San Juan Apocaleta



Difundid Señor, benignamente vuestra luz sobre toda la Iglesia, para que, adoctrinada por vuestro Santo Apóstol y evangelista San Juan, podamos alcanzar los bienes Eternos, te lo pedimos por el Mismo. JesuCristo Nuestro Señor, Tu Hijo, que contigo Vive y Reina en unidad del Espíritu Santo, Siendo DIOS por los Siglos de los siglos.












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"Sancte Pio Decime" Gloriose Patrone, ora pro nobis.





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miércoles, 15 de junio de 2011

Conferencia de Monseñor Lefevbre, febrero de 1976, cortesia R.P. Méramo



Conferencia de Monseñor Lefevbre dada a
la Asociación San Pío V en febrero de 1976,
cuya grabación fue confiada al Padre
Guépin

Yo estoy convencido que esto se va a descubrir cada vez más, que hay
dentro del Vaticano una logia masónica, ni más ni menos. Eso se va a
descubrir tarde o temprano: se publicarán los nombres y pertenencia
masónica, y sus grados, no puede ser posible de otro modo. Ellos hacen
muy bien el trabajo en las logias para que por lo menos no sean el
soporte de éstas. ¡Esto no puede ser posible!

Podemos ver que esto sucede en todos los ámbitos. No puede ser
posible que el Papa inspirado y sostenido por el Espíritu Santo y por las
palabras de Nuestro Señor Jesucristo pueda hacer una cosa semejante.
¡Esto no es posible, es incompatible!

Esta destrucción de la Iglesia, esta destrucción del Reino Social de
Nuestro Señor Jesucristo, esta destrucción de la Fe Católica está
presente en todos los ámbitos: en los catecismos, en las universidades,
en las escuelas católicas, en las congregaciones religiosas, en los
seminarios, por todas partes por donde se mire. Se trata de la
destrucción sistemática de toda la Iglesia buscada por las reformas que
han seguido al Concilio Vaticano II, porque es éste Concilio el que ha
permitido hacer éstas reformas, son ellos quienes han hecho las
reformas, es el Concilio Vaticano II en términos inequívocos el que ha
permitido lanzarse a hacer reformas. Esto es lo que han querido y el
Vaticano II ha sido el trampolín que ha permitido todo eso.

Entonces puede decirse, en efecto, que no es posible que un Papa pueda
hacer algo así, y que en consecuencia quien lo haga no es Papa. Es un
razonamiento. No digo que eso sea cierto. Yo planteo varias hipótesis y
ésta puede ser una hipótesis válida. Puede ser que sea descubierta, no
lo sé. En mi opinión esto no es claro aún. ¿Y si algún día se descubriera?

Estas son cosas que no son imposibles. Ya ha habido apariciones que lo
han dicho, apariciones reconocidas por la Santa Sede: Fátima, La
Salette, que decían que el demonio subiría a lo más alto de la Iglesia; si
es la cima, no lo sé. Si sube hasta allí, o si va hasta el Papa o hasta
aquel que se dice Papa, no lo sé; pero no es una cosa imposible. Los
teólogos han estudiado el problema para saber si es posible que un Papa
sea hereje y pueda ser excomulgado, y en consecuencia, todos sus
actos fueran declarados ilegítimos e inválidos.

Si, hipotéticamente, no lo sé, se descubre que el Papa está inscrito en
una logia masónica antes de su elección, él estaría excomulgado y su
elección sería inválida. Él no podría ser Papa y nosotros tendríamos un
Papa que no es Papa. Esto es posible. No digo que eso sea así, pero en
la situación en la que estamos uno busca soluciones. Nos encontramos
frente a un problema casi sin solución; quiero decir desde el punto de
vista teológico. Entonces buscamos soluciones.

Se quiere destruir todos los Estados Católicos, no se quiere más el Reino
de Nuestro Señor, y que la Iglesia se preste a todas estas operaciones
gigantescas y demoníacas es incomprensible, es algo realmente
horroroso, espantoso.

De todo esto tengo la convicción absoluta que son las ideas masónicas
las que han entrado al interior de la Iglesia durante el Concilio. El
Concilio ha sido equívoco. Ellos han cubierto todo muy bien. Podemos
ver que hay textos que son muy fuertes. Podemos ver en Gaudium et
Spes cosas que son absolutamente insensatas, por ejemplo, la
independencia de la cultura profana. Hay todo un capítulo de la cultura
en Gaudium et Spes que dice que la cultura profana es independiente de
la religión. De nuevo el Reino de Nuestro Señor no se extiende a la
cultura, el hombre puede liberarse de la ley moral cuando hace arte o
cosas semejantes, es la liberación, siempre la liberación de Nuestro
Señor Jesucristo, y esto se ha aplicado a todo.

Cuando el Cardenal Suenens dijo en reunión con 150 teólogos que el
Concilio son 89 en la Iglesia, esto es un síntoma, ¡es claro!
Yo sufro cuando veo sacerdotes amigos nuestros que son muy educados
y amables diciendo que no hablen mal del Concilio; de las reformas, de
las interpretaciones lo que quieran, pero no del Concilio. ¡Por favor! Es
en nombre del Concilio que hacen las reformas, todas las reformas son
públicas. Cuando hablan de la reforma de la misa, cuando hablan de la
reforma de la liturgia en nombre de tal o cual constitución o declaración,
cuando la transforman en política lo hacen en nombre de la libertad
religiosa. No hay ninguna duda para ellos. Puede ser que no para todos.

Es el Concilio el que ha querido todas esas cosas. Son ellos los que han
hecho el Concilio. Son ellos los que lo han controlado. ¿Cómo puede
pensarse que se publique en todas partes -ya se ha visto en algunas
revistas de Alemania e Italia- el pedigree masónico del Cardenal
Lienart? En la revista “Chiesa Viva”, revista muy moderada, uno diría de
pensamiento católico, se han publicado fotos en Roma mostrando su
pertenencia a los diferentes grados, su paso de un grado a otro, las
logias a las cuales ha pertenecido. He aquí un hombre que ha dirigido
prácticamente el grupo liberal del Concilio y que ha dominado el
Concilio. Y estos eran los amigos del Santo Padre, hay que decir las
cosas como son.

Los Cardenales Liénart, Frings, Alfrink, Suenens, eran los amigos del
Santo Padre. El Cardenal Döpfner fue quien los nombró moderadores del
Concilio, no se puede decir lo contrario. Si el Santo Padre lo lamenta o
no, no lo sé, yo no estoy en su puesto, pero en todo caso es un hecho
que esos eran los amigos del Santo Padre y nosotros hemos sido unos
rechazados del Concilio, se puede decir, nosotros que hemos defendido
la tradición, los 250 que defendían la tradición nos hemos quedado
prácticamente huérfanos, nunca tuvimos voz delante del Santo Padre.

El Cardenal Larraona ha hecho toda una carta que yo tengo y que
quisiera publicar pronto con la respuesta del Santo Padre en el momento
del Concilio, acerca de su punto de vista sobre la colegialidad,
mostrando el peligro de la colegialidad que es una democratización del
episcopado evidentemente muy peligrosa. El Santo Padre ha
respondido: “yo no comprendo, no sé lo que quiere decir con eso, en fin
y a pesar de todo, la mayoría del episcopado está a favor”. ¿Qué
significa esto? ¡Esto es espantoso!

El Cardenal Larraona fue perseguido por el Santo Padre y murió de
tristeza perseguido como el Cardenal Ottaviani, que fue retirado y debe
estar muriendo de tristeza con todo lo que está pasando. Igualmente el
Cardenal Palazzini que fue nombrado también para alejarlo de la
congregación del clero.

Todos aquellos que son tradicionalistas son separados de sus funciones
y desafortunadamente tengo que decir que hay cardenales amigos que
me dicen: “espere, calle, esto va a cambiar. Por qué debe usted
manifestar su desaprobación si en este instante usted está detrás de su
escritorio; no es difícil esperar dos o tres años y después esto cambiará.
Usted está tranquilamente en su despacho de Presidente de la firma
apostólica”. Y mientras tanto un millón de almas se pierde, las almas
van al infierno a causa de este abandono de los Cardenales y Obispos,
incluso de los tradicionalistas que no dicen nada como Monseñor Graber,
que me ha escrito hace quince días diciéndome: “Monseñor, por favor
acepte el Nuevo Ordo, se lo pido, no se resista, es muy grave, usted
mismo se está colocando fuera de la Iglesia”. Yo le respondí diciendo:
“si yo juzgo según sus palabras que me piden silencio, usted que es
mucho más severo que yo respecto del Concilio, usted que habla de
influencias masónicas en el Concilio, yo jamás hablé de esto, sólo hasta
ahora porque comienzan a descubrirse las cosas; cómo puede usted
hablar de aceptar las reformas del Concilio que usted mismo dice están
influidas por la masonería”. ¡Es inaudito!

Los amigos de siempre me piden someterme, ir a ver al Santo Padre y
decir que yo acepto todo, ir a la tumba de San Pedro a hacer una
oración y que entonces ya veré como todo se arregla. Como me ha
dicho monseñor Benelli: “Monseñor, usted firma y dice que se ha
equivocado y que usted acepta todas las reformas postconciliares, que
usted acepta todas las directivas de Roma, que usted acepta la nueva
misa, -entonces el puso en mis manos un misal del Novus Ordo-, y que
usted acepta llevar consigo a todos los adeptos que lo siguen”, a lo que
yo le respondí que yo no tengo adeptos, ellos no me siguen, ellos están
en la misma situación que yo. Ellos encuentran una situación intolerable
en la iglesia, situación que es inaceptable. Nosotros no vamos a perder
la fe, no vamos a volvernos protestantes.

Entonces todo el mundo reacciona. Evidentemente ellos encuentran un
obispo, un seminario, algo así como un faro en el camino. La gente que
piensa un poco como nosotros se reagrupa en Ecône que se ha vuelto
un signo. Pero no soy yo que los ha hecho pensar así, ellos son lo
suficientemente inteligentes para saber que no pueden someterse a lo
que pasa actualmente en la Iglesia.

Nosotros vemos que lo que nos viene de Roma actualmente está
envenenado, que pasa algo grave y que quieren reducir nuestras almas
a la nada y perdernos, nosotros no lo queremos, no queremos una
religión universal, no queremos una religión sincrética, no queremos una
religión mitad masónica y mitad sentimental que uniría a todos los
hombres de todas las religiones, no lo queremos a ningún precio.