o en el fondo de la casa, (Acuerdismo), apercibidos estábamos de no deber creerles; es pues no perder de vista, que las vírgenes (quienes no forniquen con los reyes del mundo), Ni se dejen seducir, son quienes por la misma Divina Gracia, esperamos ardientemente su triunfante vuelta.
En efecto, tras 4 lustros de la muerte de S.E.R. Mons. Marcel Lefebvre de Santa memoria, hemos podido ser testigos, de la defección de la otrora santa fundación, quien comenzó con sus coqueteos con la “Gran Romera” en aquel “pater” entre el Obispo Felón y JP2, en año 2000, en palabras de el mismo.
Debemos tener presente, que la misma hoy Neo-fraternidad, fundada por el Arzobispo Lefebvre, discípulo a su vez de Poullart des Places fundador de la Congregación del Espíritu Santo y gran amigo de San Luis María Grignion de Montfort. Quien predijo de la gran fundación de esa obra, y cuyas semejanzas con las revelación de la Santísima Virgen María en La Salette, confirman el hecho, Ambos hablan de los Apóstoles de los últimos tiempos, por esto con intuición e inspiración profundamente profética y apocalíptica San Luis quiso dar las Reglas de una legión de Sacerdotes fieles en medio de la apostasía, bajo la protección y el ideal de María Santísima, llamándola Misioneros de la Compañía de María. Pero la divina providencia quiso que fuera un sucesor del fundador de los padres del Espíritu Santo (Poullard des places gran amigo de San Luis Grignion). Dicho sucesor es Mons. Lefebvre quien realizará tal empresa al fundar la Fraternidad de los Apóstoles de Jesús y María o según su título público Fraternidad Sacerdotal San Pío X.
Entre otras cuestiones importantes es digno hacer especial mención, de que en el estatuto constitutivo, de esa fundación, se previene perfectamente que el superior debería ser un sacerdote común y corriente, y NO UN OBISPO; En el particular, el obispo Felón, se hizo de manera “demoniocrácia” e ilícita del puesto de superior de la Fraternidad, tras un arreglo con el padre Schmithberger, a escondidas, dentro del mismo capítulo XIV, en donde resulto “electo”
Y con la intención que hoy es mas evidente que nunca (no para todos), de ir seduciendo a la “pussylus Grex, hacia la Roma, Calificada por el Santo Fundador como apostata, anticristiana entre otros.
En la figura de ajenjo, (caída), que le llevo a lo más profundo (abismo), con gran amargura, hay un doble aspecto, la defección como tal, muy probablemente desde la misma elección demoniocrácia, hubiere tenido verificativo, sin embargo, con la nueva salida del abismo en el que había caído, con sus flamantes bermejos colores, y montado por Darío CastranteJhon, no hace sino cumplimentar, la salida de la segunda bestia, que pretendería hacer adorar a la primera, a la política, a la gran ramera, y juntas bestias, constituirían al llamado anticristo, no vamos a entrar en este momento en lo muy discutido y demostrado, de la falsedad y perversidad entre Los arreglitos de Felón, que trajeron como consecuencia, al “zumborum podrifuicum”, y al decreto de “excomuniones”, empero si en cuanto a lo que hace a la actualización de las figuras apocalípticas, sobre todo, cuando se puede percibir, como los dos testigos (apóstoles), Mons. Lefebvre, y de Castro, fueron aniquilados por bestia mundana, (excomulgados), junto con ellos, los cuatro obispos “sucesores” quienes entre tanto no defeccionaron, los testimonios de esos dos Obispos, fue conservado, precisamente por el periodo de paz aparente, (mundana), durante 25 años, que se sostuvo en vida de JP2.
Una Vez consumada la nueva venta, ahora de la esposa, CON FALSOS milagros, se volvieron a la vida los FELONES obispos, (decreto), en acuerdo con la Gran Ramera.
Si aunamos a profesáis como las de San Malaquías, “a este Gloria del olivo” no le resta mucha intrahistoria,

VEN SEÑOR JESUS