San Juan Apocaleta



Difundid Señor, benignamente vuestra luz sobre toda la Iglesia, para que, adoctrinada por vuestro Santo Apóstol y evangelista San Juan, podamos alcanzar los bienes Eternos, te lo pedimos por el Mismo. JesuCristo Nuestro Señor, Tu Hijo, que contigo Vive y Reina en unidad del Espíritu Santo, Siendo DIOS por los Siglos de los siglos.












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"Sancte Pio Decime" Gloriose Patrone, ora pro nobis.





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domingo, 26 de diciembre de 2010

DOMINGO EN LA INFRAOCTAVA DE NAVIDAD


Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:
En este domingo de la Infraoctava de Navidad, que quiere decir dentro de la octava, de los ocho días siguientes a la Natividad de nuestro Señor, el evangelio nos relata la presentación del Niño Jesús en el templo junto con la purificación legal de nuestra Señora.


Antiguamente estaba muy marcada en el pueblo elegido la convicción de que el primogénito pertenecía a Dios, era de Dios, como deben ser todas las primicias, para Dios, con lo cual se manifiesta su señorío, su dominio sobre todo lo creado. Por los primogénitos, entonces, había que pagar como un rescate en el templo y cada uno lo hacía de acuerdo con sus posibilidades. Los ricos ofrecían el sacrificio de un cordero o de un ternero, mientras que los pobres ofrecían una paloma o alguna otra ave, animales de menor valor que en este caso fue lo que ofrecieron San José y la Virgen María, quienes eran pobres. Pobres, mas no miserables. Porque la miseria no es buena para nada, la pobreza es buena para vivir cristianamente en la humildad y en el ejercicio de las demás virtudes, cosa que hoy no se aprecia y se confunde muchas veces con la miseria. También este siglo de tanto progreso depara esa miseria que no es buena para la vida virtuosa ni para la vida cristiana, y sin embargo nos gloriamos de un siglo que genera desastres sociales que descompensan la convivencia humana, política y social de las naciones y del mundo entero.
San José y la Virgen María fueron, pues, al Templo a presentar al Niño y de paso nuestra Señora también fue a purificarse.

La purificación legal era porque quedaba un resabio de la condición pecaminosa por la cual venimos al mundo, transmitiéndose el pecado original; de ahí que la mujer de alguna forma debiera purificarse.

Lo que demuestra que no nacemos buenos. Ni tan buenos, ni tan puros, como piensa hoy el mundo, sino que nacemos bajo la impronta del pecado original que se transmite por la generación. Con una salvedad, en este caso maravilloso, de que la Virgen Santísima no tenía por qué hacer ninguna purificación legal; no obstante, quiso someterse a la Ley. Ella no tenía ninguna necesidad de ello porque lo nacido de sus entrañas era obra del Espíritu Santo y no de procreación humana en la cual interviniese un hombre; sino directamente de la mano de Dios en el seno virginal y puro de la Santísima Virgen María.

Y vemos cómo San Simeón, sacerdote del templo, al llegarle el turno a la Sagrada Familia, reconoció al Mesías y le profetizó a su madre y al pueblo que sería signo de contradicción, y para Ella también sería como una espada que traspasaría su corazón. Ya es la Virgen dolorosa con los sufrimientos profetizados a causa de este niño que iba después a morir en una cruz. Asombra cómo este Niño recién nacido, que era el Salvador y Mesías, fuese signo de contradicción.
He ahí todo el misterio ante Cristo nuestro Señor, ante Él no puede haber término medio, a nuestro Señor hay que reconocerlo y aceptarlo o rechazarlo. Es en ese sentido que Él está constituido como signo de contradicción: para salvación de unos y para condenación de otros, como respuesta fundamental de cada ser, de cada hombre, de cada criatura ante nuestro Señor, si correspondemos a Dios en el nombre de Cristo o si le rechazamos. Este es el misterio de la condenación del infierno que hoy se le niega, o se le pone en duda, sobre todo cuando se dice que el infierno es un simple estado del alma y no un lugar.

Yo quisiera entonces saber en qué lugar estarán los cuerpos de aquellos que se condenan; si tienen un cuerpo tienen un lugar, luego el infierno también es un lugar. Y ningún Papa tiene derecho a conculcar esta doctrina de fe y si lo hace es un hereje; lo lamento mucho, mis estimados hermanos, pero Juan Pablo II lo ha dicho, y es una herejía. El infierno no es simplemente un estado, además de ser el estado del alma separada de Dios, y esa es la pena de daño, la pena terrible; también hay la pena de sentido que es el fuego eterno, que reivindica la justicia de Dios en aquellos que libremente han impugnado el nombre de Dios y le han rechazado; esa es la doctrina católica, apostólica y romana, y pobre de aquel que no la defienda; en el cumplimiento de mi deber como sacerdote católico lo digo, porque no se puede tolerar impunemente la herejía en contra de la sacrosanta doctrina de la Iglesia católica.

La Iglesia católica no es una cueva de ladrones, ni el panteón de todas las religiones ni de todas las falsas creencias como quiere hacer creer el Concilio Vaticano II; eso es inadmisible, es intolerable y quien lo tolere y admita, no tiene la fe católica. No hay término medio; lo que puede haber es ignorancia, eso es otra cosa, pero a la ignorancia hay que combatirla con la predicación de la verdad y la verdad no tolera el error. Si nuestro Señor es signo de contradicción para salvación de unos y condenación de otros, es justamente por esto, porque aquel que no le responde en el fuero íntimo de su alma a nuestro Señor, sino que le rechaza y muere en ese estado, se condena eternamente. Pero hoy, alegremente, dando muestras del protestantismo que profesan, de cualquier persona que se muere dicen: “Aleluya, alabado sea el Señor”, “ya se salvó, está en el cielo”. Ni siquiera el purgatorio. Otro dogma de fe católico negado o puesto en duda, como pasa con los curas modernos que no tienen fe, que han perdido la noción del dogma católico; es tanta la imbecilidad, que ya no saben ni dónde están parados.

Esa es la obra de destrucción de la Iglesia católica, la crisis que atravesamos, apenas digna de los últimos tiempos y anterior a la segunda venida gloriosa de nuestro Señor y lo que tendremos que soportar hasta la manifestación del anticristo. Esa es también la necesidad de tener una Iglesia con apariencia verdadera, pero sin ser la Iglesia católica y esa es la obra de los enemigos de Dios, de Satanás, el judaísmo y la masonería: prostituir la Iglesia, para que dentro de ella se alojen todas las falsas religiones y poder Satanás salirse con la suya, lograr entronizar en la Iglesia la cátedra del error.

Es un hecho comprobable al que le debemos el estar confinados aquí, recluidos como en las catacumbas, sin poder decir la Santa Misa en una iglesia o en una catedral, porque ya no se le permite a la verdad ser predicada ni a la Santa Misa de siempre ser ofrecida. Esto exige de nosotros, mis estimados fieles, tener esa plena conciencia de nuestra santa religión y la razón de nuestra existencia. Porque no es normal lo que hacemos, ni lo que está pasando. O ¿es acaso normal que la Misa esté perseguida, que se tenga que decir en este recinto y no en una parroquia, con la anuencia y el beneplácito del obispado, de la jerarquía? Tampoco es normal que pululen dentro de la Iglesia herejías como la de negar el infierno; se niega además el purgatorio, se niega el pecado, se niega la exclusividad de salvación que tiene la Iglesia católica; se rodea a nuestro Señor de heresiarcas como Lutero, se le coloca en plano de igualdad con Buda o Confucio.
¿Acaso la Iglesia católica es una olla podrida donde se alojan toda clase de ideas sin importar la gloria y majestad de Dios? Ya nuestro Señor advirtió que antes de su segunda venida habrá una gran tribulación y una gran apostasía; y esa gran tribulación y esa gran apostasía, es la que se vive y que no sabemos cuánto tiempo durará y Dios quiera pronto acortar estos días, porque aun nosotros, los que queremos conservar la fe inmaculada, la verdad, seremos también inducidos al error si Dios no abrevia este tiempo, porque tanta es la presión, que son muy pocos los sacerdotes capaces de referirse a estas cosas aun dentro de la Fraternidad. No se piense que todos los sacerdotes de la Fraternidad hablan a los fieles tan claramente; no lo hacen.

¿Por qué? Por la presión, por el miedo, por el qué dirán, por no asustar, o porque a veces no ven con suficiente claridad. Es un privilegio cuando se cuenta con alguien que dice sencillamente las cosas como son y pone todo en las manos de Dios; porque quien predica no lo hace para predicarse a sí mismo, o tener éxito y ser alabado, sino para glorificar a Dios, para decir la verdad y combatir el error, cosa que no hace la jerarquía hoy; falta ese espíritu de verdadero combate y de verdadero apostolado.

Hay un cansancio, un desgaste, y por eso el peligro de ese decaimiento en los sacerdotes y en los fieles. La única manera de mantener esa llama encendida es justamente estando alertas, con los ojos abiertos, con espíritu crítico para apropiarse lo bueno y rechazar y condenar lo malo; a Dios rogando y con el mazo dando, es la única manera de salir ilesos en medio de tanta confusión, herejía y apostasía. Sin dejar de encomendarnos a nuestra Señora, que Ella nos proteja bajo su manto porque esetamos indefensos; el mundo en cualquier esquina nos devora, y no podemos sucumbir ante el error, ante el mal, ante el pecado. Debemos pedirle a Ella cada día, a cada instante, para no dejarnos arrastrar por el torrente de fango que todo lo destruye.
Hoy, en cambio, se predica y hay de hecho libertad para todo, menos para el bien y para la verdad; todo se puede pensar, todo se puede creer, todo es permitido, menos una sola cosa: Predicar el bien y la verdad y de ahí la gran persecución en contra nuestra, cosa que no debemos temer. Al contrario, jamás hay que tener miedo cuando se está con Dios y eso es quizá lo que santifica ese combate espiritual, porque es un combate de fe, por la fe y en defensa de nuestro Señor Jesucristo signo de contradicción, pues para unos es salvación y para otros será reprobación, condenación eterna.

Ante el Nombre de nuestro Señor no hay término medio, cada hombre con entera libertad le responde con un sí, o con un no, y por eso renovamos el sí que hemos dado en el bautismo, que volvemos a dar en la confirmación y en la recepción de los sacramentos, que nos da la gracia de Dios para que no le neguemos como muchas veces le negamos. Cada vez que pecamos, cada vez que no hacemos su santa voluntad, hay que pedirle, por lo menos, no tener la desgracia de pecar y de ofenderle mortalmente; y que los pecados veniales no sean deliberados, que sean por nuestra inconsistencia, nuestra fragilidad, pero no por una malicia calculada, aunque sea venial. Porque el pecado venial deliberado lleva al pecado mortal y éste nos separa eternamente de Dios.

Que este Niño recién nacido sea para nosotros manantial de salvación, no de condenación. Que nuestro Señor, signo de contradicción, sea para el mundo la salvación. Pedir a Dios y ayudar a que se convierta la gente, a que le reconozca, ya que la Iglesia es misionera y el apostolado consiste en atraer a la gente a la conversión en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y no en afirmarles su budismo, mahometismo o judaísmo, sino que adviertan su perdición eterna al no aceptar a Cristo, al no hacerse bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Esa es la misión de la Iglesia; eso fue lo que hicieron los apóstoles y eso es lo recomendado hasta el fin del mundo; no el falso apostolado de hoy.

Pidamos a la Santísima Virgen María nos consolide en estas verdades esenciales para mantenernos fieles a la Iglesia católica, fieles a nuestro Señor, y así festejar santamente las Navidades y también poder concluir un año más con el propósito de que el próximo sea mejor en virtud y santidad; que las penalidades que vengan sean sobrellevadas con verdadero espíritu de fe y de amor a Dios sobre todas las cosas. +

BASILIO MERAMO PBRO.
31 de diciembre de 2000

sábado, 25 de diciembre de 2010

NATIVIDAD DEL SEÑOR

La Misa de medianoche es una de las tres que se pueden celebrar en este día con motivo de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo un Dios infinito, eterno, omnipotente, se encarna en el seno virginal de la Santísima Virgen, haciéndose hombre, tomando nuestra naturaleza humana? Ese es el gran misterio inefable que no se comprende ni se entiende, pero que se cree porque Dios así mismo nos lo revela y la Santa Madre Iglesia así lo propone y enseña. Secretos de Dios que se creen única y exclusivamente por fe sobrenatural. Y esa es la fe que nos debe animar, esa fe en Dios que se hace hombre, la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Verbo de Dios, del Padre, que se hace humano para redimirnos del pecado.

La Navidad, pues, debe ser un motivo más para convertirnos a Dios, para que renunciemos al pecado, para que vivamos sobria y santamente como pide la Epístola que acabamos de leer: que no vivamos de los deseos mundanos conforme a sus placeres sino a los gozos celestiales puestos en Dios. Y por eso, mal haríamos si festejáramos esta Navidad como lo hace la mayoría, en diversiones, borracheras, lujurias, violencias y todas esas cosas que provienen de la pasión y falta de virtud. El ejercicio de la virtud refrena las malas inclinaciones, nuestros malos deseos y eso debe ser la Navidad para nosotros: un motivo de conversión y de mayor fe en nuestro Señor que nace pobremente en Belén, abandonado de los hombres, no teniendo posada en ninguna parte y naciendo en el fondo de una cueva.

Nadie, ningún ser humano nace así por pobre que sea y el Rey de Reyes y el Señor de Señores quiso nacer en la más absoluta pobreza y mayor olvido de los hombres para mostrarnos ese camino real de la carencia, que no es miseria porque en la ésta no puede haber virtud como sí la hay en la pobreza. Así, nuestro Señor pudo nacer en un palacio; sin embargo, no lo hizo, para mostrarnos la ventaja de la humildad como virtud. Y es ésta la que ennoblece al hombre, aunque hoy desgraciadamente se cree todo lo contrario, se piensa que es el dinero, el poder y las riquezas.

Es la virtud la que hace a los reales caballeros, y por eso hasta los ricos, si quieren ser verdaderamente nobles y virtuosos deben, aun en medio de las riquezas, vivir en el desapego de lo material y del poder, como dieron ejemplo grandes reyes de la Edad Media que llegaron a ser santos, como San Luis de Francia, San Fernando de España, San Enrique de Alemania y otros modelos de virtud y de santidad.

Y viendo a nuestro Señor abandonado de los hombres aprendamos el camino de la renuncia, del retiro, para que no sigamos los principios que rigen al mundo y nos hacen paganos; vale más estar aislados y vivir en la unión con Dios que vivir junto a los otros hombres en el pecado; que nos acordemos de nuestro Señor cuando sufrimos y padecemos persecución, hambre, abandono; que Él vino al mundo en medio de esa desolación, de esa pobreza; que vivió así toda su vida y que murió en la Cruz para que nosotros nos asociemos a los sufrimientos de nuestro Señor y no sucumbamos ante los padecimientos pasajeros; que podamos tolerarlos y que no se turbe nuestra alma o se ofusque y rechace o reniegue de esos males sino que los aprovechemos como un medio de santificación.

Veamos a la Santísima Virgen y a San José con qué resignación aceptaron todo lo que les aconteció, sin tener la mano ni la ayuda de nadie y teniendo así que recurrir a una sencilla cueva para que allí naciera nuestro Dios.

Pidámosle a la Santísima Virgen María que Ella nos consolide en la fe y en la virtud, para que podamos seguir ese ejemplo que nuestro Señor nos dio y poder así ser verdaderos católicos. +

BASILIO MERAMO PBRO.
25 de diciembre de 2001

sábado, 27 de noviembre de 2010

DOMINGO PRIMERO DE ADVIENTO


Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:

Con este primer domingo de Adviento, se inicia el año litúrgico en torno al ciclo de Navidad, en torno al misterio de la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo. Ya sabemos que hay dos grandes ciclos en el año litúrgico, el de la Navidad y el de la Pascua y así, alrededor de estos dos grandes misterios gira la liturgia de la Iglesia católica. Con estos cuatro domingos de Adviento nos preparamos, a través del sacrificio y la oración, de un modo más intenso para festejar la Navidad o la Natividad de nuestro Señor Jesucristo; a eso se debe el color morado de los ornamentos, que indican mortificación, sacrificio y penitencia; son como una especie de Cuaresma alrededor de la fiesta de Navidad, para que nos preparemos espiritualmente y así podamos festejar santa y cristianamente la Navidad, que es la fiesta más popular para los católicos.

Cuatro domingos que presagian el tiempo de espera que tuvo la humanidad desde Adán, después de haber pecado, hasta que se cumpliera la Encarnación. Cuatro domingos que simbolizan aproximadamente cuatro mil años de espera, con lo cual vemos cuán opuesto a la Iglesia es el absurdo evolucionismo que hace datar miles y miles de años no solamente al mundo, sino la edad del hombre, lo cual es absolutamente falso, a lo que San Juan Crisóstomo llamaba “fábulas”, como de hecho también llama San Pablo en más de una ocasión a todos esos errores.
Cuatro mil años esperando al Altísimo, al Mesías, al Ungido, al Enviado de Dios. Y la mejor manera de prepararnos a la Navidad es teniendo el espíritu que tuvieron aquellos fieles del Antiguo Testamento esperando la venida del Mesías. Esto fue lo que esperó el pueblo judío, pero que por culpa de sus dirigentes religiosos desviaron las profecías, tergiversándolas y en vez de reconocerlo, lo crucificaron, lo mataron. Ese es el drama, y en eso consiste el dilema teológico religioso del pueblo judío: en no haber sido fieles a las profecías sobre el Mesías y en no haberlo reconocido cuando vino. Con este desconocimiento de la jerarquía de la sinagoga, que era hasta entonces la verdadera Iglesia de Dios, pasa a convertirse en sinagoga de Satanás; y no hay que olvidarlo, porque lo mismo nos puede pasar a nosotros que somos el injerto, que somos los gentiles, para que no nos creamos mejores, porque sólo Dios sabe si no está aconteciendo exactamente lo mismo: el desconocimiento de la segunda venida de nuestro Señor en gloria y majestad, tal como anuncia el evangelio de hoy al comenzar el año litúrgico.

Y no nos debe asombrar que la Iglesia termina y comienza el año litúrgico con una alusión directa a la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo; lo comprobamos en la liturgia de la Iglesia, para que tengamos presente que la gran profecía del Nuevo Testamento es la segunda venida de nuestro Señor en gloria y majestad. Gran revelación es la Parusía, la manifestación de nuestro Señor; de ese dogma de fe han salido, pululan por ahí montones de herejías y errores hasta por simple ignorancia, dentro del mismo clero, dentro de la misma teología. Ese ha sido el motivo de la venida frecuente de la Santísima Virgen a recordárnoslo de manera notable con las apariciones de La Salette y de Fátima y ese es el único motivo por el cual el tercer secreto de Fátima no se ha querido revelar, por culpa de la jerarquía de la Iglesia, por la ignorancia y la desidia de muchos clérigos, porque cuando no hablan los que debieran, entonces hablan otros en su lugar. Eso es lo que explican las apariciones de nuestra Señora.

La Iglesia asocia pues la primera venida de nuestro Señor, su Encarnación y Natividad con la segunda venida, sin la cual la primera quedaría trunca, sin la cual la obra de la Redención quedaría sin su acabamiento y sin su coronación; por eso inicia el año litúrgico con el evangelio de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo anunciando por consiguiente la catástrofe cósmica universal, que las virtudes del universo tambalearán, ya que todos esos hechos acompañarán esa segunda venida. Pero será también el epílogo, el final sublime de todo el desastre que el hombre en el ejercicio de su libertad, no cumpliendo la voluntad de Dios, ha ocasionado llevando a la humanidad por caminos contrarios a los designios de Dios; Él vendrá a juzgar, a ordenar y a reinar. Por eso reza el Padrenuestro, “venga a nos tu reino y que se haga tu voluntad así en la tierra como en el cielo”, y de ese reino, erróneamente entendido, las sectas protestantes sacan la fuerza y vitalidad de su herejía.

Nosotros los católicos debemos tener viva la esperanza en ese reinado de nuestro Señor Jesucristo que sin entrar en detalles sabemos que será un reino de gloria y de paz; será el resurgir de su Iglesia que ha sido y está siendo ultrajada, todo permitido por aquellos mismos que debieran defenderla. Preparemos bien la Navidad y no olvidemos que así como Él vino una primera vez, volverá una segunda. No caigamos en el error invertido en el que cayó el judaísmo, el gran error del pueblo elegido de los judíos, ¿cuál fue? Un error exegético; se quedó con las profecías del segundo advenimiento de Cristo glorioso, del Cristo vencedor desconociendo la primera venida de nuestro Señor no gloriosa sino en la humildad, en el anonadamiento, en el sufrimiento; ellos no aceptaban esa primera venida. Se erigían en los todopoderosos y liberadores del género humano, idea judaica de toda revolución basada en la liberación, tanto la revolución comunista, la protestante, la francesa y todas las revoluciones que tienen por ley motivar ese ideal de liberación del judaísmo, carnalizando esas profecías.

Entonces, el mismo error a la inversa sería quedarnos con la primera venida y olvidarnos paladinamente de la segunda y por eso la Iglesia quiere recordárnoslo, para que lo tengamos presente y guardemos nuestra fe y nuestra esperanza, que es la esperanza de los fieles de la primitiva Iglesia, a tal punto que San Pablo tuvo que intervenir y decirles que hasta que no desapareciera el obstáculo no vendría nuestro Señor; nosotros no sabemos cuál es ese obstáculo, podrían ser varios, uno de ellos la civilización cristiana o el orden romano continuado espiritualmente por la Iglesia; otra el Mysterium Fidei, el misterio de la Santa Misa, que es el que Satanás ha querido siempre destruir, porque ha sido a través del sacrificio del Calvario que Cristo le derrotó; y si bien miramos, todas esas cosas están de lado, el obstáculo puede ser la fe y ésta, como la vemos hoy, arrinconada en un mundo impío, que cree en el hombre, pero que no cree en Dios; que glorifica al hombre, pero no glorifica a Dios.

Pidámosle a nuestra Señora, la Santísima Virgen María, que Ella nos ayude a comprender en nuestros corazones todas estas cosas guardadas en el suyo, motivo de su oración y meditación para que, a su imitación, nos preparemos bien en esta Navidad, y a la vez para la segunda venida de nuestro Señor glorioso y majestuoso; aunque nadie pueda precisar el día ni la hora, saber que está cerca por los signos que nuestro Señor nos da, así como la higuera y los árboles cuando comienzan a dar fruto porque ya pronto está el verano. Roguemos a nuestra Señora que nos ayude y nos asista para acrisolar nuestras almas y crecer en fe, esperanza y caridad, en esta gran tribulación de la Iglesia. +

BASILIO MERAMO PBRO.
3 de diciembre de 2000
Especial
Audio del Sermón
del Primer Domingo de adviento 2008
Veracruz México

Dom I Adviento 30 Nov 08.WMA

domingo, 31 de octubre de 2010

FIESTA DE CRISTO REY


Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:

En el último domingo de octubre celebramos la fiesta de Cristo Rey, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, que se encarnó y que se hizo hombre. No se convirtió en carne sino que tomó, asumió la carne, es decir la naturaleza humana; así siendo verdadero Dios es también verdadero hombre. Es el misterio inefable de las dos naturalezas de nuestro Señor Jesucristo unidas en la persona del Verbo, la segunda Persona de la Santísima Trinidad y que lo hace no solamente centro de toda la creación que gira alrededor de Él como alrededor del sol, sino que también lo constituye Rey del Universo.

Realeza universal de nuestro Señor Jesucristo, de primacía sobre todas las cosas, sobre todo el Universo creado y no sólo de esta tierra, de todos los astros, de todas las estrellas, de todas las galaxias, Rey del Universo. Esa es la primacía que se proclama en esta fiesta, por eso se habla de la realeza social de nuestro Señor, en la sociedad, en los pueblos, en las naciones, realeza indiscutible como dogma de fe. Por eso el papa Pío XI, el 11 de diciembre de 1925, proclamó esta fiesta para manifestar al mundo la realeza universal de nuestro Señor a un mundo laico, profano, es decir, un mundo que desconoce el principio teológico y religioso de la organización de los Estados, de las naciones, de los pueblos y de la sociedad; el laicismo niega radicalmente la supremacía de nuestro Señor Jesucristo en el mundo moderno, en las naciones modernas.

Con lo cual vemos que el laicismo es una herejía y una apostasía de las naciones, de los gentiles, al no proclamar la realeza social y universal de nuestro Señor Jesucristo como Rey de todo lo creado y por vía de consecuencia, de las leyes sociales. Que la sociedad toda en su ordenamiento jurídico y político se asiente y se fundamente en la realeza de nuestro Señor y organice la vida de los pueblos como si Dios no existiera; esa es la gran apostasía del mundo libre que tanto se proclama hoy; esa es la apostasía de la democracia actual que no reconoce la supremacía de Dios sino la soberanía del pueblo, del hombre y de todo lo que él es, fundamentado en el hombre, en su dignidad y en su libertad. De ahí los derechos del hombre y no los derechos de Dios, no una sociedad basada y fundamentada en Dios sino en el hombre. Tenemos así un humanismo ateo, sin Dios.

Pero podemos ver todavía una mayor apostasía cuando ese espíritu laicista y ateo se introduce y penetra dentro de la Iglesia para que así se haga realidad esa abominación de la desolación en el lugar santo. Esa es una realidad, un hecho, porque no se trata de cualquier dios sino del único y verdadero Dios, del Dios trino, del Dios manifiesto y conocido por la revelación divina, el fundador de la Iglesia católica, no cualquier religión sino la única verdadera, la Iglesia católica, apostólica y romana, con lo cual se excluye por derecho divino toda otra falsa religión, llámese como se llame. Estos son principios fundamentales de la religión católica, de todo católico, de toda nación católica y esos principios están hoy paladina y radicalmente conculcados, negados, incluso por la misma jerarquía de la Iglesia oficial.

Esto es lo lamentable, lo triste y lo caótico de la crisis que se vive no sólo en el mundo sino dentro de la misma Iglesia por una claudicación, por una apostasía, por no proclamar la realeza universal de nuestro Señor Jesucristo; ésta está negada por el ecumenismo que impera hoy igualando todas las religiones, todos los credos, colocándolos sobre la mesa en pie de igualdad y por eso ya no se habla de doctrina, de catequesis, sino de diálogo, porque en una mesa donde se sientan iguales no hay adoctrinamiento sino diálogo entre iguales.

Para colmo, la libertad religiosa niega absolutamente lo que nosotros como católicos proclamamos y debemos pregonar en la fiesta de hoy y siempre: la realeza absoluta y universal de nuestro Señor. Luego, ¿cómo voy yo a erigir en principio eso de que el hombre es libre para elegir su religión, su credo? Es una verdadera contradicción en los términos; es la tonteria , es el error proclamado como verdad. ¿Cómo el hombre va a tener derecho a elegir la religión cuando ésta y Dios mismo nos dicen que Él es Rey absoluto? Luego, lo que yo tengo que hacer es libremente reconocerlo, aceptarlo, para eso tengo la libertad, pero no para decidir si es Él o no es Él, o si es otro, si no lo acepto, para tener libremente acceso al infierno.

También eso hay que decirlo, porque si yo soy libre para aceptar a Dios como debiera hacerlo siempre que la verdad se encamina al bien, si yo no lo hago libremente me voy al infierno. Lo que no puedo hacer ni decir es que voluntariamente el hombre decida sobre quién es Dios. Eso es inadmisible, es herético y es una verdadera apostasía; por eso no nos debe extrañar que ocurran en el mundo y dentro de la Iglesia todas estos hechos que nos muestran cada vez una mayor pérdida de la fe con una degeneración moral al punto de lo que se vive hoy.

La gente vive sumergida en un mundo donde el pecado está institucionalizado, y si no ¿qué es lo que hay en la televisión? ¿Qué hay en los videocasetes si no es pura corrupción y degeneración? ¿Qué son las propagandas? ¿Qué periódico se puede abrir desde la primera a la última página sin ver algo que ofenda a Dios? ¿Qué hay hoy en la moda de la mujer que no ofenda a Dios? Ésta no hace más que andar con el ombligo al aire, pero es la moda. Ir a un kiosco, a donde sea, a la farmacia, no se puede mirar sin ver la prostitución fotografiada en cada estampa de cualquier revista; todo eso es inmundicia y degeneración para exacerbar los apetitos de la carne y que nos volvamos así cada vez más mundanos y carnales, no siendo capaces de poder vivir en gracia de Dios.

Esa es la obra satánica del judaísmo, que el mundo moderno no pueda vivir en gracia de Dios. De ahí que si queremos ser verdaderamente católicos tenemos que hacer un esfuerzo sobrehumano para no dejarnos corromper por esa cloaca de aguas inmundas que es el mundo de hoy; esa es la realidad y por eso tenemos que pedirle a Dios toda la ayuda del cielo para que mantenga firme a su Iglesia en aquellos fieles a Cristo, porque la Iglesia no es de infieles ni de ateos, ni de herejes, apóstatas o cismáticos; la Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica y esas cuatro notas están en la Iglesia católica apostólica y romana y no en otra. Y conservando así la fidelidad, permanecer en la verdadera Iglesia y permaneciendo en Ella poder salvar las almas de los demás, que no las salvarán ni el yoga, el vudú ni cualquier otro sofisma del supermercado de las falsas religiones.
El demonio se inventa más de mil y una formas de desviar la verdadera comunión con Cristo, la oración con Él; la unión con Él que es la verdad que proclama la Iglesia a través de sus sacramentos, de sus misterios. Por todo esto, fuera de la Iglesia católica no hay salvación como no la hubo fuera del arca de Noé, porque la verdad es una, porque Dios es uno y ese Dios es Cristo, Rey del Universo entero. Esa es la verdad que ha querido proclamar la Iglesia el día de hoy; la realeza social de nuestro Señor; es decir, para que nuestro Señor sea reconocido por las sociedades, por las naciones, por los pueblos como el Rey del Universo porque Él es Dios. Que todo esto nos quede grabado en nuestro corazón, que lo meditemos, que lo estudiemos para que podamos vivir y defender la verdad y si es la voluntad de Dios morir por fidelidad a la verdad, que eso es el martirio. Hoy hay que ser mártires verdaderamente para permanecer íntegros y fieles a la verdad, a nuestro Señor, a su Iglesia.

Pidamos a nuestra Señora, la Santísima Virgen María, a Ella que es Reina por ser su Hijo el Rey, Reina de todo el Universo, Reina de los cielos, que ampare y proteja con su manto a esta su Iglesia, dura y vilmente atacada como nunca por Satanás y su hijo predilecto, el judaísmo, que hasta que no se conviertan combatirán a muerte a la Iglesia. Pidamos a Ella que nos ampare y nos acoja para permanecer fieles. +

BASILIO MERAMO PBRO.
28 de octubre de 2001

sábado, 23 de octubre de 2010

DOMINGO VIGÉSIMO SEGUNDO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS


Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:

Vemos en el Evangelio de hoy cómo los herodianos y los fariseos que eran, por así decirlo, los personajes principales de la comunidad judía, siempre estaban al acecho para prender a nuestro Señor y poder juzgarlo, querían matarlo y tener una excusa. Si lo querían matar, ¿por qué no lo mataban de una vez? Porque el mal siempre busca un pretexto, una careta, una apariencia de justicia, de verdad, para encubrir el odio que se sacia sólo con la muerte. Mandan pues a sus discípulos, a sus lacayos, porque tampoco son capaces de ir ellos personalmente y preguntarle a nuestro Señor, hacerle la pregunta que podría ser buena si fuese hecha con recta intención, para salir de la ignorancia; pero no, era todo lo contrario. Era una pregunta dolosa, capciosa, y por eso nuestro Señor les dice: “Hipócritas, ¿por qué me tentáis?”. Porque hipócrita, como lo eran estos fariseos, herodianos, es el que tiene en su boca una cosa distinta a la que tiene en el corazón.
Esa es la hipocresía, y la peor de las desgracias es acostumbrarse a ella, hablar distinto de lo que se siente en el corazón, mostrar estima y en el fondo destilar veneno, no tener la capacidad de ser veraz y decir al pan, pan y al vino, vino, adular con la boca y odiar y despreciar con el corazón, todo esto forma parte de la actitud del hipócrita. Y los judíos estaban llenos de tal falsedad; por eso nuestro Señor, que no era farsante, se los dice en la cara sin resquemor: ¡Hipócritas! Nosotros no conocemos la intención de corazón como bien la conocía nuestro Señor, pero quizás hubiese menos fingimiento en el mundo y haríamos un favor si detectásemos en alguien esa actitud, decírselo, para que esa persona, por lo menos no se engañe a sí misma, creyendo engañarnos.


Esa farsa se oculta con la adulación: “Sabemos, Maestro, que tú eres bueno y que llevas a la verdad”. Si sabían todo eso ¿para qué le tentaban? Si saben que es bueno, que es veraz, ¿para qué le preguntan? Pues con el ánimo de sorprenderlo en algo y condenarlo con justa causa. Cosa distinta sería si ellos preguntasen simplemente por querer conocer y saber lo que debía hacerse.
La pregunta era sobre algo muy crucial. Judea estaba bajo el Imperio Romano y debía tributo al César y quien se oponía al César cometía prácticamente un pecado por no saber distinguir bien, entre obedecer al César como gobierno temporal u obedecerle como a divinidad, por eso había que distinguir claramente en qué se le podía rendir tributo y honor al César y en qué no. En todo, menos como a Dios en lo de orden temporal; por eso nuestro Señor les pide la moneda con la que se pagaba el tributo y les responde a su vez, con otra pregunta: “¿De quién es la imagen?”. A lo que seguiría una sabia respuesta: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

Esas dos espadas, esos dos órdenes: el temporal y el espiritual están separados porque Dios los quiso distinguir; lo que no quiere decir que no tenga nada que ver uno con el otro y que no haya una subordinación del orden temporal al orden espiritual. Por eso nuestro Señor les dice “...al César lo que es del César...”. Todo lo que es de orden temporal, como emperador que es, que tiene por deber proveer el bien común temporal, en eso le deben tributo y le deben sumisión y obediencia, pero no en el orden espiritual, que compete a la Iglesia. Por eso debemos dar a Dios lo que como a Dios corresponde, ya que nuestra alma es su imagen y semejanza; es espiritual y se debe a Él.

No es que Dios deje de ejercer su poder, mejor dicho, no es que no tenga poder sobre el orden temporal, es sencillamente que Dios nuestro Señor no quiere ejercerlo directamente, por eso los distinguió. ¿No es lo que quiere el laicismo, negar que Dios tenga ese poder sobre el orden temporal? De hecho se le niega, se le sustrae, corrompiendo la sumisión que se pretende debe tener el orden temporal a la Iglesia y a Dios. Laicismo que se introduce en la misma Iglesia, produciendo ese fenómeno de secularización que está destruyendo a la religión católica hoy mundanizada, secularizada en sus órdenes, en sus sacerdotes y en sus instituciones. Todo eso muestra que no se está dando ni al César lo que corresponde al César ni a Dios lo que es de Dios, sino que impera una gran confusión y un desequilibrio social, mundial, que afecta de modo directo los mismos fundamentos de la Iglesia católica.

No nos confundamos, no caigamos en el laicismo que le niega a Dios la subordinación del orden temporal y el origen y la fuente de toda autoridad, como la democracia moderna, que hace arbitrariamente al pueblo el origen de toda autoridad, el pueblo y no Dios, lo cual es una herejía; porque el pueblo puede designar la autoridad y ahí habría una verdadera democracia que sería una de las tres formas legítimas de gobierno, pero una cosa es que la designe, y otra muy distinta es que sea la fuente del poder, que sea el principio del mando. En ese pecado hemos caído casi todos, por eso hoy cuando se habla de democracia, más allá de que seamos o no democráticos, debemos aclarar que con la democracia moderna ningún católico puede estar de acuerdo, porque no es el pueblo el soberano sino Dios; algo muy diferente es que el pueblo designe al gobernante, pero no es el que le da la autoridad, pues de él no dimana como de su origen, esto es una herejía, porque atenta contra el derecho soberano de Dios. De ahí que las democracias modernas sean anticristianas, anticatólicas, usurpen la soberanía de Dios y proclamen los derechos del hombre. Dicho sea de paso y sin hacer propaganda comercial, a ese libro que habla de los derechos de Dios, escrito por una feligresa, se le abona el mérito de hablar de los derechos de Dios cuando todo el mundo está idiotizado argumentando los cacareados derechos del hombre, desconociendo los de Dios.

Por eso, es una gracia permanecer fieles a la única y auténtica Iglesia católica, apostólica y romana, esa Iglesia que no puede ser secular ni se puede secularizar en sus instituciones; es la única manera de perseverar en medio de esta destrucción, de esta revolución anticristiana directamente dirigida por Satanás desde el infierno, y que tiene hombres como lacayos que en este mundo no hacen la obra de Cristo, sino la obra del demonio, la obra del anticristo; de ahí, que más que nunca debemos tener presente cuál es la verdadera faz de la Iglesia, para no caer en ese escándalo, porque es un escándalo público, que en vez de una Iglesia veamos a una ramera pretendiendo ser la esposa de Dios. Es inadmisible y perdónenme mis estimados hermanos el ejemplo: es como si una prostituta se hiciese pasar por señora, como la reina, esposa del rey. La Iglesia católica, apostólica y romana es inmaculada en sus instituciones, en su moral, en su doctrina, en su evangelio. Otra cosa es que dentro de la Iglesia haya buenos y malos; santos y pecadores; píos e impíos; pero eso es en el ámbito personal que cada uno cumpla o no los mandatos y los preceptos de la Iglesia. Pero la Iglesia como institución divina, como obra de Dios, que no puede ser sino inmaculada y pura y verdadera Iglesia, es aquella que es una, santa, católica y apostólica aunque haya miembros que no sean puros ni inmaculados, porque caeríamos en el error de los jansenistas. Pero la Iglesia como institución es inmaculada. Una Iglesia que se presente en sus instituciones, en su doctrina y en el evangelio secularizada, prostituida por estar en connivencia con los reyes de esta tierra, esa no sería la Iglesia católica.
Nuestro Señor dice, y lo recuerdo con insistencia, que no todo el que dice “¡Señor, Señor!” entrará en el reino de los cielos; que quién es mi hermana o mi hermano, sino el que hace mi voluntad, el que guarda mi doctrina, el que guarda mi palabra, el que es fiel; por lo mismo, la incertidumbre de si cuando Él venga encontrará fe sobre esta tierra, y menciona la gran apostasía, corrupción generalizada, institucionalizada.

Preocupémonos de pertenecer a la verdadera Iglesia conformada por todos los que dispersos por el mundo permanecen fieles a Cristo. Por eso San Agustín decía que la Iglesia la conforman todos los fieles a Cristo, dispersos por el mundo entero y los que no son fieles a Cristo no pertenecen a la Iglesia, como no pertenecen a ella ni los herejes, ni los cismáticos, ni los excomulgados.

¿Y qué pensar de una Iglesia que excomulga a la Tradición y se abraza con el mundo? Eso es muy significativo; es imposible que se excomulgue a la Tradición, porque si se excomulga a la Tradición se está excomulgando a los apóstoles, a los Padres de la Iglesia y a todos los Santos. Más que nunca debemos tener cuidado de pertenecer no sólo de alma, sino también de cuerpo a la única y verdadera Iglesia inmaculada de Cristo nuestro Señor y dar con justicia al César aquello que es del César y a Dios lo que le pertenece y es de Dios. +

BASILIO MERAMO PBRO.
12 de noviembre de 2000

domingo, 10 de octubre de 2010

VIGÉSIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS



Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:
Este pasaje del Evangelio nos relata la curación del hijo de uno de los oficiales del Rey. Este oficial se entera de que nuestro Señor iba a Judea y pasando por allí fue a pedirle que le hiciera ese milagro por su hijo que estaba muriendo. Nos puede sorprender la respuesta de nuestro Señor que en primera instancia dice que, “si no veis milagros y prodigios no creéis”. Lo decía por estar en Galilea, en su tierra, en medio de su pueblo, para hacerles ver que ellos debían creer sin necesidad de los milagros que pudiera hacer, puesto que ellos tenían las Escrituras y los profetas; que si creían en las Escrituras y los Profetas, es decir en el Antiguo Testamento, creerían en Él, por lo que no había necesidad de hacer milagros para que creyesen como si fuesen paganos que no conocieran la Ley y los Profetas; los paganos, si de algún modo necesitaban ser atraídos, sería por los milagros y las obras de nuestro Señor.

Ellos, los judíos, conocían las Escrituras, las profecías, los Profetas que anunciaban al Mesías que iba a venir, al Hijo de Dios, al Enviado de Dios, y por eso el tono de la respuesta en primera instancia de nuestro Señor que nos puede parecer un poco duro o chocante. Sin embargo, ante la insistencia de este oficial que le pide que vaya a su casa para que cure a su hijo, nuestro Señor le dice que se quede tranquilo, que su hijo está sano, que vaya en paz a su casa. En efecto, este buen hombre creyó en la palabra de nuestro Señor, creyó en Él sin necesidad de que fuese con él a su casa para que obrase allí el milagro, creyó en este milagro a distancia, a lo lejos y se encaminó; cuando sus siervos ven llegar le comunican con alegría que su hijo está sano y él pregunta a qué hora sanó, y vio que era la misma en la cual nuestro Señor le había dicho que su hijo estaba sano. Nos demuestra la fe de este oficial del Rey que confió en la palabra de nuestro Señor.

No así los judíos; duros de corazón no creyeron en nuestro Señor. Ese es el gran drama existencial, si así se lo quiere llamar, de todo hombre nacido, aquí, en la China, en el Japón, o en la selva. Ese es el drama de cada hombre, creer o no creer en Cristo, en nuestro Señor.

Dice por eso Santo Tomás que Dios no niega a nadie los medios para salvarse, y para salvarse son necesarias la gracia y la fe, no basta una buena voluntad en un orden puramente natural que sería simplemente una condición, una preparación del terreno, sino que hace falta, además de esa buena voluntad natural, la fe. Porque si no, caeríamos en el naturalismo, como de hecho caen algunos predicadores y teólogos cuando dicen que para salvarse no hace falta nada más que ser un hombre de buena voluntad; eso es mentira y es absurdo; hace falta además la fe, la gracia que Dios da al que tiene buena voluntad, que es muy distinto. No se salvan porque tengan buena voluntad.

Santo Tomás afirma que como Dios no niega a nadie lo necesario para salvarse, si éste no pone obstáculo a Dios, Dios le da lo necesario y para eso hace falta la buena voluntad, para no poner trabas a la gracia de Dios pero no para salvarse por su propia voluntad. Eso sería el más aberrante naturalismo herético, porque en materia de fe no hay términos medios; sí, sí, no, no, es verdad o es mentira, no caben medias tintas ante Dios. Y de ahí la tragedia de cada hombre de querer la verdad primera que es Dios por encima de todo y que ese es el objeto de la fe; la Verdad Primera que es Dios, no cualquier verdad o la verdad en general, sino la Verdad Primera que es Dios, objeto de la fe sobrenatural sin la cual no se salva nadie.

A este respecto dice también Santo Tomás que si una persona sin culpa ninguna no conocía la revelación porque, supongamos, estuviera metida en una selva o en una cueva, perdida, Dios mismo le enviaría a un ministro suyo, a un misionero para que lo adoctrine en la fe o le enviaría un ángel del cielo o Él mismo le revelaría eso en lo profundo de su corazón, para que así, aceptando libremente a Dios se salve, o libremente también rechazándolo se condene.

Hoy se exalta la libertad como si fuese una varita mágica, sin darnos cuenta de esa ambivalencia terrible, de esa libertad defectible como la nuestra, que puede no elegir el bien que debe, sino el mal que no debe y el mal ante Dios es el rechazo de Él y el este rechazo es el infierno. He ahí el gran drama, el gran misterio y la necesidad de que la Iglesia se propague y sea misionera, manteniendo la verdadera doctrina, la Verdad Primera que es Dios.

No nos debemos olvidar de que la fe es una relación trascendental de adhesión a la Verdad Primera, que no es un sentimiento, que no es una pasión ni es un capricho, es una adhesión del hombre a través de su inteligencia, movido por la voluntad libre a Dios, conocido como Verdad Primera, como Verdad Suma, como única verdad, sin lo cual se destruye toda otra apariencia de verdad o de divinidad; se destruye toda otra creencia o credo.

Por eso el ecumenismo de hoy es aberrante, es contra Dios, contra la verdad, porque no se excluye el error que pueda haber en el hombre al no identificarse con la verdad que es Dios y que tome algún ídolo, garabato o lo que sea y lo tome por Dios, como el dios de los budistas, de los musulmanes, de los judíos, o de cualquier brujo o hechicero; eso es inadmisible. La verdad suma no admite esa posibilidad de error y por eso lo excluye al igual como la luz a las tinieblas y por eso la religión católica, apostólica y romana es la única que detenta con exclusividad la verdad de Dios y es ese el dogma de fe negado y conculcado por casi todos, tanto en la jerarquía, es decir, en el clero, como en los fieles. No se proclama la exclusividad de la verdad religiosa como patrimonio de la Iglesia, sino como de la humanidad o de cada hombre y eso es un error porque Dios se reveló a su Iglesia y esa revelación nos es transmitida por ella, no por los protestantes, no por los judíos, no por los musulmanes o los budistas. Aunque en un momento, a través de los judíos, Dios se manifestó en el Antiguo Testamento y los que verdaderamente eran buenos judíos se convirtieron al cristianismo como los apóstoles y todos los primeros cristianos y quedaron como malos judíos los que conocemos hoy que son los descendientes de los que no aceptaron a los Profetas ni a las Escrituras, que no aceptaron la Ley de Moisés y que por eso crucificaron a nuestro Señor. De ahí la importancia de la fe, de reconocer a nuestro Señor como a Dios. Y a nadie, absolutamente a nadie le falta lo necesario para ese conocimiento, aunque no sepamos el cómo o el medio de que Dios se valga; si no le llega es porque pone obstáculo a Dios.

Es así entonces, que cuando nos preguntamos cómo se salva fulano, que no conoce, que nació en el error. Pues si él no opone resistencia a la gracia de Dios, Él le dará absolutamente todo lo necesario para que crea y se salve y eso en nombre de la Iglesia, de Cristo, no en nombre de cualquier falsa religión sino de la única verdadera, la revelada por Dios mismo que se la revelaría a esa persona a través de un misionero, de un ángel o de Dios mismo en lo profundo de su corazón.

Pidamos a nuestra Señora, la Santísima Virgen, el conservar esa fe, de ser fieles perseverando en la verdadera doctrina y que de este modo podamos dar mayor gloria a Dios y poder también ayudar a que los demás se salven. +

BASILIO MERAMO PBRO.
21 de octubre de 2001

domingo, 19 de septiembre de 2010

DOMINGO DECIMOSÉPTIMO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS





Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:

En este domingo 17 después de Pentecostés, vemos en el Evangelio la continua asechanza de los fariseos hacia nuestro Señor. Cómo un doctor de la ley, un teólogo, como podríamos decir nosotros hoy, le pregunta no para aprender, no para salir de su ignorancia, no para saber un poco más, sino para tentar a nuestro Señor cuál es el mandamiento que en definitiva resume toda la ley y todos los profetas, es decir, todo el Antiguo Testamento. Nuestro Señor le responde: “Amar a Dios sobre todas las cosas, amarlo con toda el alma, con todo el entendimiento, amarlo de todo corazón”. No a medias, no parcialmente, no a ratos, sino íntegra y totalmente.

El primer mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas; que todo lo otro sea secundario, que todo lo otro venga después, que primero sea Dios, y eso en todo, por encima de todo. No hacerlo implica pecado y pecado mortal, pecado grave; porque si yo no amo a Dios sobre todas las cosas, quiere decir que amo otra cosa como si fuera Dios, la antepongo a Dios, peco contra Dios y mortalmente, porque la prefiero antes que a Él y no la subordino a Él; y en eso consiste, amados hermanos, el pecado mortal, en amar algo que no es Dios –por ende criatura–, como si fuera Dios, como si fuera la Suma Verdad, el Supremo Bien, el último fin; anteponer la criatura sea cual fuere ésta, en el lugar de Dios.

El otro mandamiento es semejante porque se basa y deriva del primero: amar al prójimo, es decir, a todos los demás hombres por amor a Dios. El hombre no vive solo, sino entre sus semejantes y ese amor a Dios se refleja en la caridad que debe tener el hombre con ellos, y el incumplimiento de este amor al prójimo es lo que ocasiona tantas desgracias y tantos males, odios, peleas, riñas, disputas, envidias, guerras desastrosas en las que prácticamente se aniquilan los pueblos. Si hay tanto mal y tanta violencia entre los seres humanos y entre las naciones es porque esos seres humanos y esas naciones ya no se fundamentan en la caridad y el amor a Dios.
Y, dicho sea de paso, y no por criticar, pero es absurdo, es estúpido hablar de paz en el mundo, y menos en Colombia, donde no habrá proceso de paz si no se habla de Dios, si no se habla del verdadero y único Dios, de la verdadera religión católica. Es ilógico, pues mientras no se hable de Dios, no habrá paz sino una maldición y por eso es una falsa paz, es un amañado proceso de paz, internacional y nacionalmente, porque las naciones no proclaman al Dios único. Como dice San Pedro en la epístola de hoy, cuando se habla de libertad religiosa, de libertad de cultos, es decir, de libertad de religiones y de dioses como a cada uno le venga en gana, eso es una blasfemia y una herejía, y esa herejía circula como si fuese moneda corriente en este mundo y dentro de la Iglesia, desgraciadamente, cayendo en el error. No podrá haber verdadera paz, verdadero amor entre los hombres si no se proclama a Cristo Rey. Ya eso no se predica, lo tienen olvidado, y no solamente olvidado, sino proscrito, como si fuera palabra maldita, cuando es todo lo contrario.

Toda la Ley de los profetas se resume, se condensa en ese mandamiento que es doble mandamiento –amar a Dios y amar al prójimo–, y vemos que ni aun nosotros que queremos ser católicos cumplimos con estos dos mandamientos, porque si los cumpliéramos cabalmente, seríamos santos, verdaderamente santos. La santidad consiste en ese amor pleno a Dios, y porque se ama a Dios se ama al prójimo y no se peca; todo lo demás puede darse o no. Por eso ya San Agustín decía: “Ama y haz lo que quieras”, no para hacer lo que quiere hoy el mundo que llama amor a cualquier cosa según su capricho, según sus pasiones, sino porque quien verdaderamente ama a Dios no puede sino amar al prójimo; y por esos dos amores, no pecar contra ninguno de ellos; no faltarle al prójimo en sus bienes externos materiales, robándole y engañándole, no faltarle en su familia deseando su mujer; no ultrajándolo en sus bienes personales, calumniando a la misma persona, mintiendo. Si cumpliéramos los mandamientos, no le haríamos mal a nadie y todo por verdadero amor a Dios. Ese es el mandamiento que da la pauta, para que veamos, pues, cuán lejos estamos del real amor a Dios y le amemos con toda nuestra alma, con todo nuestro corazón, con todo nuestro entendimiento.

Así le responde nuestro Señor al fariseo para que ellos se conviertan, para que ellos reconozcan al Cristo. Por eso, inmediatamente, sin perder tiempo, Él hace la pregunta: ¿Quién es el Cristo? ¿Qué se dice de Él? Y ellos le responden que Cristo es el ungido de Dios; eso es lo que quiere decir Cristo –hijo de David–, y nuestro Señor entonces les repite para hacerlos pensar: “Y cómo es posible que sea hijo de David, si David dijo que era su Señor y nadie va a decir que su hijo es su Señor”; con lo cual les estaba demostrando que si las Escrituras decían que el Hijo de Dios, el Ungido de Dios, era hijo de David y David reconocía que era su Señor, entonce este ungido era hijo de Dios, que era Dios, estaba por encima de David. Por eso le decía el rey David “Señor”, y con eso, que los fariseos reconocieran que ese hijo de David era Dios y que ese hijo de David era nuestro Señor.

Cómo nuestro Señor se les insinúa a través de la misma Escritura a estos doctores de la ley que se convirtieron en falsos doctores, en falsos profetas, tergiversando las Escrituras, corrompiéndolas, para acabar crucificando al Mesías, a nuestro Señor. En eso acabaron los judíos, y de ahí la maldición, hasta que reconozcan a nuestro Señor como a su Dios y Señor, como el hijo verdadero de David, es decir, que proviene del linaje de David según la carne. Así, queda manifiesta esa doble genealogía de nuestro Señor, su genealogía eterna, divina, Hijo de Dios, y su genealogía humana, temporal, terrestre, terrena, como hijo de David, ya que Él era hombre y Dios al mismo tiempo. Ese es el gran misterio de nuestra religión que no debemos olvidar para adorar a Dios, para adorar a nuestro Señor Jesucristo como a Dios y amarlo sobre todas las cosas. +

BASILIO MERAMO PBRO.
8 de octubre de 2000

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¡Eureka Monseñor Williamson!



Al fin Monseñor Williamson abre la boca y dice algo, quizás para sosegar un poco cierto remordimiento de conciencia, y aunque no dice todo lo que debería, ya es mucho para que los fieles estén alertas, abran bien los ojos y no traguen entero.

Hablar de un acuerdo (político, etc.) en el que se envuelva a la Fraternidad San Pio X es precisamente el gran peligro, pues es el medio para desactivar completamente la heroica y firme resistencia que nos legaron Monseñor Lefebvre y Monseñor de Castro Mayer (este último ya traicionado por sus seguidores), contra el ecumenismo de la Nueva Iglesia postconciliar (Sinagoga de Satanás). Estamos en pleno “coagula” (coagulación) pues como ya se sabe, la Revolución Anticristiana, Anticatólica, tiene dos fases: el “solvere” (disolver, dividir, desatar), y el “coagula” (reunir, amalgamar) en mágica síntesis dialéctica. La dialéctica es la gran acción gnóstico-cabalística de síntesis (reunificación, amalgama) de los contrarios, puesto que la realidad según la gnosis cabalística es el resultado de la síntesis del ser y del no ser, y por ende del bien y del mal, de la verdad y del error, del sí y del no, de la Iglesia de Cristo y la Contra-Iglesia del Anticristo, y esto por un permanente y continuo cambio a lo largo de la historia en el que se van logrando síntesis más perfectas y acabadas. De aquí la necesidad absoluta (a todo precio, cueste lo que cueste) de absorber a la Tradición fiel a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana sin alteraciones ni adulteraciones, que desvirtúan la doctrina de Cristo y de su Iglesia. He aquí el grave peligro.

Aunque Monseñor Williamson no lo diga así de claro y contundente, como debiera desde su trono Pontifical, ya que a los Obispos el día de su consagración episcopal se les imponen los evangelios sobre los hombros, para que sean guardianes intransigentes en la salvaguarda de la verdad sagrada. Sin embargo, es suficiente para el que quiera ver, y es mucho mejor que se diga algo a que no se diga nada y así los fieles estén alertas sobre el gran peligro de claudicar (que es lo que pretende Roma modernista y apostata) bajo la apariencia de estar obrando bien.

Padre Basilio Méramo
Bogotá, 26 de Agosto de 2010

domingo, 22 de agosto de 2010

POR GRACIA DE DIOS



Hoy dia 22 de Agosto del 2010, festividad de la Santisima virgen Maria, comenzamos de manera provisional, las transmisiones de La nueva Radio Apocalipsis, una Nueva Radio, SIN novedades católicas, por lo que en este dìa, encomendamos y consagramos nuestra vida y obras, al inmaculado corazón, sìmbolo del ulterior triunfo, concatenandolo a la encomienda del blog, al Sacratisimo corazón de Nuestro Señor JESUCRISTO.


Las transmisiones seràn provisionales, por ajustes tècnicos y de diseño, tiempo en el que tambien continuaran deshabilitados los comentarios en el presente BLOG, y esperamos comenzar con una programacion definida, a partir del proximo dìa 6 de Septiembre, programacion en la que ofreceremos algunos de los tìtulos catolicos mas representativos de todos los tiempos, la doctrina tradicional, programas de actualidad, desde la perspectiva de la iglesia bimilenaria, catecismo, apologètica, entrevistas, conferencias de los mas destacados exponentes, y sin peligrosas novedades, programas de anàlisis de las principales herejías, y errores que afectan a la santa Religòn del ùnico y verdadero DIOS; programas en vivo y mucho mas.


http://radioapocalipsis.net/

PROVISIONALMENTE, PUEDES ACCEDER, AL TRAVEZ DEL SIGUIENTE LINK:

http://www.grupo-design.com/radio/start/apocalipsi/

sábado, 21 de agosto de 2010

FIESTA DEL INMACULADO CORAZON DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA



Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:

Esta fiesta del Inmaculado Corazón de María debería ser de primera clase, pero tal era la oposición alrededor de su santidad Pío XII, que no llegó a proclamarla de primera clase en honor a lo que nuestra Señora había pedido a sor Lucía en Fátima. Sin embargo, Pío XII manda a que se celebre la fiesta del Inmaculado Corazón de María, en plena guerra mundial, en el año 1944; guerra que no era más que el cumplimiento de lo anunciado por Fátima, si no se consagraba Rusia comunista al Inmaculado Corazón.

El comunismo es el humanismo ateo, hay que tenerlo claro. El comunismo no son los rusos ni sus cañones como le han hecho creer a Occidente, al ejército, a los militares y a todos los que se creen de derecha, sino que es el humanismo ateo. Y éste, ese antropocentrismo endiosa al hombre negando la divinidad de Dios. Es el materialismo más aberrante esparcido por el mundo, por eso ya no eran necesarios ni el muro de Berlín ni la U.R.S.S. o Unión Soviética. Porque el enemigo sabe muy bien que el comunismo hoy pulula por doquier, tanto en las izquierdas como en las derechas, falsas izquierdas y falsas derechas, y lo reinante es un ateísmo humanista.

No nos equivoquemos y caigamos en el error que se ha difundido por el mundo por no haber escuchado la voz del cielo. Es lamentable que Pío XII no llegase a enfatizar ni a ver esto; él, que había visto tres veces el milagro de Fátima reproducirse en el Vaticano y que a raíz de ello se movió a proclamar el dogma de la Asunción de nuestra Señora a los cielos, en cuya revelación se encontraba entre los obispos de aquel entonces monseñor Lefebvre, y su nombre permanece grabado en la piedra de una de las puertas de la entrada a San Pedro.

Era tal la presión, y hay que decirlo, de los jesuitas, que, como el padre Dhanis quien se oponía con todo el apoyo de la Compañía a que se le diera esa importancia a Fátima, para mantener así en la oscuridad ese mensaje del cielo, que no era el primero sino que vendría a ser parte de la sucesión de mensajes que se iniciaron en el siglo XIX en la Francia apóstata por la Revolución francesa.
Las tres primeras apariciones del siglo XIX fueron en Francia, una en París, capital de la diosa razón y de la revolución donde se profanó el altar en Notredame con una misa sacrílega. La apostasía del clero en aquel entonces hizo depurar a los sacerdotes y a los pocos que no aceptaron la constitución revolucionaria, quienes murieron mártires. En Francia tenemos la aparición de la Rue de Bac, en París; la aparición de Lourdes; la de La Salette y después vienen la de Fátima y la de Siracusa en 1953, en pleno pontificado de Pío XII, reconocida por el Arzobispo de Siracusa y por el mismo Pío XII, quien en un mensaje radial decía que no había de que extrañarse si nuestra Señora prodigara su misericordia en Siracusa, convirtiéndose así, comunistas y protestantes a granel. Así que hay toda una secuencia y advertencia del cielo por parte de nuestra Señora, y que no es por azar.

Por eso san Luis María Grignón de Montfort dijo que así como Dios vino a través de la Santísima Virgen María y que a través de Ella nos vino la salvación, así llegará hacia el final de los tiempos en su segunda venida, a través de Ella para consumar su reino: “Al fin mi corazón triunfará”. Al fin, indica después de todo el desbarajuste, la apostasía, el cisma, la traición. ¿Por qué? Porque “las puertas del infierno no prevalecerán sobre la Iglesia”, aunque ésta quede reducida a su mínima expresión; pero también quedará acrisolada, purificada por esa crisis que hará a los santos de los últimos tiempos mucho más grandes que los cedros del Líbano, en comparación con los otros santos.

No invento absolutamente nada, porque lo que estoy diciendo lo ha dicho incluso un monseñor colombiano, monseñor Cadavid, quien escribió sobre Siracusa y expresa mucho más de lo que yo podría decir aquí explicando y mostrando la importancia de nuestra Señora para los últimos tiempos, de los cuales, estos, los de ahora, que él mismo decía, ya eran parte. Es decir, que ya habían comenzado. Hacía resaltar que la aparición o la manifestación de ese cuadro que lloró durante tres y cuatro días ininterrumpidamente sin decir una palabra, en medio de un barrio de comunistas y protestantes, y no ya en medio de niños inocentes, con advertencias, sino llorando. Como para decir que no hay más nada que hacer sobre este mundo impío que no quiere oír la voz de Dios, y dentro de esa impiedad está involucrado el clero, porque es él en su conjunto, en primer lugar, quien no quiere que se hable.

Y los sacerdotes que cincuenta o sesenta años atrás hablaban, fueron perseguidos. Eso lo relata el padre Castellani; grandes sacerdotes jesuitas, como él mismo lo fue, perseguidos. Y uno de esos perseguidores es hoy cardenal en Roma, para que veamos hasta dónde llegan las cosas y no debemos extrañarnos de absolutamente nada. Pero como dice monseñor Cadavid, todo eso es el preludio del triunfo del Inmaculado Corazón, que podríamos así representarlo como la otra cara del Sagrado Corazón y mucho más cuando es la misma carne.

Nuestro Señor tomó toda su naturaleza humana, toda su carne, toda su sangre, todos sus huesos de las entrañas purísimas y virginales de la Santísima Virgen María. Y por eso, no hay mejor advocación que la conjugación de esos dos Corazones, que son los Sagrados Corazones, el de Jesús y el de María, como se llama esta capilla y que al hacer la nueva como verdadera capilla, conservará ese nombre. Y éste es muy importante, no es uno más, no es una advocación más, todo ello tiene una connotación apocalíptica. Repito: no lo digo yo, lo dice el mismo monseñor Cadavid. Lo dijo hace cincuenta años, no es de hoy ni de ayer.

El tiempo transcurre, pero la humanidad sigue su derrotero infiel, y nosotros, los que queremos de algún modo honrar a Dios, también vamos muy distraídos, demasiado distraídos y cuando nos pegan el sacudón chillamos. Hay demasiada televisión, por eso monseñor Lefebvre estipuló para la Tercera orden, como un requisito básico, que no hubiese televisión en la casa de sus miembros. Lo recuerdo porque hay una degeneración que se está introduciendo poco a poco. Diferente es que yo viva en casa ajena o en donde no poseo el poder y la potestad, pero si los poseo no puedo pertenecer a la Tercera orden teniendo allí la televisión. Monseñor Lefebvre ha prohibido terminantemente que haya la televisión en cada Priorato. ¿Por qué? Porque todo eso no solamente nos distrae, sino que nos corrompe, gústenos o no. Y después ¿de qué nos vamos a extrañar si perdemos el tiempo que Dios da para la eternidad, si por toda palabra ociosa seremos juzgados?, ¿cómo no vamos a ser juzgados por el tiempo perdido tan estúpidamente? Y así, después no hallamos medio para la oración, para la contemplación ni la meditación; leemos veinte mil periódicos y revistas y no somos capaces de leer una página de la Sagrada Biblia.

Entonces, todo esto debemos tenerlo en cuenta si queremos perseverar. Si nos cuesta mucho es porque tenemos demasiado mundo en nuestro corazón, por eso nos es difícil; por la comodidad, el mundo de hoy nos quita la capacidad de sacrificio, de abnegación, de penitencia. Nos gusta la vía ancha, fácil, pero no el rigor de la inclemencia del tiempo, del frío, del calor, del hambre, de la desnudez y mucho menos de la injuria y la calumnia. Debemos, si queremos realmente honrar a nuestra Señora y consolar de algún modo su Corazón doloroso, por lo menos tratar de ser un poquito mejores, un poquito más fieles y con menos mundo en nuestro corazón. Y así estar más dispuestos a las cosas y a la palabra de Dios para no ser arrollados por la actual apostasía de las naciones de los gentiles que terminarán adorando al anticristo.

Es una gracia que el cielo nos da al poder tener el verdadero culto, la verdadera Misa, la verdadera doctrina, la verdadera fe católica, apostólica, romana. Pero eso tiene un precio, y ese precio es la oración, el sacrificio, la renuncia a todo lo que no sea Dios. No le pongamos una vela a Dios y otra al diablo, por eso hay tantas falsas devociones, como anuncia el mismo san Luis María Grignón de Montfort, que utilizan la devoción a nuestra Señora como un escudo, una pantalla, una máscara, un disfraz para pasar por muy católicos cuando en el fondo no lo somos, porque no queremos comprometernos con las exigencias mínimas del evangelio. Y eso nos cae muy duro, pero es así, más cruel será el día del juicio, así que conviene que nos vayamos preparando, porque seremos juzgados tarde o temprano. Debemos tomar las precauciones para que no nos dejemos distraer en el camino hacia Dios, hacia la eternidad y podamos así verdaderamente comprender algo del misterio insondable de los Sagrados Corazones de Jesús y de María y poder perseverar y salvar nuestras almas y las de los demás.

Pío XII quiso instituir la fiesta de hoy para la paz de las naciones, para la libertad de la Iglesia y para el amor, la pureza y la virtud. Porque el mundo de hoy es impuro y vicioso, o si no díganme qué van a ver en el cine y en la televisión, ¿vidas de santos? La impureza y el vicio, pero no visto como tales, sino como lo más natural y lo más normal, sin el menor pudor, como animales.
Debemos recordar en la fiesta de hoy cuáles fueron las intenciones, entre otras, de ese gran pontífice, que aún no se sabe si fue asesinado o no. Y esto lo digo no para mencionar algo nuevo, sino simplemente para mostrar hasta dónde llega la corrupción; que deseen asesinar un sumo pontífice no es nada nuevo. A San Pío V también lo quisieron asesinar envenenando los pies del crucifijo que él besaba con devoción todos los días. Por eso en su estampita San Pío V sale arrodillado con un crucifijo entre las manos, con los pies de éste un poco corridos, porque fue nuestro Señor quien corrió los pies para que él no muriera envenenado. Y de eso hace ya más de quinientos años, nada nuevo hay bajo el sol.

Así que aprovechemos para pedirle a nuestra Señora configurarnos a su Corazón, para estar más cerca del Sagrado Corazón de su divino Hijo. Tengamos estas intenciones, para que la Santísima Virgen nos proteja como nuestra madre, lo dice el evangelio de hoy, dándole a San Juan como hijo, y en él estaba toda la Iglesia y, por ende, todos nosotros también, y dándole a este santo, de igual forma, a la Santísima Virgen como madre. Y por eso el que quiera tener a Dios por padre debe tener a María por madre. Que Ella sea nuestra madre y que nosotros podamos ser verdaderos y fieles hijos suyos. +
BASILIO MERAMO PBRO.
22 AGOSTO DE 2002

domingo, 8 de agosto de 2010

Aberrante, aval a bodas gay: Iglesia


La Arquidiócesis Primada de México cuestionó la resolución de la Suprema Corte de declarar la constitucionalidad de estas uniones.

La Arquidiócesis Primada de México que encabeza el Cardenal Norberto Rivera Carrera se pronunció este domingo en contra de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que declaró la constitucionalidad de los matrimonios entre personas del mismo sexo, calificándola de aberrante.

En un pronunciamiento leído por un matrimonio católico al final de la misa dominical en la catedral metropolitana, el cardenal rivera aseguró que: "las uniones de facto o legaloides de personas del mismo sexo son intrínsecamente inmorales, pues contradicen el proyecto divino y desvirtúa la naturaleza del matrimonio elevado por Cristo a la dignidad de sacramento".

"Ante el aberrante juicio de constitucionalidad que avala la inmoral rerfoma de ley que permite las uniones entre personas de mismo sexo- abusivamente llamado matrimonio- por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Iglesia no puede dejar de llamar mal al mal", señala el texto leído por Dennise Herington y Cruz Huelitl.

El pronunciamiento señala que "tal actividad inmoral' jamás podrá ser equivalente a la expresión sexual del amor conyugal, pues pone en peligro la dignidad y los derechos de las familias que constituyen el bien común de la sociedad.

"Las injusticias cometidas contra las personas homosexuales nunca serán una justificación para conceder falsos derechos que, por si fuera poco, afectarán a niños inocentes, a quienes se les negará el derecho de tener una madre y un padre para su adecuado desarrollo moral y psico afectivo", sostiene el texto del Cardenal.

Agrega que es su deber como Pastor de la Arquidiócesis primada de México hacer un llamado al pueblo de Dios a que de muestra de bondad y misericordia hacia las personas homosexuales, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, "que no vino para condenar sino para salvar".

El Cardenal explica en el texto que si bien la Iglesia debe respetar las leyes civiles, tiene el deber moral de no hacer vanos los mandamientos de Dios y "evitar caer en permisivismos que lesionan los derechos fundamentales de nuestra fe y el valor precioso de la familia".

Agrega que esta institución hoy es objeto de ataques y banalización como si hubiera la "intención perversa de intereses oscuros" por destruirla y con ello orillar al país, ya herido por la violencia, y la descomposición social, a su ruina.
El texto del Cardenal califica de absurda la ley que reconoce los matrimonios homosexuales podrá ser legal pero nunca moral, y exhorta a los fieles católicos a estar consciente del valor inigualable de la familia, que es fundamento de la vida y del amor.

Les pide tambíen seguir elevando sus oraciones por los gobernantes mexicanos para que, a ejemplo de Santo Tomás Moro, sepan servir no al poder sino al supremo ideal de justicia, tutelando la familia, el derecho a la vida desde su gestación, la dignidad de la persona, la justicia social y la paz.

En el texto, el Cardenal pide que la Ley de Cristo sea la ley suprema que libre a los cristianos del poder del maligno, "presente en la violencia exacerbada que se inicia con la eliminación de los más desprotegidos en el vientre de sus propias madres y se multiplica en el crimen organizado y en legislaciones inmorales que sirven como su instrumento".

Al término de la lectura, los asistentes a la Misa celebraron con un aplauso el texto.

viernes, 6 de agosto de 2010

Preparando la III Guerra Mundial, objetivo Irán. Parte I: Guerra global



MINISTERIOS ANTES DEL FIN.-6-8-2010



Una “guerra humanitaria” es sostenida por la llamada comunidad internacional. Los arquitectos principales son recompensados por sus aportes a la paz mundial.

La humanidad está en una encrucijada peligrosa. Los preparativos de guerra para atacar a Irán están en “un estado avanzado de preparación”. Sistemas de alta tecnología, incluyendo las armas nucleares, están totalmente desplegados.
Esta aventura militar ha estado en el tablero de dibujo del Pentágono desde mediados de la década de 1990. Primero Iraq, luego Irán, según documentos desclasificados de 1995 del Comando Central de EE.UU.


La escalada es parte de la agenda militar. Mientras que Irán, es el próximo objetivo junto con Siria y el Líbano, este despliegue estratégico militar también amenaza a Corea del Norte, China y Rusia.


Desde 2005, los EE.UU. y sus aliados, incluidos los interlocutores de los Estados Unidos de la OTAN e Israel, han estado involucrados en el amplio despliegue y el almacenamiento de los sistemas de armas avanzados.


Los sistemas de defensa aérea de los EE.UU., los países miembros de la OTAN e Israel están totalmente integrados.


Se trata de una tarea coordinada del Pentágono, la OTAN, de la Fuerza de Defensa de Israel (FID), con participación activa de los militares de varios de los países de la OTAN y no-socios, incluyendo los estados árabes de primera línea (los miembros de la OTAN del Diálogo Mediterráneo y la Iniciativa de Cooperación de Estambul), Arabia Saudita, Japón, Corea del Sur, India, Indonesia, Singapur, Australia, entre otros. (La OTAN se compone de 28 estados miembros. Otros 21 países son miembros del Consejo de la Alianza Euro-Atlántica (EAPC); el Diálogo Mediterráneo y la Iniciativa de Cooperación de Estambul cuenta con diez países árabes e Israel.


El papel de Egipto, los Estados del Golfo y Arabia Saudita (dentro de la alianza militar ampliada) es de particular relevancia. Egipto controla el tránsito de buques de guerra y buques petroleros por el Canal de Suez. Arabia Saudita y los Estados del Golfo ocupan la costa occidental del sur del Golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz y el Golfo de Omán.


A principios de junio, “informa Egipto, que permitió a once buques de EE.UU. y de Israel pasar por el Canal de Suez, en una aparente señal …. a Irán. … El 12 de junio, puntos de venta de prensa regional informaron que los saudíes habían concedido a Israel la autorización para sobrevolar su espacio aéreo…” (Mirak Weissbach Muriel, Israel’s Insane War on Iran Must Be Prevented, Global Research, 31 de julio de 2010) En la doctrina militar posterior al 11-S, el despliegue masivo de armamento militar se definió como parte de la llamada “Guerra Global contra el Terrorismo“, apuntando a organizaciones terroristas “no estatales” como Al Qaeda y los llamados “Estados patrocinadores del terrorismo “, entre ellos Irán, Siria, Líbano y Sudán.


La creación de nuevas bases militares de EE.UU., el almacenamiento de los sistemas de armas avanzadas, incluyendo las armas nucleares tácticas, etc . se llevaron a cabo como parte de la preventiva ‘doctrina militar defensiva‘ bajo el paraguas de la “Guerra Global contra el Terrorismo“.


Guerra y crisis económica
Las consecuencias de un ataque más amplio de Estados Unidos, la OTAN e Israel contra Irán son de largo alcance.


La guerra y la crisis económica están íntimamente relacionadas. La economía de guerra se financia por Wall Street, que se erige en el acreedor de la administración de EE.UU.


Los productores de armas de EE.UU. son los destinatarios de miles de millones de dólares del Departamento de Defensa de EE.UU. por los contratos de adquisición de sistemas de armas avanzados.


A su vez, “la batalla por el petróleo” en Oriente Medio y Asia Central sirve directamente a los intereses de los gigantes del petróleo anglo-estadounidenses. Los EE.UU. y sus aliados están “batiendo los tambores de guerra” a la altura de una depresión económica mundial, por no mencionar la catástrofe ambiental más grave de la historia mundial. En un giro amargo, uno de los grandes jugadores (BP) en el tablero de ajedrez geopolítico de Asia Central en el Medio Oriente, antiguamente conocida como la Anglo-Persian Oil, ha sido el instigador de la catástrofe ecológica en el Golfo de México.


Medios de desinformación
La opinión pública, influida por el bombo los medios de comunicación, ofrece apoyo tácito, indiferente o ignorante de los posibles impactos de lo que se mantiene como un ad hoc “punitivo” de la operación dirigida contra las instalaciones nucleares de Irán en lugar de una guerra total.


Los preparativos de guerra incluyen el despliegue de los fabricantes de armas nucleares de EE.UU. e Israel.


En este contexto, las consecuencias devastadoras de una guerra nuclear se trivializan o simplemente no se mencionan.


La crisis “real” que amenaza a la humanidad es el “calentamiento global”, según los medios y Gobierno, y no la guerra.


La guerra contra Irán se presenta a la opinión pública como un tema entre otros. No se ofrece como una amenaza a la “Madre Tierra”, como el caso del calentamiento global. No es noticia de primera plana. El hecho de que un ataque contra Irán podría llevar a una potencial escalada y desencadenar una “guerra global” no es motivo de preocupación.


Culto a la muerte y la destrucción
La máquina global de matar también es sostenida por el culto a la muerte y la destrucción que impregna las películas de Hollywood, por no mencionar las guerras en prime time y las series de televisión sobre delincuencia.

Este culto a la matanza está respaldado por la CIA y el Pentágono, que también apoyó (financió) producciones de Hollywood como instrumento de propaganda de guerra:
El Ex-agente de la CIA Bob Baer dijo: “Hay una simbiosis entre la CIA y Hollywood” y reveló que el ex director de la CIA, George Tenet, se encuentra actualmente en Hollywood, hablando con los estudios. (Matthew Alford and Robbie Graham, Lights, Camera… Covert Action: The Deep Politics of Hollywood, Global Research, 31 de enero de 2009).

La máquina de matar se despliega a nivel global dentro del marco de la estructura de comando de combate unificado. Y se mantiene habitualmente por instituciones de gobierno, medios corporativos, y mandarines e intelectuales a las órdenes del Nuevo Orden Mundial, y desde los think tanks de Washington y los institutos de investigación de estudios estratégicos, como instrumento indiscutible de la paz y la prosperidad mundial. La cultura de la muerte y la violencia se ha grabado en la conciencia humana.


La guerra es ampliamente aceptada como parte de un proceso social: la Patria tiene que ser “defendida” y protegida.


La “violencia legitimada” y las ejecuciones extrajudiciales contra los “terroristas” se mantienen en las democracias occidentales, como instrumentos necesarios de seguridad nacional.


Una “guerra humanitaria” es sostenida por la llamada comunidad internacional. No se condena como un acto criminal. Los arquitectos principales son recompensados por sus aportes a la paz mundial. En cuanto a Irán, lo que se está desarrollando es la legitimación directa de la guerra en nombre de una idea ilusoria de seguridad mundial.


Un ataque aéreo “preventivo” contra Irán llevaría a una escalada
En la actualidad hay tres teatros de guerra por separado en el Oriente Medio Asia Central: Irak, Af-Pak, y Palestina.


Si Irán fuera objeto de un ataque aéreo “preventivo” por las fuerzas aliadas, toda la región, desde el Mediterráneo Oriental hasta la frontera occidental de China con Afganistán y Pakistán, podría estallar, lo que nos conduce potencialmente a un escenario de Tercera Guerra Mundial.


La guerra también se extendería al Líbano y Siria. Es muy poco probable que los atentados, si se aplicaran, quedasen circunscritos a las instalaciones nucleares de Irán como afirman las declaraciones oficiales de EE.UU. y la OTAN. Lo más probable es un ataque aéreo tanto a infraestructuras militares como civiles, sistemas de transporte, fábricas, y edificios públicos.










Irán, con un diez por ciento estimado del petróleo mundial, ocupa el tercer lugar mundial de las reservas de gas, después de Arabia Saudita (25%) e Iraq (11%) en el tamaño de sus reservas. En comparación, los EE.UU. tiene menos de 2,8% de las reservas mundiales de petróleo. (Véase Eric Waddell, The Battle for Oil, Global Research, diciembre de 2004).
Es de importancia el reciente descubrimiento en Irán, en Soumar y Halgan, de las segundas mayores reservas mundiales conocidas que se estiman en 12,4 billones de pies cúbicos. Apuntar a Irán no sólo consiste en recuperar el control anglo-estadounidense sobre el petróleo y la economía de gas, incluyendo rutas de oleoductos, sino que también cuestiona la presencia e influencia de China y Rusia en la región.
El ataque planificado contra Irán forma parte de un mapa global coordinado de orientación militar. Es parte de la “larga guerra del Pentágono“, una provechosa guerra sin fronteras, un proyecto de dominación mundial, una secuencia de operaciones militares.
Los planificadores militares de EE.UU. y la OTAN han previsto diversos escenarios de la escalada militar. También son muy conscientes de las implicaciones geopolíticas, a saber, que la guerra podría extenderse más allá de la región del Oriente Medio a Asia Central. Los efectos económicos sobre los mercados del petróleo, etc. también se han analizado. Mientras que Irán, Siria y el Líbano son los objetivos inmediatos, China, Rusia, Corea del Norte, por no hablar de Venezuela y Cuba, son también objeto de amenazas de EE.UU.
Está en juego la estructura de las alianzas militares. Los despliegues militares de la OTAN-EEUU-Israel, incluyendo las maniobras militares y ejercicios realizados en Rusia y sus fronteras inmediatas a China tienen una relación directa con la guerra propuesta contra Irán.
Estas veladas amenazas, incluyendo su calendario, constituyen un claro aviso a los antiguos poderes de la era de la Guerra Fría, para evitar que puedan interferir en un ataque de Estados Unidos contra Irán.
Guerra Mundial
El objetivo estratégico a medio plazo es llegar a Irán y neutralizar a sus aliados, a través de la diplomacia de los cañonazos. El objetivo militar a largo plazo es dirigirse directamente a China y Rusia.
Aunque Irán es el objetivo inmediato, el despliegue militar no se limita a Oriente Medio y Asia Central. Una agenda militar global se ha formulado.
El despliegue de tropas de la coalición y los sistemas de armas avanzadas de los EE.UU., la OTAN y sus socios se está produciendo de forma simultánea en todas las principales regiones del mundo.
Las acciones recientes de los militares de EE.UU. frente a las costas de Corea del Norte en forma de maniobras, son parte de un diseño global.
Los ejercicios militares, simulacros de guerra, el despliegue de armas, etc… de EE.UU., la OTAN y sus aliados que se están llevando a cabo simultáneamente en los principales puntos geopolíticos, van dirigidos principalmente a Rusia y China.
- La Península de Corea, el Mar de Japón, el estrecho de Taiwán, el Mar Meridional de China, amenaza a China.
- El despliegue de misiles Patriot en Polonia, el centro de alerta temprana en la República Checa, amenaza a Rusia.
- Despliegues navales en Bulgaria, Rumania en el Mar Negro, amenazando a Rusia.
- Despliegues de tropas de la OTAN y EE.UU. en Georgia.
- Un despliegue formidable naval en el Golfo Pérsico, incluidos los submarinos israelíes dirigidos contra Irán.
Al mismo tiempo, el Mediterráneo Oriental, el Mar Negro, el Caribe, América Central y la región andina de América del Sur, son las zonas de la militarización en curso. En América Latina y el Caribe, las amenazas se dirigen contra Venezuela y Cuba.
“Ayuda militar” de EEUU
A su vez, transferencias de armas a gran escala se han llevado a cabo bajo la bandera de EE.UU. como “ayuda militar” a países seleccionados, incluyendo 5 mil millones de dólares en un acuerdo de armamento con la India que se destina a mejorar las capacidades de la India contra China. (Huge U.S.-India Arms Deal To Contain China, Global Times, 13 de julio de 2010).
“[La] venta de armas significará mejorar las relaciones entre Washington y Nueva Delhi, y, de forma deliberada o no, tendrá el efecto de contener la influencia de China en la región.” (Citado en Rick Rozoff, Confronting both China and Russia: U.S. Risks Military Clash With China In Yellow Sea, Global Research, 16 de julio de 2010).
Los EE.UU. han alcanzado acuerdos de cooperación militar con algunos países del sur de Asia Oriental, como Singapur, Vietnam e Indonesia, incluyendo su “ayuda militar“, así como la participación en maniobras militares dirigidas por Estados Unidos en la Cuenca del Pacífico (julio-agosto 2010). Estos acuerdos son de apoyo a las implementaciones de las armas dirigidas contra la República Popular de China. (Ver Rick Rozoff, Confronting both China and Russia: U.S. Risks Military Clash With China In Yellow Sea, Global Research, 16 de julio de 2010).
Del mismo modo, y más directamente relacionado con el ataque planificado contra Irán, los EE.UU. está armando a los Estados del Golfo (Bahrein, Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos) con el interceptor de misiles tierra-aire, Patriot Advanced Capability-3 y la Terminal High Altitude Area Defense (THAAD), así como los basados en estándar de misiles mar-3 interceptores instalados en buques de guerra de clase Aegis en el Golfo Pérsico. (Ver Rozoff Rick, NATO’s Role In The Military Encirclement Of Iran, 10 de febrero de 2010).
Calendario de acopio militar y de implementación
Lo que es crucial en lo que respecta a las transferencias de armas de EE.UU. a los países socios y aliados, es el momento real de la entrega y el despliegue. El lanzamiento de una operación militar patrocinada de EE.UU. normalmente ocurriría una vez que estos sistemas de armas están en su lugar, tras el despliegue efectivo de la aplicación de la capacitación del personal. (Por ejemplo, la India).
Lo que estamos tratando es un diseño militar mundial cuidadosamente coordinado controlado por el Pentágono, con la participación de las fuerzas armadas combinadas de más de cuarenta países. Este despliegue militar multinacional mundial es, con mucho, el mayor despliegue de sistemas de armas avanzados de la historia.
A su vez, los EE.UU. y sus aliados han establecido nuevas bases militares en diferentes partes del mundo. “La superficie de la Tierra está estructurada como un enorme campo de batalla” . (Ver Jules Dufour, The Worldwide Network of US Military Bases, Investigación Global, 01 de julio 2007).

El Comando Unificado de la estructura geográfica dividida en comandos de combate se basa en una estrategia de militarización a nivel global. “Los militares EE.UU. tiene bases en 63 países. Marcas de nuevas bases militares han sido construidas a partir de 11 de septiembre 2001 en siete países. En total, hay 255.065 militares desplegados de EE.UU. en todo el mundo.” (Ver Jules Dufour, The Worldwide Network of US Military Bases, Investigación Global, 01 de julio 2007.
Escenario de la III Guerra Mundial
Este despliegue militar se produce en varias regiones al mismo tiempo bajo la coordinación de los comandos regionales de EE.UU., con la participación en el almacenamiento de los arsenales de EE.UU. por los aliados de Estados Unidos, algunos de los cuales son antiguos enemigos, incluyendo Vietnam y Japón.
El contexto actual se caracteriza por una acumulacipón militar global controlada por una superpotencia mundial que está utilizando a sus aliados para desencadenar numerosas guerras regionales.
La diferencia con la Segunda Guerra Mundial, que fue también una conjunción de distintas salas de una guerra regional, es que con la tecnología de comunicaciones y sistemas de armas de la década de 1940, no había estrategia en “tiempo real” para coordinación en las acciones militares entre grandes regiones geográficas.
La guerra mundial se basa en el despliegue coordinado de una sola potencia militar dominante, que supervisa las acciones de sus aliados y socios.
Con la excepción de Hiroshima y Nagasaki, la Segunda Guerra Mundial se caracterizó por el uso de armas convencionales. La planificación de una guerra mundial se basa en la militarización del espacio ultraterrestre.
Si una guerra contra Irán se inicia, no sólo el uso de armas nucleares, sino toda la gama de nuevos sistemas de armas avanzadas, incluso armas electrométricas y las técnicas de modificación ambiental (ENMOD) se utilizarían.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
El Consejo de Seguridad aprobó a principios de junio una cuarta ronda de sanciones de amplio alcance contra la República Islámica de Irán, que incluyen el embargo de armas, y “controles financieros más estrictos”.
En una amarga ironía, esta resolución fue aprobada pocos días después de la negativa pura y dura del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para adoptar una moción de condena a Israel por su ataque a la Flotilla por la Libertad de Gaza en aguas internacionales.
Tanto China como Rusia, presionados por los EE.UU., han apoyado el régimen de sanciones del CSNU, en su propio perjuicio. Su decisión en el Consejo de Seguridad contribuye a debilitar su propia alianza militar, la organización de Cooperación de Shanghai (OCS), en la que Irán tiene estatuto de observador. La resolución del Consejo de Seguridad congela los respectivos acuerdos de cooperación militar y económica de China y Rusia con Irán. Esto tiene repercusiones graves en el sistema de defensa aérea de Irán que en parte depende de la tecnología y la experiencia de Rusia.
La Resolucion del Consejo de Seguridad otorga, de hecho, “luz verde” para librar una guerra preventiva contra Irán.
La inquisición estadounidense: la construcción de un consenso político para la guerra
En coro, los medios occidentales han calificado a Irán como una amenaza a la seguridad mundial en vista de su supuesto (inexistente) programa de armas nucleares. Haciéndose eco de las declaraciones oficiales, los medios de comunicación ahora están exigiendo la aplicación de los bombardeos punitivos dirigidos contra Irán a fin de salvaguardar la seguridad de Israel.
Los medios de comunicación occidentales hacen sonar los tambores de guerra. El propósito es inculcar tácitamente en la conciencia interna de las personas, a través de repetir informes en los medios hasta la saciedad, la idea de que la amenaza iraní es real y que la república islámica debe ser “expulsada”.
El proceso de creación de consenso para hacer la guerra es similar a la Inquisición española. Se requiere y se exige la sumisión a la idea de que la guerra es una labor humanitaria.
Conocida y documentada, la verdadera amenaza a la seguridad global emana de la alianza Estados Unidos-OTAN-Israel; sin embargo, la realidad en un ambiente inquisitorial es al revés: los belicistas están comprometidos con la paz, las víctimas de la guerra se presentan como los protagonistas de la guerra.
Considerando que en 2006, casi dos tercios de los estadounidenses se oponían a la acción militar contra Irán, según un reciente Reuter-Zogby 02 en 2010 la encuesta indica que el 56% de los estadounidenses están a favor de una acción militar de la OTAN contra Irán.
La construcción de un consenso político que se basa en una mentira no puede, sin embargo, confiar únicamente en la posición oficial de aquellos que son la fuente de la mentira.
Los movimientos contra la guerra en los EE.UU., que en parte han sido infiltrados y cooptados, han asumido una posición débil con respecto a Irán. El movimiento contra la guerra está dividido. El énfasis se pone en guerras que ya se han producido (Afganistán e Iraq) en lugar de oponerse con fuerza a guerras que se están preparando y que se encuentran actualmente en el tablero de dibujo del Pentágono.
Desde la inauguración de la administración Obama, el movimiento contra la guerra ha perdido parte de su ímpetu.
Por otra parte, aquellos que se oponen activamente a las guerras en Afganistán e Iraq, no necesariamente se oponen a la realización de “bombardeos punitivos”, dirigidos a Irán, ni entran en la categoría de estos atentados como un acto de guerra, la que podría ser el preludio de la Tercera Guerra Mundial.
La escala de la protesta contra la guerra en relación a Irán ha sido mínima en comparación con las manifestaciones masivas que precedieron a los bombardeos de 2003 y la invasión de Iraq.
La verdadera amenaza a la seguridad global emana de la alianza Estados Unidos – OTAN – Israel.
La operación Irán no se opuso en el ámbito diplomático por parte de China y Rusia, sino que cuenta con el apoyo de los gobiernos de los estados árabes de primera línea que están integrados en el diálogo OTAN-Mediterráneo. También cuenta con el apoyo tácito de la opinión pública occidental.
Hacemos un llamamiento a la gente de todos los países, en América, Europa Occidental, Israel, Turquía y en todo el mundo, A levantarse en contra de este proyecto militar, en contra de sus gobiernos que apoyan la acción militar contra Irán, contra los medios de comunicación que sirven para camuflar las devastadoras consecuencias de una guerra contra Irán.
Esta guerra es una locura.
La III Guerra Mundial es terminal. Albert Einstein entendía los peligros de la guerra nuclear y la extinción de la vida en la Tierra, que ya ha comenzado con la contaminación radiactiva resultante de uranio empobrecido. “No sé con qué armas se luchará en la III Guerra Mundial, pero en la IV Guerra Mundial se peleará con palos y piedras” .
Los medios de comunicación, los intelectuales, los científicos y los políticos, a coro, ofuscan la verdad no contada, a saber, que la guerra que utiliza cabezas nucleares destruye a la humanidad, y que este complejo proceso de destrucción gradual ya ha comenzado.
Cuando la mentira se convierte en la verdad, ya no hay vuelta atrás.
Cuando la guerra se mantiene como una labor humanitaria, la justicia y todo el sistema jurídico internacional son todo lo contrario: el pacifismo y el movimiento contra la guerra son criminalizados. Oponerse a la guerra se convierte en un acto criminal.
La mentira debe ser expuesta como lo que es y hace.
Sanciona la matanza indiscriminada de hombres, mujeres y niños.
Destruye familias y personas. Destruye el compromiso de las personas hacia sus semejantes.
Impide a las personas expresar su solidaridad por los que sufren. Defiende la guerra y el estado policial como la única vía.
Destruye el internacionalismo.
Romper la mentira significa romper un proyecto criminal de destrucción global, en ella la búsqueda del beneficio es la fuerza primordial.
Este beneficio impulsando la agenda militar destruye los valores humanos y transforma a la gente en zombis inconscientes.
Vamos a invertir la marea.
Desafío a los criminales de guerra en los altos cargos y a las poderosas corporaciones y grupos de presión que los apoyan.
Fin de la inquisición estadounidense.
Fin de la cruzada militar de Estados Unidos – OTAN – Israel.
Cierre de las fábricas de armas y de las bases militares.
Retirada de las tropas.
Los miembros de las Fuerzas Armadas deben desobedecer las órdenes y negarse a participar en una guerra criminal.