Muere Carlos Monsiváis
El escritor mexicano Carlos Monsiváis falleció este sábado a las 13:48 horas en el área de terapia intensiva del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", por insuficiencia respiratoria, informó la Secretaría de Salud en un comunicado.
Desde el pasado 2 de abril, el autor de "Amor perdido" ingresó a este centro hospitalario para recibir tratamiento; sin embargo, en las últimas semanas su estado de salud se complicó.
Carlos Monsiváis Aceves nació en Ciudad de México el 4 de mayo de 1938. Crítico e irónico, el autor fue según el poeta José Emilio Pacheco, el único escritor "que la gente reconoce en la calle".
Considerado un gran cronista de la vida cotidiana de los mexicanos, del arte y de sus personajes populares, escribió multitud de ensayos, un libro de fábulas, asi como biografías de personajes que han dejado huella en la vida mexicana como Salvador Novo.
Estudió en la Facultad de Economía y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue uno de los participantes del movimiento estudiantil de 1968 que, según los mexicanos, abrió una puerta a la democracia.
Con un trabajo diario en la prensa escrita y en la televisión, así como en foros públicos, Monsiváis fue uno de los grandes difusores de la cultura mexicana.
El escritor fue sido distinguido con numerosos premios, entre ellos el Príncipe Claus que otorga Holanda (1998), la medalla Gabriela Mistral que entrega Chile (2001) y el Premio FIL de Literatura de Guadalajara (antes Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo) de 2006, así como con un Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Arizona (2006).
El diario vaticano "L'Osservatore Romano" arremetió hoy contra el recién fallecido escritor portugués José Saramago, al que dedica un artículo en el que lo define como un "populista extremista" de ideología antirreligiosa y anclado en el marxismo.
El día después de la muerte del literato, el rotativo vespertino de la Santa Sede publica un duro obituario bajo el título "La omnipotencia (presunta) del narrador", firmado por Claudio Toscani y en el que repasa la vida del Premio Nobel de Literatura 1998, quien fue muy crítico con el catolicismo.
"Fue un hombre y un intelectual de ninguna admisión metafísica, hasta el final anclado en una proterva confianza en el materialismo histórico, alias marxismo", reza el artículo.
"Colocado lúcidamente en la parte de la cizaña en el evangélico campo de grano, se declaraba insomne por el solo pensamiento de las cruzadas o de la Inquisición, olvidando el recuerdo del 'gulag', de las purgas, de los genocidios, de los 'samizdat' culturales y religiosos" , prosigue.
El texto repasa la producción literaria del portugués, analizando también su novela "El Evangelio según Jesucristo" (1991) , una obra "irreverente" que supone un "desafío a la memoria del Cristianismo de la que no se sabe qué salvar" .
"Por lo que respecta a la religión, atada como ha estado siempre su mente por una desestabilizadora intención de hacer banal lo sagrado y por un materialismo libertario que cuanto más avanzaba en los años más se radicalizaba, Saramago no se dejó nunca abandonar por una incómoda simplicidad teológica" , afirma el artículo.
"Un populista extremista como él, que se había hecho cargo del porqué del mal en el mundo, debería haber abordado en primer lugar el problema de todas las erróneas estructuras humanas, desde las histórico-políticas a las socio-económicas, en vez de saltar a por el plano metafísico" , prosigue.
El artículo de "L'Osservatore Romano" asegura que Saramago no debería haber "inculpado, incluso demasiado cómodamente y lejos de cualquier otra consideración, a un Dios en el que nunca había creído, por la vía de su omnipotencia, de su omniscencia, de su omniclarividencia" .
Fuente: El Universal.