San Juan Apocaleta



Difundid Señor, benignamente vuestra luz sobre toda la Iglesia, para que, adoctrinada por vuestro Santo Apóstol y evangelista San Juan, podamos alcanzar los bienes Eternos, te lo pedimos por el Mismo. JesuCristo Nuestro Señor, Tu Hijo, que contigo Vive y Reina en unidad del Espíritu Santo, Siendo DIOS por los Siglos de los siglos.












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"Sancte Pio Decime" Gloriose Patrone, ora pro nobis.





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miércoles, 27 de febrero de 2013

¿NON POSSUMUS? . . . ¡CREDERUNT NON POSSUMUS!




     Resulta un verdadero denuesto al intelecto, aunque  a  decir  verdad  no  es  tan  sorprendente,  la intelequia femenina y ramplona utilizada  en  el Grandioso reportaje concedido por el Británico "Godiva"  a  un par de  blogs,  que  de  católicos y conservadores,    muestran única y exclusivamente  el nombre  y al benzoato de  sodio;  ¿ cómo  es  posible,  que se  pretenda  dar  el matiz  de  un  pequeño  error  a  aquel  desliz,  que  hace  cómplice y cofornicatario  a quien debía ocupar  un puesto  de  pastor  y  vigía?,  un  simple  y ramplón  error  que  hace  de  Willy única y exclusivamente  un  simple  fornicatario  con  los  reyezuelos  del mundo.

    Hoy  más  que  nunca,  el  verdadero  católico,  debe  tener  perfectamente  claro,  que las  vírgenes  del  evangelio,  deben  conservarse  en  primer  instancia  VIRGENES,  y ninguna  que  suponiendo  sin  conceder,  que  hubiere  tenido  un  simple  desliz,  lo  es,  incluso,  aunque  en  uso  de  la  misma  divina  misericordia,  se arrepintiese,  y  le  fuere  concedido  el perdón  por  la  Divina  Justicia,  no  le  hace  nuevamente virgen;      Dios,  en  su  infinita  majestad  y misericordia,  puede perdonar al pecador  arrepentido  sin  lugar  a  dudas,  empero,  no  por  ello  devuelve la  virginidad  a la  doncella,  que  "Por  dubitable error"  hubiere  incurrido  en  el  desliz,  QUIEN FORNICA  EN  SU  CORAZÓN,  FORNICA,     ¿Que  sucederá con  quien  aduce  ser  "tonto o descuidado"  al  haber  fornicado?  (No  solo  en  su  corazón);   Y esto sin entrar al análisis de los respetos humanos a la figura de la segunda bestia, (en el acuerdo) y/o ajenjo (el cometa rojo) en el flirteo con la gran ramera, (Bernard felón);   A quien dicho sea de paso y en aras de demostrar la "godivezca" intención, solo basta recordar que el "agradecimiento" fue realizado mientras sufría de las "penosas" acusaciones del Negacionista, en franca disputa con el espurio superior general, y su obvia complicidad aunque no hubiere firmado, acpetando el agradecimiento, ya que incluía su nombre y el no salió oportunamente a desmentirlo.

    Insistimos,  y  esto allende  por  mucho  la  hipótesis,  máxime  el  cinismo  desmedido  que  en el mismo  reportaje  de marras  se  alude, y  sin  necesidad  de  entrar  en  la  complicidad,  del  "Hijo  de  Guillermo"  con  todas  sus  consecuencias,  siendo  la  más  desestimada,  la  que  hoy  pretende  hacer  valer  como  "Buena,  o  sea el  Bien malo",  que  según  su  mismo  dicho,  es  consistente  en la  obtención  del permiso,  para celebrar  la  Santa  Misa,  (que  ya  tenía  permiso)  hacerla  pasar  por  la  primera  bastarda  de  Juanito Banana,   y  lo peor,  y  que muy pocos han  estimado  en  su  justa medida,    que  al  haber  aceptado  que  es  permitida  esa  bastarda  en  lugar  de la codificada  por  San Pio V,  porque  nunca  hubo  sido  abrogada,   resulta  sumamente  sencillo,  para  el  siguiente  enemigo de  la  única  Iglesia  del  Único  DIOS, hacer  creer  que  si puede  canónicamente  abrogarla,   flaco favor  y  flaca  resistencia  es  la  que "Trinador  escondido  tras  las  Rameras,  más  que las  ramas"  pretende  hacer  creer  que  hace,  sobre todo  por  sus  teorías  porcentuales  de  disoluciones  de  gasolina,  que  le  pueden  hacer  llegar  a la conclusión  final    de  que las  nueces  de la  india,  de Darío Castejón  o de la  Rata  Cantante,  si  eran  comestibles  y  un  poquito  buenas,  porque cuando  matan  no  provocan  mucho  dolor.

      Señoras,  o  como decimos  en  tierras  de  la  que  aplasta  la  serpiente,  "Féminas"  dedíquense  a labores  propias  de  "viejas"  dejen  la  tarea  de  pensar  a  sus  posibles  maridos,  (si  han  podido  encontrar  alguno  que  las  someta, (apegado  al  Génesis,    así como  a los  Santos  Apóstoles,  San  Pedro y  San  Pablo)).

Alberto González.SEA PARA  GLORIA DE DIOS
 

martes, 26 de febrero de 2013

BASTA DE ESTUPIDECES Ó FUERA CARETAS


Aunque  en la  retorica diabólicamente seductora que por el mundo que tiene oportunidad  de  ser "Vivo"  (Llamados),  se  podría sentimentaloidemente  "dudar"  en  la posible  resistencia del  hijo  de  Guillermo,  (El obispo Williamson)  pese  a  su  complicidad  en  la  GRAN  ABOMINACION  DE  LA  DESOLACION,  CONSECUENCIA,  DE  LA  ABOMINACION  DESOLADORA,  (NO  CONFUNDIR,  LA  PRIMERA  SE  CONSUMO  CON  EL  VATIDILLO,  Y  LA  SEGUNDA,  CON  FELÓN);  SIN  LUGAR  A  DUDAS,  ES  PERFECTAMENTE  DESENMASCARADA,  con La publicación denominada "DIOS NUNCA MUERE" Editada por la Misma Fraternidad sacerdotal San Pio X, en México y América central, correspondiente al Otoño del 2003 , con un fatídico folio 14 (Similar al capítulo, que desobedeció, la licita y legitima orden del Santo Fundador de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X). Bajo la dirección del P. Francois Knittel. a páginas 4 y subsecuentes, en el artículo denominado RUMORES Y NOTICIAS, signado por el mismo Bernard Felón, y que menciona aduciendo, (Sic.- que algunos periódicos y órganos de prensa han afirmado que en esta ocasión tres de los obispos de la fraternidad, Sacerdotal San Pio X se reconciliarían con Roma, añadiendo detalles acerca de una escisión interna por opiniones divergentes)...además  de  algunos  interesantes  y  reveladores  datos,  indicativos  de la  afinidad entre  Dario Castrante Jhon Abismos)

 

En  la  que  se  demuestra  que, por lo menos desde el  año  2003,  ya  se  sabía  no  solo  el contubernio con  roma  y  la  neofrater,  sino  que  el  mismo  Williamson,  ya  estaría aparentemente fuera  en  esa  fornicación.    Dado que la  persecución  extrema,  bien pudo haber sido  constituida  precisamente  por  la  seducción intelectual, aunado al diabolico estilo  de  seducción,   La  falsa  resistencia de  Willi,  bien  podría tentar  y arrastrar  a destruir  la  verdadera  resitencia, a  grado tal que  nada  nos  podría  garantizar,  que  aun  las  mismas  profecías  adjudicadas  a  San  Malaquias,  no  sean sino parte del  magistral  golpe  final  de  Satanás,    pretendiendo  hacer  creer  a los  llamados,  que  aún  queda  mucho  tiempo  para  el  glorioso  regreso  de nuestro  amado  redentor.

Solo  es  necesario  ver  para  quienes  tienen  una  pequeña noción,  que  el  periodo  anticristo,  se  ve  culminado  apocalípticamente,  con  el "papa"  del  medio  tiempo  mas;     (Paulo 666  un  tiempo,   jp1  y  jp2,  Dos  tiempos,  Y  la  rata  cantante,  quien  ya  cumplió  con  su  satánica  misión, medio tiempo mas;  (volver  a  Negar  a  Nuestro  Señor  Jesucristo,  y  hacer  a  la  nueva  bestia  emergida  del agua que aún quedaba),    El estólido   Felón,  montado  por  la  gran  ramera,  Castejón  hoyos,  y  en  aras de  hacer  a los  mas  sentimentales adorar a la bestia de la tierra y  al  anticristo, en forma de la  sangre  incoagulada,  dentro  de  una  paracustodia  de  JP2)

 Señores,  ni  en  el  apocalipsis,  ni  en la  revelación  Mariana,  queda  un  solo  indicio,  de  que  vaya  a  existir  un  período  mayor,  al  medio  tiempo  mas,  que  por  misericordia  divina   podemos  saber,  que  culmina  al  fin  del presente  mes,  y  justo  en  tiempo  de  cuaresma,  para  mayor admiración  y perfección  de  la crucifixión  de la  inmaculada  esposa,  durante  la  cual,  se han  cumplimentado  al  pie de  la  letra, tanto  de  la  figuración,  de la  tradición,  del  evangelio,  y  de  todo  aquello que se puede  distinguir que  proviene  de  DIOS,  como  el  mismo  Apocalipsis,   al  extremo,  de  que aún  sin  querer,  nuestro  amado  y  reverendo Padre  Basilio  Méramo,  aun sin  darse  cuenta,    con  ancestralidad similar,  fungió  ya  como Simón  el  Cirineo,  ayudando  a  cargar  el  madero  de la  cruz,  a la  misma  Iglesia  (Con su participación   contundente y definitiva,  en  el  capitulo  XIV,  de la  fraternidad).
Basta  de  atacar  lo  que  no se  comprende  y  no  se  entiende, por  ceguera voluntaria  o  por  molicie,  o  aún  por  servilismo  ahora  williamsoniano,  basta  de  atacar  estólidamente   a  la  Misma Radio  cristiandad,  quien  únicamente ha  incurrido,  como  todos  los  humanos,   en  EL  NO TENER LA  CAPACIDAD  DE  ENTENDER  los  errores  incluso  heréticos  en los  que  incurrió,  por  soberbia,  que  empero,  al  haber  sido aclarado y talvez explicado,  (esperamos  en  DIOS),  por  el mismo  Reverendo  Padre  Basilio  Méramo,  estén  aún  dentro  de  la    una  santa  católica y  apostólica iglesia,  (talvez por el motivo de que aquellos prefirieron  ocuparse  del futbol,  que  adentrarse  en  la  Vera  ciencia);  Que empero,  aunque fuera   al  mejor estilo  Caifás,  han  permitido, que  veamos  en  todo  el  mundo,  (entre  otras muchas  cosas),    como  la  Luz  del  Rayo,  en  la  Basílica  de  San.  Pedro,  anuncia el  inicio  del periodo  francamente  parusiaco,  de  uno  a  otro  extremo  del  mundo  por  parte  del pequeño rebaño.

Basta de  Atacar al Reverendo  Padre  Basilio  Méramo,  Único  Sacerdote,  que  tiene  perfectamente  clara  la  situación  actual, con la humildad, caridad, y virilidad, esgrimiendo  con  la  nitidez  propia de  los  hijos  de  la  Luz  y  la que en concreto,  se  puede  definir,  que  los  escogidos  serán,  aquellos  que esperen  con  certeza  la  venida  de Nuestro Señor  Jesucristo,  no  como  quimera,  sino  con la  certeza absoluta,  y  que  no hayan  tragado  ni  la  abominación desoladora (Vatidillo),  ni  la  Gran  Abominación  de la desolación (Acuerdismo)  y  que  no  se traguen  la  píldora  del  mundo,  Honores,  soberbia,  materialismo  etc.,  (Son  las  vírgenes  evangélicas),  quienes  no  participaran en  las  bodas,  si no  tienen  además  sus  lámparas  con  aceite,  (conservar  la  gracia),  negándose  a    mismos,  quienes,   aunque  se  cuelen  a las bodas,  si  no  cuentan  con  los  vestidos  para  las  bodas,  aunque  hayan  entrado,  serán  expulsados,  (quienes no  lo  hubieren  hecho por  verdadera  Caridad,  sin  la  cual,  aunque  tengáis  el  don  de  profecía,  o  hablases  todas  las  lenguas,  o  aun  emitieran  a  todo  el mundo  la  verdad  Divina,  sin  caridad,  de  nada  les  valdría).

A partir  del  efecto  de la conclusión  del "Medio  tiempo  más",  tenemos  que  cuidar  que  permanezcamos  vírgenes  ,  y  prudentes,  y  asegurar  que  el  vestido  sea  adecuado  para la  boda,  por  lo  que  es  muy  posible que el  último  golpe  satánico,  sea  precisamente  hacer  creer,  que  aún  queda  mucho  tiempo  para  la  parusía,  (ya  el  williansoniano,  o incluso  el Mismo   adjudicado a Sn. Malaquías);  ¿Y  que  mejor,  que  haciendo  creer  aún  a  los escogidos,  que  les  queda  mucho  tiempo,  para  llenar sus  lámparas  y  lavar  sus  ropas?    Bién  puede  ser  un  golpe  mortal,  máxime,  si  no  se  pierde  de  vista,  que  el  "En persecución extrema" que  mucho ha sido  debatido,  no  deja  claro  si  es  parte  de  un  lema, correspondiente al  mismo  Gloria  del  Olivo,  o  se  trata  de  un lema  independiente,  y obviamente  sin  perder  de  vista  tampoco,  que  el  manoseo de los manuscritos,   comienza  precisamente  ahí,  aunandolo  al  posible  "Pedro Romano"  que  constituye  un  Nombre  mas  que  un  lema,  obviamente,  sin  dejar  de  lado  tampoco,  que  también  es  posible,  que  Pedro  tras  la  Negacion,  en  tres  ocasiones,  se arrepienta  y  llore  amargamente,  SIN  ESTAR  PRESENTE  en  la  crucifixión  de  la  Inmaculada  esposa,  con  la  mas  difundida  idea,  de  un "Mono"  en  el "otrora" lugar  santo,  durante  ese  periodo,  idea  que  en  lo personal,    sería  constitutiva  incluso,  de  una omision  en  la  revelación  del  evangelio  Eterno,    lo  que la  hace  racionalmente  improcedente.  


Bien podría  ser  en  consecuencia,  una  jugada  diabólica,  similar,  a  Garabandal,  o  la  Kowalska  o  la  Valtorta,  porque  hacen  relajar la  conciencia,  en  aras  de  hacer  creer  que  aún  queda  mucho  tiempo.   Diabólico  actuar que incluso  se  vale  hoy  día,  para  que  algunos fieles (aun llamados),  se  relajen  en  el Uso  del  Escapulario  de la  Santisima Vírgen  del Carmen,  o  incluso,  en la  GRAN PROMESA  DEL  SAGRADO  CORAZÓN,  desestimando por completo, que  fueron  recursos específicos  para  la  "Intra historia",  que  empero,  quedan  perfectamente  dilucidados,  cuando  atendemos al  Mensaje  de  Fátima:  ES EL ÚLTIMO RECURSO,  (El Rezo del Santo rosario completo 15 misterios);   Aunandolo  a la  gran  promesa,  EN PORTUGAL, SE CONSERVARA  EL  DOGMA  DE LA  FE,   que  mirado por  el  simplismo,  no  deja  ver que la  Santisima  Vírgen  María,  no  habla  de  la  Fe,  ni  habla  de  un  lugar  geográfico,  sino  del  Portus Calos,  (el Puerto seguro,  el puerto hermoso)  que  es  precisamente  la devoción  a la  Misma  Madre  del  AMOR HERMOSO, Luego,  lo  que  se  debe  creer,  se conserva  precisamente  en ella,  sobre  todo  por  lo  dogmático incluso,  que  el  mismo  apocalipsis  contiene,  tanto  en la  figura  de  San Juan  aunandolo  en  el  calvario,  al pié  de la  crucifixión  de  Nuestro Señor JesuCristo,  como  en  esta  nueva  crucifixión  de la  inmaculada  esposa.
SEA  PARA  GLORIA  DE  DIOS

domingo, 17 de febrero de 2013

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA


Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:

Nos encontramos en este primer domingo de Cuaresma que nos prepara de un modo intenso a la fiesta de la Pascua y esa fiesta tiene durante todo este tiempo, esa preparación espiritual a través del ayuno, la mortificación, la penitencia, la oración, la limosna. Para que dejemos nuestros malos hábitos, que se convierten en vicios y en cambio adquiramos la virtud, que son los hábitos buenos; que dejemos todo lo malo a lo cual la misma naturaleza nos inclina, haciéndonos agradable y fascinante lo malo, y desagradable y rechazable lo arduo, lo difícil, que es lo bueno. Tengamos en consideración esto para que nos preparemos santamente durante toda la Cuaresma y podamos disponer nuestras almas para festejar espiritualmente la Resurrección de nuestro Señor, la Pascua.

En este domingo el Evangelio nos relata la tentación que hace Satanás, el demonio, a nuestro Señor en el desierto, después de haber ayunado durante cuarenta días y cuarenta noches. Esa penitencia ancestral que se practicaba antaño, Moisés lo hizo y esa tradición se ha ido perdiendo, pero todavía los paganos conservan ese recuerdo y más aún, Mahoma instituyó el Ramadán justamente basado en esta costumbre, con lo cual vemos cómo los católicos nos hemos alejado tanto del espíritu de abstinencia; y se nos hace como algo imposible, cuando eso era del orden natural; claro está que ofrecido por Dios y para Dios, cobra un valor sobrenatural.

No nos extrañe que los faquires o cualquiera de esos que no tienen fe practiquen o tengan esa sabiduría natural de estos ayunos que eran, además, un medio de curación de muchas enfermedades que hoy parecen incurables, pero que son producidas por el exceso de la comida que va quedando y de la que necesitan purificarse el cuerpo y la sangre y se manifiesta a través de múltiples males que serían corregidos o atenuados con este santo ayuno.

El demonio aprovecha la ocasión para tentar a nuestro Señor en el desierto en el momento más crucial, después de esos cuarenta días de ayuno cuando su cuerpo se encontraba debilitado al máximo; esa es la ocasión que aprovecha Satanás para quitarse la duda que le carcomía las entrañas por saber si era o no el Hijo de Dios, si era el Mesías, duda que tenía, porque él no es ningún tonto ni bobo, conoce bien las Escrituras. Había visto la adoración de los pastores, la de los tres reyes magos, también en el bautismo de San Juan, cómo Dios lo nombra como su Hijo bien amado. Pero, sin embargo, él no podía creer, no podía tener fe, porque es un espíritu condenado y allí no cabe la fe, puede caber la conjetura y él podía concluir por los hechos que veía, que era Dios, pero no podía creer que era Dios, y eso originaba una gran duda que le impedía tener la certeza de que sus conclusiones o sospechas fueran o no ciertas.

Ese fue el motivo por el cual se aventura a tentar a nuestro Señor, para descubrir a través de ella si era o no Dios y por eso, en la primera tentación, que parece muy connatural y muy humana, le ofrece de comer: “Si tienes hambre di a estas piedras que se conviertan en panes”, milagro que solamente puede hacer Dios; y entonces éste le podría manifestar al Demonio que nuestro Señor era Dios, y Él le responde con palabras de la Escritura: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra de Dios”. Lo vence con la palabra de Dios, no con el pan que nutre al hambriento, sino con su palabra que nutre el alma del que desea a Dios; lo vence con la fe.

Al demonio hay que vencerlo con la palabra de Dios, con el nombre de Dios, con la fe en Dios, y no con el pan de este mundo. No pudiendo el Demonio saciar su curiosidad, atrevidamente lo coge y lleva al pináculo del templo, osa levantarlo en brazos, si así pudiéramos decir, porque un espíritu como el ángel no tiene brazos pero sí la potencia de mover las cosas y desde allí le dice: “Escrito está, si te tiras desde aquí arriba hacia abajo los ángeles no dejarán que tus pies tropiecen contra las piedras”. Conocía bien las Escrituras y en nombre de las ellas le tienta.

Así nos inducen los protestantes en nombre de las Escrituras falsamente interpretadas y manipuladas, como hace todo vano profeta, todo falso predicador, manipular las Escrituras. Y nuestro Señor, ni lerdo ni perezoso le responde también: “Escrito está, no tentarás al Señor tu Dios”; porque no hay que tentar a Dios con absurdos milagros, o pidiéndoselos imprudentemente, “si yo hago tal cosa, Dios tiene que ayudarme”, “si yo hago tal otra, Dios tiene que socorrerme”; no señor, no hay que tentar a Dios. Él me va a socorrer y ayudar siempre que no sea imprudente, porque si me pongo al borde del precipicio a mirar para abajo y digo: si me caigo, Dios me salva, eso es tentar a Dios, exigirle algo fuera de lo establecido; por eso, le responde nuestro Señor: “No tentarás al Señor tu Dios”.

Esas tentaciones son pecado, Ahí está el pecado, tentarle. Cuando no nos esforzamos en hacer bien las cosas y aun haciéndolas bien sabemos que pueden resultar bien o mal, porque esa es la condición humana en este mundo, aunque sí pedirle a Dios que nos ayude, pero después de habernos dispuesto prudentemente, y así y todo no por una obligación, un derecho, una exigencia. ¿Por qué se murió tal niño inocente? ¿Por qué las personas sufren, acaso Dios no ayuda?

Son todas tentaciones que el Demonio utilizó en el segundo intento con nuestro Señor, y que las vemos a diario. Sintiéndose derrotado Satanás y viendo ya que no podía sacarle a nuestro Señor aquello que quería, tiene la idea diabólica y perversa de volverlo a tomar y llevarlo a un monte alto y prodigarle todas las riquezas y tesoros del mundo. Según San Agustín, el mundo está regido por Satanás, porque él era uno de los ángeles de Dios, al cual Dios encomendó el gobierno del universo o por lo menos de esta Tierra o de esta galaxia. Él es el príncipe natural del mundo, el que lo gobierna y podía decir con propiedad, sin engaño que este mundo le pertenecía en cierto modo ya que él lo regía, cosa que no podemos olvidar. Por eso al católico debe importarle un comino la gloria de este mundo gobernado por Satanás; debe sí importarle la gloria de Dios, porque no vivimos para este mundo ni por su reino. No lo olvidemos.

Entonces Satanás le pide que le adore; ese atrevimiento de la criatura espiritual caída queriéndose hacer honrar y adorar como si fuese Dios; el pecado de soberbia de los ángeles malditos. Esa presunción que está detrás de cada pecado; ese orgullo que al fin y al cabo impide que adoremos y amemos de todo corazón a Dios, pero sí hace que nos amemos a nosotros mismos y por eso nos condenamos al igual que Satanás, porque nos ponemos en el lugar de Dios, nos erigimos en dioses, gran pecado de arrogancia, en el grado último de lo diabólico, aunque a veces sin darnos cuenta. Por eso San Agustín decía que hay dos amores: del desprecio de sí mismo hasta al aprecio y al amor de Dios, y el amor hacia sí mismo hasta hacia el desprecio y el odio de Dios. Esas son las dos grandes constantes en las que vivimos y de las cuales muchas veces no nos percatamos.

Todo pecado mortal es muy grave y uno solo es suficiente para llevarnos al infierno, porque en definitiva lo que nos hace pecar es ese amor hacia nosotros mismos que nos lleva al desprecio de Dios. Péquese de lo que se peque, lujuria o lo que fuera, pero ahí está el amor de sí mismo que lleva a despreciar a Dios. Nuestro Señor está ante esa osadía satánica, diabólica, perversa del demonio de querer ser adorado como si fuese Dios, ya que no había conseguido saber si era o no el Mesías; entonces quiere hacerse adorar por aquella criatura, aunque fuera para satisfacer su diabólico orgullo. Nuestro Señor le responde con las Escrituras: “Sólo a tu Dios adorarás y a Él sólo servirás”, y Satanás desaparece derrotado y sin poder salirse con la suya. Vienen entonces los ángeles y le dan alimento a nuestro Señor. O sea que lo mismo que el demonio le había propuesto, lo traen los ángeles del cielo, lo mismo que el diablo nos propone para que caigamos, Dios nos lo da.

Eso de querer ser dioses, Dios nos lo da por la gracia, por una participación; nos asemeja a Él comunicándonos la gracia, la visión beatífica que tendremos después como premio; nos eleva a ese endiosamiento sin dejar de ser criaturas y sin ser Dios pero sí nos hace de algún modo dioses, pero a través de los caminos de Dios y no de los caminos nuestros. Toda tentación tiene una cierta connaturalidad y fascina, porque hay algo de verdad, pero una verdad mal planteada, mal propuesta; el demonio es astuto, y por eso tenemos que conocer esa sgacidad y esa malicia para derrotarlo con fe y con inteligencia y no caer como lo hizo Eva y con ella Adán.

Vemos cómo ha sido derrotado el demonio y nuestro Señor nos lo muestra. Pero esas tres tentaciones que sufrió nuestro Señor y que le propinó el demonio, le serán y nos serán propuestas, le serán propuestas a la Iglesia, al Cuerpo Místico de Cristo para que caigan sus ministros en esa prueba; si nosotros hacemos un paralelo y miramos lo que ha acontecido después del Concilio Vaticano II, vemos cómo se ha caído en las dos primeras tentaciones y estamos a punto de que se caiga en la tercera.

La primera, convertir las piedras en pan para dar de comer a los pobres, procurar los bienes y riquezas de este mundo, la economía del mundo. ¿Acaso no se ha hecho así? Pablo VI vendió su tiara, símbolo del poder papal para dar de comer con eso a los pobres destronándose simbólicamente, despojando a la Iglesia, preocupada por el hambriento, cuando nuestro Señor nos dice que no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra de Dios. Olvida el clero la palabra de Dios preocupado por la economía del mundo, y si no ¿por qué hay curas que se hacen guerrilleros, o alcaldes, o lo que fuera? Es una realidad, los ministros de hoy en su mayoría han caído en la primera tentación, procurar los bienes de la tierra, dándole el pan al hambriento pero olvidándose de la palabra de Dios, de la fe, eso es un hecho.

La segunda tentación: tírate hacia abajo; total, si eres divino, nada te pasará. La Iglesia lanzada al abismo; pues si es divina no sucumbirá. Y ¿no se ha tirado al abismo la Iglesia destronando a nuestro Señor del centro del altar para confinarlo a un rincón? Lanzando las imágenes, las estatuas, como los peores iconoclastas, peores que Lutero, vaciando la Iglesia; total, si es divina nada le pasará. Despójese de todo lo que es honroso para Dios, de los ornamentos y de las cosas más preciosas para Él; ya no hay necesidad de eso ¿para qué? Vaciada la Iglesia; total, si es divina, qué importa, nada le pasará; ¿ha incurrido en esa tentación? Pues claro que sí, mis estimados hermanos, ha caído y recaído. La segunda tentación es un hecho, está vaciada la Iglesia, despojada de todo aquello que simbolizaba, que significaba su divinidad y la mayor gloria de Dios.

Y por eso el ultraje al culto, a la Santa Misa y a todo lo que era de orden sacro y que tenía un gran esplendor en su manifestación. Quítense las sotanas, los hábitos; total, si son puros y son religiosos ¿qué va a pasar?, nada; tírense abajo y ¿no lo han hecho los sacerdotes? ¿cuál sacerdote anda con sotana? Y las monjas, que andan con su vestido, poco les falta para que anden con minifalda. Quítense los hábitos, y eso las que vemos vestidas, cuántas no habrá que no van vestidas. Quizás en Colombia no sea el caso, pero en Europa a ver si uno ve una religiosa vestida de monja por la calle y si la ve es colombiana o chilena que anda por ahí dando vueltas en Roma. ¿No es eso tirarse desde el pináculo del templo? Exactamente lo mismo.

Y la tercera y gran tentación en la que estamos a punto de sucumbir, es adorando a Satanás a través del culto del hombre, a través de todas las religiones reunidas en el nombre de Dios. ¿De cuál dios? El dios de los ateos, de los judíos, de los musulmanes, de los budistas, de los animistas. Ese no es el Dios Uno y Trino de la Revelación; no es el Dios de la fe, el Dios verdadero. ¿Eso no es ya adorar a Satanás? Pues claro que sí, por eso es abominable ese acto de Asís repetido; es odioso a los ojos de la fe y es un deber repudiarlo públicamente y preguntarse con qué autoridad la jerarquía actual realiza esos actos, porque no es con la autoridad del Dios Uno y verdadero sino con la autoridad del poder que le dará Satanás al Anticristo.

No me cansaré de repetir mil veces esa gran advertencia de nuestra Señora en La Salette: “Roma perderá la fe y será la sede del Anticristo”; el demonio va hasta allá; se quiso hacer adorar por Cristo y ¿no lo va a querer lograr con todos nosotros? Pero, lógico que sí; tonto e ingenuo sería pensar otra cosa ; por eso nuestro Señor nos deja esa triple advertencia como ejemplo.

Que la gracia de Dios nos proteja y no nos deje caer en estas tentaciones. +
Padre Basilio Méramo.
17 de febrero de 2002

miércoles, 13 de febrero de 2013

Miércoles de ceniza

Extracto del Sermón del R.Padre Méramo del Domingo de Quincuagésima en febrero de 2001.

...Con los domingos de Septuagésima, Sexagésima y Quincuagésima, la Iglesia nos prepara para la Cuaresma que comienza con el Miércoles de Ceniza y que nos conduce, nos lleva al misterio de los misterios, la Pascua de Resurrección. Y para prepararnos bien a la Resurrección, a ese misterio fundamental de nuestra fe, la Iglesia nos invita a la oración, al sacrificio y a que vivamos también la Pasión de nuestro Señor y su crucifixión antes de resucitar. Este es el significado y simbolismo de la Cuaresma que con el preludio de estos tres domingos nos vayamos adentrando en ese espíritu de sacrificio de la Pasión de nuestro Señor que debemos tener presente a todo lo largo de nuestra vida.
La religión católica es inconcebible sin sacrificio, sin la Pasión de nuestro Señor. Lamentablemente el mundo pagano festeja para estas fechas todo lo opuesto, el carnaval, que es un festival pagano de la carne, es una fiesta antiquísima que ha sido imposible erradicar, ni siquiera con todos los siglos de cristianismo, por lo que en muchos lugares se hace durante estos días reparación ante el Santísimo, por los desmanes que se cometen en estos días cuando debiera ser lo opuesto, una preparación para la Cuaresma. Eso nos demuestra cuán opuesto es el espíritu católico al espíritu del mundo, son antagónicos y esos dos espíritus están en nosotros, el espíritu del mundo y de la carne simbolizados por el viejo hombre, y el espíritu católico simbolizado por el nuevo hombre.
Ese es el combate permanente que sostendremos durante toda nuestra vida, de ahí que debamos estar alertas para que no venza en nosotros el espíritu de la carne, el espíritu del viejo hombre. Ese es el ejemplo que nos han dado los Santos, la lucha y la victoria sobre la carne, y ese es el espíritu que se intensifica en la Cuaresma. No es que la religión pida que seamos masoquistas; simplemente la religión católica es una religión con espíritu de sacrificio, el sacrificio de nuestro Señor, su inmolación al Padre Eterno por nuestros pecados, la víctima inocente. Ese es el significado del sufrimiento cristiano católico y aun el de las víctimas inocentes como pueden ser los niños sin uso de razón, como el sacrificio de los Santos Inocentes y eso explica lo que el mundo no entiende por no tener la fe y la concepción católica de las cosas; cuando le reprocha a Dios el sufrimiento de personas inocentes, juzgan de acuerdo al mundo para reprocharle. De ahí la necesidad de que sepamos ofrecer los sufrimientos a imagen de nuestro Señor, por nuestros pecados y también por los de los demás. Los grandes Santos no sufrían solamente por sí, sino también por los demás, por la Iglesia.
Hoy, como nunca, hay que sufrir por la Iglesia, por todo lo que está aconteciendo dentro de ella, por la pérdida de fe, por la apostasía, por la corrupción de la religión, por la corrupción del orden social católico, por la destrucción de la familia y de las naciones católicas, por el mal ejemplo, los escándalos, el pecado institucionalizado. Siempre hubo pecados y maldad, pero nunca hubo el pecado como hoy, proclamado e institucionalizado con el descaro que se ve.
Antiguamente el pecador reconocía que lo era, que era miserable, que estaba conculcando la ley de Dios; hoy es todo lo contrario, esa ley de Dios ya no se proclama, ya no existe, lo que existe es la ley del hombre, la libertad del hombre, la dignidad del hombre, los derechos del hombre, la religión del hombre y por eso es una religión que no implica sacrificio, que no tiene la noción de la Santa Misa sino de una cena al estilo protestante, porque, en definitiva, es una religión del hombre, que utiliza el título de católica, se sirve de la reputación de la religión católica y se encubre bajo ese nombre, pero no es la religión católica, es la religión del hombre, no es la religión por Dios, por lo cual se la hace fácil, sin sacrificio, que “cada cual haga lo que quiera, es su conciencia la que determinará si está bien, si está mal”.
Y así se conculcan los derechos más sagrados de Dios y se destruye todo principio de orden, de felicidad y de bienestar, por eso el mal y la gran amenaza que hay sobre el mundo, el castigo de Dios que tarde o temprano vendrá, esa purificación que tendrán el mundo y la humanidad. De ahí que nosotros debemos purificarnos sufriendo con paciencia estos males que afectan a la Iglesia, que afectan a la religión y que hacen que la Iglesia sufra en carne propia la Pasión de nuestro Señor y que así, sufriendo el Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia, salgamos acrisolados, purificados, como el metal que se purifica al contacto con el fuego.
Aprovechemos esta Cuaresma para que se intensifique el deseo de reparación, de purificación, de sacrificio, de inmolación; que dispongamos bien nuestras almas para poder regocijarnos después con la resurrección de nuestro Señor, esa resurrección que también es promesa para todos aquellos que somos sus fieles. De ahí la importancia de la fidelidad a la gracia divina, la fidelidad a nuestro Señor...

lunes, 11 de febrero de 2013

PARUSIA Y MILENARISMO

 
"El dogma de la segunda venida de Cristo o Parusía,
es tan importante como el de su Primera Venida o
Encarnación. Si no se entiende, no se entiende nada
de la Escritura ni de la historia de la Iglesia". (Cristo
¿Vuelve o no Vuelve?, ed. Dictio, Bs. As., 1976. p.16).
 
 
De aquí la ignorancia atrevida anti apocalíptica de un clero inepto y decadente.
 
Es más, el P. Castellani asocia la herejía de hoy con la negación-oposición
(aversión) a la Parusía y a Cristo Rey.
 
"La herejía de hoy, descrita por Hilarie Belloc en su libro Las Grandes Herejías, pareciera explícitamente no negar ningún dogma cristiano, sino falsificarlos todos. Pero, mirándolo bien, niega explícitamente la Segunda Venida de Cristo; y con el niega su Reyecía, su Mesianidad y su Divinidad. Es decir, niega el proceso divino de la Historia. Y al negar la Divinidad de Cristo, niega a Dios. Es ateísmo radical revestido de las formas de religiosidad". (Cristo ¿Vuelve… p.18).
 
¿Cómo puede el P.Castellani afirmar que al no aceptar la Parusía (o resistirla,
oponerse, descartarla, etc.) se niega la Divinidad de Cristo?
 
Para verlo es preciso percibir que al negarle a Cristo, su Reino inaugurado por la
Parusía, se le da el puesto de Cristo Rey al hombre entronizando su culto en el
templo. Así de simple.
 
Continuamos con la cita y así lo veremos: "Con retener todo el aparato externo
y la fraseología cristiana, falsifica el cristianismo, transformándolo en una
adoración del hombre; o sea, sentando al hombre en el templo de Dios, como si
fuese Dios. Exalta al hombre como si sus fuerzas fuesen infinitas. Promete al
hombre el reino de Dios y el paraíso en la tierra por sus propias fuerzas".
 
Aquí conviene aclarar o señalar dos cosas. 1°-La religión del hombre, proclamada por Pablo VI, el 7 de Diciembre de 1965 con su discurso, urbi et orbi, de clausura del Concilio Vaticano: “El humanismo laico y profano ha aparecido, finalmente, en toda su terrible estatura y, en cierto sentido, ha desafiado al Concilio. La Religión del Dios que se ha hecho hombre, se ha encontrado con la Religión -porque tal es- del hombre que se hace Dios. ¿Qué ha sucedido? ¿Un choque, una lucha, una condenación? Podría haberse dado, pero no se produjo. La antigua historia del samaritano ha sido la pauta de la espiritualidad del Concilio. Una simpatía inmensa lo ha penetrado todo. (…) Vosotros, humanistas modernos que  enunciáis a la trascendencia de las cosas supremas, conferidle siquiera este mérito y reconoced nuestro nuevo humanismo: también nosotros -y más que nadie- somos promotores del hombre”.
 
 
Y conviene, además, recordar que el Concilio Vaticano II, fue convocado como lo
expresa Juan XXIII, por un rechazo apocalíptico, como se puede ver en su
discurso de apertura del 11 de Octubre de 1962: “Mas nos parece justo disentir
de esos profetas de calamidades que siempre están anunciando infaustos
sucesos como si fuese inminente el fin de los tiempos”.
 
2°- Que el ideal del judaísmo (tanto capitalista como comunista pero siempre
democrático) pretende el Paraíso Terrenal, pero sin Cristo, ni Iglesia, como lo
señala el P. Castellani: “El Capitalismo y el Comunismo, tan diversos como
parecen, coinciden en su fondo; digamos, en su núcleo ‘místico’: ambos buscan
el Paraíso Terrenal por medio de la Técnica; y su ‘mística’ es un mesianismo
tecnólatra y antropólatra –cuya difusión vemos hoydía por todos lados, y
cuya dirección es la deificación del Hombre; la cual un día se encarnará en Un
Hombre”. (El Apokalypsis de San Juan, ed. Paulinas Bs. As. 1963, p.347).
 
Tengamos presente que, la unificación de la humanidad, solo se podrá realizar
en el Reino de Cristo, y el pretender hacerlo anticipadamente a su Parusía es la
obra del Contracristo, como queda muy bien señalado por el Padre Castellani en
el siguiente texto: “Hoy en día, es ‘un fin político lícito’ y muy vigente por
cierto, la organización y unificación de las comarcas del mundo en un solo
Reino –que por ende se parecerá al imperio romano. Esta empresa pertenece a
Cristo; y es en el fondo la secular aspiración de la Humanidad; pero será
anticipada malamente y abortada por el Contracristo –ayudado del poder de
Satán”. (El Apok., p.188). Y por esto, los políticos: “Propician la amalgama del
Capitalismo y el Comunismo –que será justamente la hazaña del Anticristo”.
(El Apok., p.189).
 
 
No debemos olvidar lo que profunda y brevemente está condensado de manera
magistral como derrotero histórico muy esclarecedor: “La historia de la humanidad se mueve entre la confusión de Babel y la armonía perfecta (aspiración indeleble de la creación, que no por nada procede de un Unotrino) de la Nueva Jerusalén; que está en el primero y último de Los Libros. El Anticristo usurpará simplemente este ideal de unidad del género humano en la institución perversa de su Imperio Universal; pues solo Cristo es el centro de la Historia, y el verdadero principio de unidad del universo”. (El Apok., p.303).
 
"La adoración de la Ciencia, la esperanza en el Progreso y la desaforada Religión de la Democracia, no son sino idolatría del hombre, o sea, el fondo satánico de todas las herejías, ahora en estado puro. De los despojos muertos del cristianismo protestante, galvanizados por un espíritu que no es de Cristo, una nueva religión se está formando ante nuestros ojos. Esto se llamó sucesivamente filosofismo, naturalismo, laicismo, protestantismo liberal, catolicismo liberal, modernismo... Todas esas corrientes confluyen ahora y conspiran a fundirse en una nueva fe universal; que en Renán, Marx y Rousseau tienen ya sus precursores. Esta religión no tiene todavía nombre, y, cuando lo tenga, ese nombre no será suyo. Todos los cristianos que no creen en la Segunda Venida de Cristo se plegaran a ella”. (Cristo ¿Vuelve…, p.18). Esto fue escrito antes del Concilio Vaticano II, en 1951, lo cual es de tener en cuenta.
 
Óigase bien, se plegarán a la Nueva Religión del Anticristo todos los católicos
que no esperan y no creen (como algo inminente, para estos tiempos) en la
Parusía.
 
La razón por la cual se plegaran al error, es que buscando el Triunfo de la Iglesia
intrahistóricamente, buscan lo mismo que los judíos, el Paraíso en la Tierra, al
igual que el capitalismo y el comunismo buscan democráticamente, aunque por
caminos distintos, pues es el mismo fin el que persiguen- la unión de todos los
hombres sin dogmas que dividan, es decir en plena libertad de conciencia, y
libertad religiosa. Plena y total libertad sin limitaciones ni aún naturales como el
sexo, el cual liberado aberrantemente puede proclamar sus derechos tales como
los del matrimonio homosexual e incluso poder adoptar niños, obteniendo así,
el fruto prohibido que naturalmente les es imposible.
 
 
Recordemos la definición magistral de Nicolás Gómez Dávila sobre la
democracia, la cual es: una religión antropoteísta.
 
 
Sea como fuere cuando vino el Mesías, los judíos se equivocaron. Este es uno de los fenómenos más asombrosos y la tragedia más grande que ha habido en el mundo. Estaban bastante preparados a equivocarse desde tiempo hacía.(…) En suma, quisieron la Segunda Venida sin la primera, pasando por alto las  indicaciones que en los profetas, aunque sea de paso, las distinguen y muy claramente en Daniel. El orgullo nacionalista, la sed de desquite contra los Romanos, la ambición y la codicia, los ofuscaron -lo mismo que a Herodes y a los mismos Apóstoles-, si vamos a eso; los cuales andaban hasta el final tentetiesos con la restauración del Reino de Israel”. “Una vez hubieron decidido, el Mesías tenía que ser así como ellos lo soñaban, inevitablemente los Judíos tenían que matar al Mesías real”. (El Apok., p.364).
 
Viene aquí la terrible moraleja para los católicos de hoy, de estos últimos tiempos apocalípticos, cuales nadie puede negar, salvo ignorancia o estulticia o ambos a la vez. En 1948, se proclama el Estado de Israel (hecho histórico evidente y por sí mismo irrefutable) que marca el fin de la Diáspora, anunciada profética y apocalípticamente para los últimos tiempos como consta en la Escritura; anunciando la caída y destrucción de Jerusalén por Tito en el año 70 y la dispersión o diáspora, hasta su retorno; “Y caerán a filo de espada y serán deportados a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que el tiempo de los gentiles sea cumplido”. (Lc. 21, 24).
 
Este tiempo se cumplió con el retorno en 1948, es un hecho, y contra factum
non est argumentum.
 
Además siempre se consideró, por los exégetas y teólogos de la Iglesia, que el fin
de la Diáspora coincidía con los últimos tiempos apocalípticos.
 
Así, nos advierte entonces, cual profeta el P.Castellani: “Pues bien, los cristianos
podemos caer en la misma ilusión de los Judíos -y estamos quizás cayendo.
Podemos hacernos una idea falsa de la Segunda Venida, y pasarla por alto. Y
eso ha de ser uno de los elementos de la Gran Apostasía. Faltan todavía miles
de años- afirman pseudo-exegetas modernos”. (El Apok., p. 364-365).
 
Y el antídoto contra este error inverso al de los judíos, pero igualmente deicida,
es el Apocalipsis que tanto se detesta, puesto que nos hemos forjado ideas que
tienen que ser así como se lo sueña, cree o piensa.
 
Por eso: “El Apokalypsis es el único antídoto actual contra esos ‘pseudoprofetas’.
(El Apok., p. 367).
 
¿Cuáles pseudo-profetas? los que tienen en definitiva el mismo sueño carnal de
los judíos, pero referido a la Iglesia: el Triunfo de la Iglesia en este mundo. Nos
podemos preguntar ¿cuáles son esos sueños que hacen engañarse a los católicos
respecto de las profecías, como antaño aconteció con los judíos? Pues bien, aquí
tenemos un botón de muestra: “Doctores de la Fe se pretenden estos, y son tenidos de muchos por tales; incluso publican libros con aprobaciones episcopales; en gran peligro de ser engañados andan los fieles. Uno de ellos
muy famoso del siglo XIX (y muchos de ellos hoy día) enseñó que la Iglesia
antes del Juicio Universal tiene que llegar a un triunfo y prosperidad completos, en que no quedará sobre el haz de la tierra un solo hombre por convertir (‘Un solo rebaño y un solo Pastor’) y sin más ni más se cumplirán todas las exuberantes profecías viejotestamentarias. De acuerdo a algunas profecías privadas, se imagina al Papa (al ‘Pastor Angelicus’ que debería haber sido Pío XII) reinando sobre todo el mundo apoyado sobre un Monarca Católico vencedor (que los franceses dicen será francés ¿Enrique V? o ¿Luis Carlos I?, pues hasta el nombre le saben; los alemanes, que será alemán, etc.) el cual sin embargo mandará menos que el Papa, pues el Papa mandará en todo el mundo; y así en Santas Pascuas y grandes fiestas ¡hasta la resurrección de la carne! Y después a mayores fiestas… Es el mismo sueño carnal de los judíos, que los hizo engañarse respecto a Cristo. Estos son milenaristas al revés. Niegan acérrimamente el Milenio metahistórico después de la Parusía, que está en las Escrituras, y ponen un Milenio que no está en la Escritura, por obra de las solas fuerzas históricas o sea una solución intrahistórica de la Historia; lo mismo que los impíos ‘progresistas’, como Condorcet, Augusto Comte y Kant; lo cual equivale a negar la intervención sobrenatural de Dios en la Historia; y en el fondo, la misma inspiración divina de la Sagrada Escritura”. (El Apok., p. 366-367).
 
 
Hay dos ideas que hacen soñar y equivocarse a los católicos hoy día. Estas son:
el famoso Triunfo (de la Iglesia, etc.) y la Restauración (la Reconquista). Y como
nadie cede ante lo que le ha costado esfuerzo y sangre, más aún si todo se ha
dejado por la Iglesia, su Restauración o su Triunfo, es muy difícil no sentirse un
soldado frustrado o un scout siempre listo pero derrotado, si no se espera mística y tenazmente el resultado anhelado. La misma vocación sacerdotal y religiosa pareciera naufragar. Luego no queda más que procurar, propiciar, y esperar el Gran Triunfo (carnal-temporal) de la Iglesia.
 
Carnal, por obra de la carne o esfuerzo puramente humano, obra del apostolado
(voluntarista, frenético y dialéctico), si bien se mira y antes de la Parusía.  Es el milenarismo intrahistórico, el milenarismo malo del que habla el P. Castellani: “Pero de un Milenarismo malo, que espera el Reino de Cristo en la tierra antes de la Venida de Cristo, y obtenido por medios temporales, y consistente en un esplendor de la Iglesia también temporal)…”. (Los Papeles de Benjamín Benavides, ed. Dictio Bs. As. 1978, p.287).
 
Esto no es más que judaizar y no hay algo más judaizante que eso: “Pero ¿qué
cosa más judaizante que esperar un gran triunfo de la Iglesia antes de la Segunda Venida de Cristo? (El Apok. p. 87). Y esta es la razón: “Es el ideal de la Añadidura antes que el Reino, o la Añadidura sin el Reino, o el Reino Milenario realizado desde ya y sin Cristo – es decir, el cristianismo expurgado de la cruz de Cristo y de su Segunda Venida… ¡Este es el verdadero Anticristo! (El Apok., p. 246). Así pues, ser antimilenarista es judaizar, nos guste o no nos guste.
 
Hoy día muchísimos católicos, incluso escritores, incluso predicadores, incluso sabios como Berdiaeff o Dawson, sueñan con una especie de gran triunfo temporal de la Iglesia vecino a nuestros tiempos y anterior a los parusíacos. En eso soñó León Bloy, Veuillot y Hello y toda la escuela de apologistas románticos franceses, comenzando por Chateaubriand y Lammenais. En eso sueña Papini. ¿Y es otra cosa que eso, el fondo del llamado mensaje del gran orador Milanesi? ¿Es eso otra cosa que un milenarismo anticipado, tan imaginario y mucho menos fundado que el mío?... Yo por lo menos no sueño en el vacío. (…) Y los profetas de hoy se dividen rigurosamente en dos: los que creen que los actuales son dolores de parto y los que creen son los dolores de agonía; los cuales remiten el enfantement de la Nueva Era para después de la Parusía…-Los primeros preparan el Anticristo (…). Los segundos creen en Cristo”. (Los Papeles…, p. 387).
 
 
“(…) excluimos ese gran triunfo temporal de la Iglesia antes de la Parusía, que
me parece un peligroso ensueño contemporáneo… -¡El anzuelo del Anticristo!
(…) ¡Es él quien prometerá realizar ese ensueño, con las solas fuerzas del
hombre ensoberbecido! ¡él prometerá la paz, la prosperidad, el nuevo Edén!, y
se pondrá a edificar sacrílegamente la nueva Babel”. (Los Papeles…, p. 398).
 
Y la bestia de la tierra se parece al Cordero, ‘hace prodigios y portentos’, promete la felicidad y habla palabras hermosas, llenas de halago. Promete el Reino en este mundo. Como Cristo. El Reino en este mundo, por las solas fuerzas del hombre, como el Dragón le prometía a Cristo, en el Monte de la Tentación.” (El Apok., p. 260-261).
 
Se trata de la esperanza ecuménico progresista: “(…) la pseudo-esperanza alocada de los ‘progresistas’ y ‘evolucionistas’ ”. (Ap., p.374).
 
Es la esperanza judáica de antaño: “Idolatría del Progreso, con el cual creyeron que harían en poco tiempo otro Paraíso Terrenal; y he aquí que el Progreso, es el Becerro de Oro que sume a los hombres en la miseria, en la esclavitud, en el odio, en la mentira, en la muerte; Idolatría de la Carne, a la cual se le pidió el Cielo y las delicias del Edén; y la carne del hombre vestida, exhibida, mimada y adorada, está siendo destrozada, desgarrada y amontonada como estiércol en los campos de batalla …”. (Cristo ¿Vuelve…, p.173).
 
Hay dos internacionalismos hoy, frente a frente: el de San Agustín y el de Rousseau, el de la Ciudad de Dios y el de la Ciudad del Hombre. (…) hoy día, todo lo que es internacional, si no es católico, es judío, incluso la francmasonería. La primera cosa efectivamente internacional que existió en el mundo fue la Iglesia Católica (‘Id, enseñad a todas las gentes… Se hará un solo redil con un pastor solo’). (…) Si admitimos que la pacificación de la Humanidad en una gran familia es un asunto específicamente religioso, no quedan para realizarlo sino dos religiones que son de verdad internacionales: la Iglesia Católica y la Anti-Iglesia, o sea la Sinagoga. La Iglesia es internacional por divina vocación. La Sinagoga es internacional por divina maldición”. (Cristo ¿Vuelve…, p. 151-152).
 
“Decir esto, es decir que todo lo que hoy en día es internacional, o es católico o
es judáico. Son las dos únicas religiones universales”. (Cristo ¿Vuelve…, p.289).
 
“Todo lo que es internacional es de esencia religiosa”. (Cristo ¿Vuelve…, p.289).
 
Pero la Iglesia se puede corromper en su parte oficial y humana jerarquía y  judaizarse, persiguiendo al fiel en la fe: “El estado descompuesto y falsificado
de la Iglesia (el Atrio pisoteado por los paganos) los sumirá en desconsuelo y
perplejidad. Los prelados ‘mercenarios’ los castigarán y hostigarán, hasta hacerles imposible el ganarse la comida. Su fidelidad a la Iglesia, a la imagen lejana de la Iglesia, y el núcleo atormentado de hoy será más que heróica, casi imposible”. (El Apok., p. 223).
 
El P. Castellani describe la pudrición de la Iglesia en su parte humana y jerarquía oficial, tal como hoy vemos.
 
La Iglesia verdadera, no la oficial (que cayó en la herejía y la apostasía), queda  reducida a un rebaño pequeño, fiel, disperso por el mundo: “La medición del  Templo. Todos los Santos Padres han visto en esta visión, el estado de la Iglesia en el tiempo de la Gran Apostasía, reducida a un grupo de fieles que resisten a los prestigios y poderes del Anticristo (mártires de los últimos tiempos) mientras la Religión en general es pisoteada durante 42 meses o 3 años y medio. Pisotear no es eliminar: el ‘cristianismo’ será adulterado”. (El Apok., p. 152).
 
El mismo Templo y la Ciudad Santa serán profanados, ni serán ya santos. No
serán destruidos. La religión será adulterada, sus dogmas vaciados y
rellenados de substancia idolátrica; no eliminada, pues en alguna parte debe
estar el Templo en que se sentara el Anticristo ‘haciéndose adorar como Dios’,
que dice San Pablo. La Gran Apostasía será a la vez una grande, la más
grande Herejía”. (El Apok., p. 152-153).
 
La Iglesia corrompida vuelta Pseudo Iglesia: “(…) la Mujer Ramera y blasfema
es la religión adulterada, ya formulada en Pseudo Iglesia en el fin del siglo,
prostituida a los poderes de este mundo, y asentada sobre el formidable poder
político anticristiano…”. (El Apok., p. 261).
 
Es el Misterio de Iniquidad, la ‘abominación de la desolación’; la parte carnal
de la Iglesia ocultando, adulterando y aún persiguiendo la verdad, Sinagoga
de Satanás”. (Los Papeles…, p.226).
 
La pseudo restauración o restauración Ecuménica, como la denomina el P.
Castellani, es un hecho con Benedicto XVI: “(…) pero de lo que está seguro es de
la gran fusión de los pueblos en uno y del advenimiento natural de la
Restauración Ecuménica”. (Cristo ¿Vuelve…, p. 289).
 
La religión adulterada hace gala de la fama de los antiguos santos muertos; y
persigue a los santos vivos”. (El Apok., p. 265).
 
La Pseudo-Iglesia, será la obra del Anticristo (religioso o Pseudo Profeta) pues
hablando de él dice: “Reducirá a la Iglesia a su extrema tribulación, al mismo
tiempo que fomentará una falsa Iglesia”. (Los Papeles…, p. 341).
 
El Pseudo Profeta o Anticristo religioso, concretizado en la Bestia de la Tierra, es
el que marca en la frente o en la mano como dice la Escritura hablando ella: “E
hizo poner a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos una
marca impresa en la mano derecha o en la frente, a fin de que nadie pudiere
comprar ni vender si no estaba marcado con el nombre de la bestia o el
número de su nombre”. (El Apok., 13,16).
 
Luego queda claro cuál es la Bestia que marca pues por lo común se piensa que
es la Bestia del Mar (el orden o poder político) y se equivocan por inatención,
pues se trata de la Bestia de la Tierra (el orden o poder religioso).
 
 
La marca es como lo dice el P. Lacunza y también afirma el P.Castellani, la
profesión de fe apostática: “(…) el signo de la Bestia en la frente (profesión de fe
apostática) (…)”. (Cristo ¿Vuelve…, p. 56-57).
 
Es el “abrenuncio” o el reniego que decía Primacio y retoma el P. Lacunza: “La
misma palabra Anticristo o Contra Cristo, esto suena (…) no puede ser otro
que solvere Jesum vel active vel pasive; no puede ser otro que el odio formal a
Jesús, el oponerse a Jesús, perseguir a Jesús, procurar destruirlo, o desterrarlo del mundo, borrando de él todo su nombre y su memoria”. (La Venida del Mesías en Gloria y Majestad, ed. Carlos Wood, Londres 1816, T. II, p. 14-15).
 
 
Entre las varias combinaciones que se han hecho de las letras Griegas, que
forman el número 666, se halla una, que es de Primacio (…). Esta combinación
da puntualmente la palabra Griega αρνουμας, arnoume, o arnouma que  corresponde a la palabra Latina abrenuntio y a la Española reniego”. (La
Venida…, p.15).
 
“(…) el carácter, o nombre, o distintivo, de que habla la profecía, no puede
significar otra cosa obvia, y naturalmente que una profesión pública, y descarada de aquel abrenuntio, o hago profesión de renegado, que parece el carácter, o el espíritu, o el distintivo propio de toda la bestia. Así el tomar este carácter, no será otra cosa que un tomar partido por la libertad; un solvere Jesum, público y manifiesto; una formal apostasía de la religión Cristiana, que antes se profesaba. Se dice, que este carácter lo llevarán en la frente o en las manos, para denotar la publicidad y descaro con que ya se profesará entonces el Anticristianismo; pues la frente y las manos son las partes más públicas del hombre, y al mismo tiempo, son dos símbolos propísimos, el primero del modo de pensar, el segundo del modo de obrar. Desatados de Jesús, desatados de la verdad y sabiduría eterna, no hay duda, que quedarán la frente y las manos, esto es, los pensamientos y las operaciones, en una suma libertad; pero libertad no ya de racionales, sino de brutos (…). Se dice que no podrán comprar ni vender los que no llevaren este carácter, para denotar el estado lamentable de desprecio, de burla, de odio, de abandono en que quedarán los que quisieran conservar intacta la fe; y también para denotar la tentación terrible, y el sumo peligro que será para ellos este desprecio, burla, odio y abandono, viéndose descomulgados de todo el linaje humano. El mismo Jesucristo nos asegura en particular, que en aquellos tiempos de tribulación, los mismos parientes y domésticos serán los mayores enemigos de los que quisieren ser fieles a Dios (…)”. (La Venida…, p. 17-18-19).
 
Esto lo vemos y lo sufrimos hoy en carne propia. Esta Gran tribulación es más
terrible y mortífera, que la persecución física y sangrienta como muchos creen.
Otro autor, Doctor en Filosofía y Teología, el Padre Pablo Caballero Sánchez C.
M., hablando del número de la Bestia, el 666 (por sorprendente que nos pueda
parecer, pues su libro fue escrito en 1955, y es tal el acierto que no puede ser
pura coincidencia ni casualidad), con el seudónimo Athon Bileham dice lo
siguiente: “Entrada triunfal en las Urbs septicollis: ‘Benedictus, Benedictus…’.
Amanece la gran Pascua… Parusía del Sacrílego que atenta contra el Arca
Santa”. (Visiones del Apocalipsis-Agonía y Triunfo de la Iglesia Católica en un
próximo porvenir, Quito 1955, p. 377). Esto concuerda con el lema De Gloria
Olivae de Benedicto XVI a la perfección: el triunfo de la Sinagoga de Satanás
dentro de la Iglesia, aunque efímero.
 
Bajo su púrpura cardenalicia alienta el espíritu de Satanás. El ajenjo, en su
calidad de Vicario de Roma y de ‘boca’ del Dragón, saluda a sus Colegas (…) he
aquí la plenitud del falso reino ‘anticristo’, promovida por el Dragón (…).
 
Entre las aclamaciones de la muchedumbre y los himnos de los coros que
repetían a porfía: ‘Bendito el que viene con nombre del Señor’, fue ceñida la
frente de Benedicto con la tiara de triple diadema. [aunque en realidad no fue coronado con la Tiara para colmo, pero ¿quién podía en ese tiempo imaginárselo?]. Los iniciados sabían que esa tiara simbolizaba ahora la unidad de los tres Sephiroth supremos: máscara blasfemadora (esto lo podemos comprobar con el estudio de la Mitra masónico cabalística de Benedicto XVI, que hizo el Padre Luigi Villa, por asombroso que parezca) de la adorable Trinidad: poder del Espíritu, realiza-trono del Hijo, autoridad gloriosa del Padre. Benedicto apareció sentado en la ex cátedra de Pedro y en el ex-trono del Altísimo; desde allí, como desde un trono solar, le pareció dominar las estrellas del cielo. Los iniciados, sabían que desde esa `cátedra’ , hecha ahora trono del Dragón entregado al Anomos, ya no se anunciaría el Evangelio de Jesucristo sino el horóscopo de Satán. En fin, todos vieron en manos de Benedicto, las llaves de Pedro, llaves de la ciudad eterna; y los iniciados conocían que esas llaves usurpadas simbolizaban ahora la autoridad
del Dragón para abrir y cerrar el Pozo del Abismo, su morada”. (Visiones…, p.
378-379). ¡Asombroso pero cierto!, los hechos hoy lo muestran.
 
Pero, en la ‘tierra’ cunde la Seducción Magna”. (…) “Mientras tanto, toda la
‘tierra’ rinde culto al nuevo Amo del Mundo religioso”. (Visiones…, p.381).
“No cabe más que un profundo y religioso acatamiento ante su aureola divina”. (Visiones…, p.382).
 
“(…) todo ello no fue más que un pálido anticipo figurativo de los cánticos de
gloria destinados a ensalzar al nuevo ‘Papa Benedicto’ y a sus Ángeles
tutelares”. (Visiones…, p.382).
 
El Adversario se presenta al mundo como ‘Cristo de Dios’ (…). Se da como
personero de Dios, infalible en su palabra: nadie podrá discutirla”. (Visiones…,
p. 382).
 
 
Tiene a su cargo la enseñanza ecuménica con publicidad y propaganda
mundial”. (Visiones…, p.383).
 
El acto de ‘abrir la boca de la Bestia’ no es el gesto humilde de un individuo.
Es acto oficial y ecuménico. (…) Lanza a la publicidad mundial la doctrina ideal y el programa práctico del nuevo Orden religioso elaborado sapientísimamente para la felicidad del género humano. Desde el principio, con la sabiduría de la serpiente, explica el Evangelio nicolaíta que cambia ‘los tiempos y las leyes’, esto es, la Liturgia y los Cánones. (…) con la nueva liturgia babélica ya no se bendice el Nombre Santo, objeto del Culto divino; lo usurpa sobre su frente sacrílega el Anticristo, enemigo del Emmanuel: ‘abominación suprema’”. (Visiones…, p.385).
 
La posición de Benedicto aparece como indiscutible. (…) su sabiduría infalible es inapelable. (…) tiene que ser universalmente acatada”. (Visiones…,p. 386).
 
Los ‘adoradores’ de Benedicto comunican ‘in sacris’ con la Bestia, rindiéndole
homenaje religioso. Por el mismo hecho profesan la ‘apostasía’ del Cristo verdadero”. (Visiones…, p.387-388). Esto no hay que olvidarlo.
 
Teniendo en cuenta que en el lenguaje profético ‘hombre’, como ‘hijo de hombre’, tiene significado sacerdotal en contraste con el ‘ganado’ que se refiere al pueblo, cifra de hombre, querrá decir que pertenece no a príncipes paganos, sino a Pontífice cristiano, personero del Hombre por excelencia, así presentado por Pilatos al pueblo judío: ‘ Ecce Homo’. Luego, no será nombre de Bestia animal, ni de Bestia-emperador, sino de Bestia-Pontífice”.(Visiones…, p.402).
 
Nosotros creemos, con firmeza desde ahora, que tal nombre es Benedictus, cuya cifra, en griego, lengua del Apocalipsis, equivale a 666. B(2) E(5) N(50) E(5) D(4) I(10) C(20) T(300) O(70) S(200) =666”.(Visiones... p.402).
 
Luego, el Antipapa-Anticristo se llamará Benedicto”. (Ibídem, p.403). Sin
comentarios.
 
El famoso Holzhauzer tocó el tema y llegó a hablar de un Antipapa usurpador,
de la Iglesia desgarrada y de la perdida total de la fe, salvo los elegidos comentando: “Del Antipapa abominable y perverso idólatra, que desgarrará la Iglesia de Occidente y hará adorar la primera bestia”. Y que: “Entonces la Iglesia será dispersada (…) porque el pastor habrá sido golpeado y las ovejas se dispersarán. Pues será lo mismo que en el tiempo de la Pasión de Nuestro Señor.(…) Entonces la Iglesia latina será desgarrada, y a excepción de los  elegidos, habrá una defección total de la fe”. (Revelation du Passé et de l’Avenir, Interprétation de l’Apocalypse du venerable Barthélemy Holzhauzer -vers 1650- p. 91).
 
El Padre Luigi Villa discípulo del Padre Pío, quién se puso por mandato suyo a  estudiar la Masonería y en especial la eclesiástica, dedica el número 452 de la  revista Chiesa Viva de Septiembre de 2012 al estudio del escudo personal de  Benedicto XVI y titulándola ¿El Anticristo en la Iglesia de Cristo? Donde concluye: “Es importante advertir que Joseph Alois Ratzinger (Tauber- Peinter), hoy Benedicto XVI desciende de una de las ramas cabalísticas más importantes de la Sinagoga (el Gran Rabinato de Praga)”. (p.30).
 
Entre sus antepasados, el hebreo Joseph Alois Ratzinger Peinter (en realidad
Tauber) proviene de una sucesión de 9 rabinos de Austria-Hungría y Germania; pero de modo particular de Maharal (Yeudah Loew ben Bezalel), considerado como uno de los sabios ocultistas más importantes de la historia”. (p. 30). Más claro ni el agua, para el que quiera ver y entender.
 
El Humanismo Integral, el Personalismo y la Nueva Cristiandad de Maritain progenitor de la Libertad Religiosa, están en pleno apogeo nutriendo la Nueva  Iglesia Conciliar (Ecuménica). Y así tenemos el maridaje espurio y bastardo de la unión de Iglesia y Mundo: “Canta las nupcias de la Humanidad y no del Cordero, en virtud del liberalismo y desa religión informe del Hombre, la Libertad y el Progreso; la cual se ha forjado y se la han forjado más informe que los productos monstruosos del arte ‘moderno’ ”. (El Apok., p.178).
 
La impronta judáica del modernismo se evidencia al pretender realizar el Paraíso en la tierra sin la Parusía: “Con retener todo el aparato externo y la fraseología cristiana, falsifica el Cristianismo, transformándolo en una adoración del hombre; o sea, sentado el hombre en el Templo de Dios, como si fuese Dios. Exalta al hombre como si sus fuerzas fuesen infinitas. Promete al hombre el reino de Dios y el paraíso en la tierra por sus propias fuerzas”. (Cristo ¿Vuelve…, p.18).
 
Que toda la humanidad diga como el demoníaco Kirilof: ‘Si Dios no existe, yo
soy Dios’ y… que en lugar de Reino de Dios venga el Reino del Hombre; sobre
esto reposa la nueva Iglesia Universal, la Internacional”. (Los Papeles…, p.290).
 
El Misterio de la Iniquidad es el odio a Dios y la adoración del Hombre. (…) El  Misterio de Iniquidad es el principio de la Ciudad del Hombre, que lucha con la
Ciudad de Dios desde el comienzo; es la raíz de todas las herejías y el fuego de
todas las persecuciones; ‘es la quietud incestuosa de la criatura asentada sobre
su diferencia específica’; es la continua rebelión del intelecto pecador contra su
principio y su fin, eco multiplicado en las edades del ‘No serviré’ de Satanás. La
cúspide del Misterio de Iniquidad es el odio a Dios y la adoración idolátrica del
Hombre”. (Cristo ¿Vuelve…, p.28).
 
“La persecución de Juliano, la formación de una religión falsa, parecida a la
Cristiana, obra del seudoprofeta o Segunda Bestia, que puede ser un Antipapa,
o un gran genio religioso, o simplemente la Masonería o el Socialismo”. (Cristo
¿Vuelve…, p.56).
 
Vemos como el Padre Castellani, considera la posibilidad de un Antipapa, tanto en el texto anterior, como en el siguiente: “¿Será el reinado de un Antipapa o Papa falso? ¿Será la destrucción material de Roma? ¿Será la entronización en ella de un culto sacrílego? (Cristo ¿Vuelve…, p.29). Pues: “Nada impide que la “propaganda sacerdotal” del Anticristo (Lacunza, Pieper) esté encabezada por un Obispo apóstata (Solovief) o incluso un Antipapa; así sucede en la historia humana: cuerpo pide cabeza”. (El Apok. p. 334).
 
Con estos interrogantes, deja la cuestión abierta y no cerrada como muchos hoy
pretenden consciente o inconscientemente, dejando el caso zanjado e inexpugnable.
Quede bien en claro que el Anticristo puede ser doble y no uno como hasta ahora la mayoría cree o se imagina: “el Anticristo será, pues, un Imperio Universal Laico, unido a una nueva religión herética; encarnados ambos en un hombre, o quizás en dos hombres, el Tirano y el Pseudoprofeta”. (Cristo ¿Vuelve…, p.48).
 
El más peligroso de las dos Bestias, es el Anticristo-religioso o Pseudoprofeta, pues este es el que destruye la fe y la Iglesia, reduciéndola a un pequeño rebaño fiel, disperso por el mundo: “El principal destos es el de la Segunda Bestia, una fiera que surge de la tierra como la otra surgió del mar, es decir, de la Iglesia en contraposición al mundo, la cual aunque habla como dragón, ‘tiene dos cuernos semejantes al Cordero’. Esta Bestia es la que ‘actúa’ y reduce a la práctica, es decir, ritualiza todo el poder de la otra, dice el Profeta. Ella es la propaganda sacerdotal: ella organiza la adoración idolátrica, impone la adoración del ícono nefando, controla las sanciones de lista negra para los que no se somete (…). Esta Bestia es pues, evidentemente un movimiento religioso, una herejía parecida al Cristianismo, la última herejía, la más nefanda y sutil de todas, la adoración del Hombre; encarnada ella quizás, en un genio religioso (…). Quizá sea un antipapa y los dos cuernos signifiquen la mitra episcopal”. (Los Papeles…, p.297).
 
Esta es la persecución, reducir la Iglesia a un pequeño rebaño disperso por el  mundo, y no otra cosa, como la gran mayoría piensa, inducidos con cierto  fundamento pero sin retener que más peligroso y devastador que una  persecución sangrienta, es una persecución apostática, es decir, reducir la Iglesia a su mínima expresión, esto es, reducirla a un pequeño rebaño, así tenemos que el suceso más peligroso y fatal se produce por: “La última y mortal persecución a la Iglesia Visible (reducida a un residuo) y la instauración de un culto nefando”. (El Apok., p.287).
 
Esta es la persecución de las persecuciones, lo demás, inclusive el ser degollados no es tan grave como el apostatar, porque peor que morir es, claudicar en la fe, renegar de Cristo. Por eso decía visionaria y proféticamente el gran Cardenal Pie que “la Iglesia será reducida a proporciones individuales y domésticas”. (Le Cardinal Pie de A á Z - Textes Sélectionnés et Classés par Jaques Jammet, Editions de París 2005, p. 187).
 
El espíritu antiapocalíptico y antimilenarista, es una de las características del  Anticristo (religioso). “El Anticristo no será un demonio, sino un hombre  demoníaco, tendrá ‘ojos como de hombre’, levantados con la plenitud de la ciencia  humana y hará gala de humanidad y humanismo; aplastará a los santos y abatirá la Ley (…) hará imperar la ‘abominación de la desolación’, o sea, el sacrilegio máximo; será soberbio, mentiroso y cruel, aunque se fingirá virtuoso (…). Perseguirá sobre todo la interpretación y la predicación del apokalypsis; y odiará con furor, aún la mención de la Parusía; en su tiempo habrá verdaderos  monstruos, que ocuparán sedes y cátedras y pasarán por varones píos y religiosos y aún santos, porque el Hombre de Delito, tolerará un cristianismo adulterado”. (Los Papeles…, p.340-341).
 
Y todos los alérgicos al milenarismo, ¡oigan esto!: “Pero el milenarismo y el antimilenarismo, representan en la realidad histórica hodierna, dos espíritus, dos modos de leer la Escritura y de ver en consecuencia la Iglesia y el mundo. De ahí la lucha”. (Los Papeles…, p.412).
 
“El Milenarismo se apoya en el sentido literal de un pasaje, que así entendido abre el sentido literal y trascendental de muchos otros, y por ende transfigura –o configura o desfigura, como gustéis- todo el Libro. El antimilenarismo, interpretando el mismo alegóricamente, por huír dificultades o por recelo de abuso del Kiliasmo carnal, autoriza por el mismo hecho, aplicar la alegoría a otros lugares oscuros y aún a toda la Escritura: y los resultados no son  indiferentes”. (Los Papeles…, p. 412).
 
Y es además con sus falsas esperanzas de triunfo y de reconquista, lo que también en el fondo les impide aceptar la catástrofe histórica que señala el Padre Castellani: “El término de la historia será una catástrofe, pero el objeto Divino de la historia será alcanzado en una metahistoria, que no será una nueva creación, sino una ‘transposición’; pues ‘nuevos cielos y nueva tierra’ significa ‘renovadas todas las cosas’ de acuerdo a su prístino patrón divinal”. (El Apok., p.149).
 
“El mundo va a una catástrofe intraihistórica que condicione un triunfo  extrahistórico; o sea una ‘transposición’ de la vida del mundo en un trasmundo; y del Tiempo, en un Supertiempo; en el cual nuestras vidas no van a ser aniquiladas y luego creadas de nuevo, sino (como es digno de Dios) transfiguradas ellas todas por entero, sin perder uno solo de sus elementos”.(El Apok., p.152).
 
“Las Dos Fieras; la cual se puede llamar la historia del Anticristo, con sus  prestigios, su reinado y su desastre, seguida del triunfo de Cristo y su Reino, o
sea el fin catastrófico intrahistórico de la humanidad, junto con el fin triunfal
extrahistórico. Pues desos dos elementos contrarios se compone la esjatología
cristiana”. (El Apok., p.155).
 
 
Queda claro que para muchos con mentalidad de scouts, siempre listos y triunfalistas, se les viene el mundo abajo si no hay un triunfo de la Iglesia, el cual justifique su vocación, habiendo renunciado a todo, eso me parece a mí que es el resorte sicológico que además de otros factores precipitan al abismo antiapocalíptico, antiparusíaco y antimilenarista de muchos clérigos en estos  tiempos y que se remontan a varios siglos; nos debe de quedar claro esto y para lo cual citamos el siguiente texto: “Este mundo terminará. Su término será precedido de una gran apostasía y una gran tribulación. A ella sucederá el advenimiento de Cristo y de su Reino, el cual no ha de tener fin”. (Cristo ¿Vuelve…, p.20). Ojalá que esto nos quedara claro a todos.
 
Y debemos evitar lo que en este otro texto el Padre Castellani advierte: “La  apostasía de la Fe y las artes del Anticristo habrán persuadido a la mayoría de
que el mundo no tendrá fin, y de que debe seguir siempre adelante en un continuo progreso hasta convertirse en el Paraíso de la ciencia y de la Civilización, en el Edén del Hombre Emancipado y entonces, como ‘los dolores de la preñada’ de golpe sobrevendrá el fin. (Math. 18)”. (Los Papeles…, p. 415).
 
Así tenemos pues, que el Apocalipsis es un libro de esperanza, no de calamidades y desgracias:“(…) el Apokalypsis, es un libro de esperanza y de consuelo, no de horror y de pesimismo”. (Los Papeles…, p.64). Pero claro está que esto no lo entienden ni querrán entender los que se fincan en una ilusión de triunfo y edén como se puede observar de lo que sigue: “Esta luz cruda, deshace y evacúa la eterna ilusión babélica de construír una torre que llegue al cielo, de puro ladrillo y barro, de recobrar y reconstruír el antiguo Edén con solas fuerzas humanas, de llevar a su consumación el Reino de Dios por medios políticos; de que este mundo durará muchísimo y siempre en continuo progreso. Esos son los principales ensueños del mundo moderno y han sido siempre la profunda y tenaz tentación del hombre, hoy día campante y dominante por doquier fuera de la Iglesia. Contra ellos se levanta del Apokalypsis, la austera visión del milenarismo”. (Los Papeles…, p.65).
 
Tengámoslo bien presente: “Desde ahora los fieles no deben poner sus ojos en  triunfos temporales, que les serán negados (como vemos hoy día hasta de sobra), eso terminó; solo la Segunda Venida ha de ser su indefectible Lucero”. (El Apok., p.55). Esta es la Bienaventurada Esperanza.
 
Nuestra Bienaventurada Esperanza de la cual habla San Pablo consiste en que:  “Cristo debe volver. Debe volver pronto. Y a medida que su retorno se aproxima, por fuerza se deben hacer más claras las Promesas de sus Santos y las Visiones de sus Videntes. Volverá no ya a ser crucificado por los pecados de muchos, sino a juzgar a todos, no como Cordero de Dios sino como Rey del Siglo Futuro. Volverá para poner a sus enemigos de alfombra de sus pies, a restaurar y restituir para su Padre todas las cosas, arrojado de ellas y amarrado el Príncipe de este mundo; volverá en el clímax de la más horrenda lucha religiosa que han visto los siglos, en el ápice mismo de la Gran Apostasía y de la tribulación colectiva más terrible después del Diluvio, cuando sus fieles estén por desfallecer y esté por perecer toda carne. Volverá Vincens ut vincat, como un rayo que surgiendo de Oriente se deja ver en Occidente, para arrebatar a él en los aires a nosotros los últimos, los que quedamos, los reservados ‘in adventum Domini’, que hemos sufrido más que Job, creído más que Abraham, y esperado más que Simeón y  Ana”. (El Apok., p.90-91).  Por esto es que se dice que los Santos de los últimos tiempos, serán más grandes.
 
No olvidemos nuestro deber apocalíptico y parusíaco, como católicos apostólicos y romanos, tal y cual recalca el Papa Pío XII: “…y nuestro deber, el deber del episcopado, el deber del clero y de los fieles, es de prepararse al futuro encuentro de Cristo con el mundo”. (2 de Junio de 1942).
 
“¡Ven, Señor, Jesús! La humanidad no tiene fuerza para quitar la piedra que ella misma ha fabricado, intentando impedir tu vuelta. Envía tu ángel, oh Señor, y haz que nuestra noche se ilumine como el día. ¡Cuántos corazones, oh Señor, te esperan! ¡Cuántas almas se consumen por apresurar el día en que Tú sólo vivirás y reinarás en los corazones! ¡Ven, oh Señor, Jesús! ¡Hay tantos indicios de que tu vuelta no está lejana! (Mensaje pascual de Pío XII a los fieles del mundo. 21 de Abril de 1957).
 
P. Basilio Méramo
Bogotá, 11 de Febrero de 2013,
Aparición de la Santísima Virgen en Lourdes